"Si gritar me alivia el alma, lo hare siempre"
Adlihj
Cierro los ojos y los vuelvo a abrir no puedo dormir, el día de hoy me tiene muy despierta no puedo olvidar ninguno de los eventos que he presenciado, mi sueño se ha ido por la borda y el moverme constantemente en la cama no me ayuda a conciliarlo, el reloj ya marca la 1:00 am y la desesperación al no poder dormir se hace inmensa harta de esta situación me levanto de la cama y prendó la luz de la habitación me siento en mi escritorio con mi diario en la mano, creo que esa será la única forma de poder dormir o por lo menos desahogarme mientras la noche pasa, mi diario casi se queda sin hojas vacías bueno a pesar de ser un cuaderno grande ya es bastante desde que decidí escribir en él y que no he parado, debo comprar otro y este quemarlo o ponerlo en una caja fuerte para que nadie lo lea.
Las horas pasan y yo me entretengo leyendo las tristes páginas de un diario sin rastro de esperanza o ganas de vivir, cada una de mis páginas con frases que yo misma inventaba, unas tan ciertas mientras que otras con verdades a medias, me es difícil leer este diario no solo porque yo lo escribí si no que todo lo hice con resentimiento y jamás espere un poco de tiempo para poder pensar las cosas, simplemente las escribía en el momento y en realidad siempre sentía todo lo que relato aquí, pensé que esos pensamientos eran los correctos cosa en la que siempre me equivoque o eso creo ahora tal vez unos días después mi idea sea otra.
-Puedo entrar- un abismo y una voz suave eso es lo que está en mis sueño- Disculpa- se hace más fuerte la voz y de repente la oscuridad se abre para mostrarme los ojos de Leo que esta frente a mí, sus mejillas algo rojas y su mirada sobre mí- ¿cómo terminaste aquí? - recuerdo que en mis manos tengo mi diario y me levanto de inmediato, pongo el diario en su lugar
-No pude dormir así que me senté a leer un poco- me pongo un mechón de cabello detrás de la oreja- las cosas que pasaron ayer no dejaron que conciliara el sueño- recuerdo nuestro beso y me sonrojo igual él.
-Bueno hoy tengo clases temprano y tú en la tarde, no te podré a acompañar al doctor y tal vez nos veamos en la tarde en la universidad, yo ya desayuné, estoy de camino a la Universidad- se toma la cabeza con su mano izquierda- me venía a despedir- se sonroja aún más que antes
-Bueno ten un buen día y no te preocupes-me siento tímida con él, demasiado, el corazón se me acelera a mil y creo que se me va a salir del pecho- nos vemos luego- ambos nos quedamos mirando a otro lugar en silencio hasta que él se acerca a mí.
-Bueno todo estará bien- me abraza y me da un beso en la frente, se agacha para poder hacerlo, dado que soy muy pequeña para él, me quedo en sus brazos es muy relajante su abrazo
Hoy me pongo un terno deportivo de color gris, muy parecido al que tenía puesto Leo y ahora me cuestiono mucho mi elección, pero termino por no quitármelo, primero debo ir con la psicóloga y luego debo ir por cuadernos, ya que debo hacer mis tareas y me va acompañar Sol.
-Bueno Nadia lo que tuviste fue algo producido por la esquizofrenia- escuchar eso me rompe en mil pedazos, no logro entender porque este tipo de situaciones me tienen que pasar ahora- según los síntomas y las alucinaciones ese es mi diagnostico aunque solo pueden ser simples alucinaciones que no provocan mayor daño lo que puedo decir es que si no te tratamos se puede volver un problema crónico, bueno el resto ya lo saben así que te voy a recetar la medicación y vamos a tener que vernos una vez más por semana y sin peros- la conozco ya desde hace tiempo y su familiaridad es buena para mí, ella es la persona más cercana que conozco, hace tiempo y en la que puedo y debería confiar.
-Está bien- animada no me siento sé que el hecho de que haya imaginado a Aleph es algo complicado y más en mi estado, Sol se quedó afuera esperándome decidí entrar sola.
Tomo las recetas y salgo, Sol me pregunta lo que paso y me desahogo con ella mientras nos vamos a una librería por mis cuadernos y un nuevo diario. Tomare medicamentos de por vida a que es la única forma de tratar una enfermedad mental como esta.
La mañana se termina de ir entre mis dedos y en un abrir y cerrar de ojos estoy sentada en el aula recibiendo mi última clase, no pude ver a Leo, o bueno no quise que nos veamos, no me siento lista para hablar con el mas sabiendo que me hará miles de preguntas, las cuales prefiero evitar si puedo, la clase termina a las 8 de la noche, tendré que ir caminando, bueno la casa no está lejos es una gran ventaja ya que me gusta poder pensar las cosas en silencio y sola
-Jóvenes hoy saldrán media hora antes tengo un compromiso y siento tener que terminar la clase aquí- todos en vez de tristes se ven felices por la noticia, mí me da igual ese tipo de cosas no me emocionan y tampoco me molestan- tengan mucho cuidado y adiós- toma su mochilas y los papeles que tiene sobre la mesa sale apresurado, yo me pongo de pie y recojo todas mis cosas mientras que los demás hablan de ir a discotecas o fiestas para pasar el rato, yo nunca he ido a una fiesta en la secundaria siempre me ignoraban para ese tipo de cosas, soy por primera vez la primera en salir de clase, la luz de los focos hoy tienen un color más claro, al salir el fuerte brillo te ciega la mirada por completo, se me hace un deja vu cuando me tapo de la luz con una mano.
-Solamente esa noche, el resto era historia- la voz hace que baje mi mirada y si es el Aleph, pero no está solo esta con otras personas
-Aleph- me quedo estática y el parece sorprendido por mis palabras- en serio eres Aleph- me acerco
-¿Te conozco?- me mira sorprendido mira a sus amigos
-No- me he dado cuenta que él fue un sueño perfecto en realidad alguna vez lo vi, pero mi sub consiente lo mal interpretó- solo que pensé que si- intento contener mis sentimientos