"Los errores algún día nos enseñaran"
Adlihj
Con la salida del asesino de mi tía con los problemas mentales que he tenido me cuestionó más mi estadía en el mundo, si bien es cierto he logrado avanzar mucho en mi estado anímico aun así no puedo dejar de tener pensamientos suicidas estos me rondan siempre en la cabeza y me atormenta.
Los estragos de mi enfermedad están marcados en mi cuerpo y jamás se borrarán, las cicatrices de mis brazos y el hecho que una vez estuve al borde de la muerte siguen ahí y no los eh podido superar, por culpa de mis cicatrices no puedo dejar de utilizar suéteres o ponerme camisetas o algo que deje ver mis brazos a lo mucho que llego es a utilizar camisetas grandes que logran cubrir mis heridas, aun así no puedo borrar la satisfacción que me produjo y que tal vez siga produciendo el sentir el dolor físico al emocional el deseo de volver a cortarme se me pasa por la cabeza, no estoy bien y soy consciente de eso, pero no puedo dejar de pensar si vale la pena siquiera luchar.
-Nadia, tenemos que volver- Leo me trae de vuelta a la realidad, no me había dado cuenta que el tiempo paso volando, no tenía intención de volver, mirar las estrellas y tener la calma tan preciosa que me da este hermoso lugar son cosas difíciles de conseguir-Nadia- me mueve un poco supongo que piensa que estoy dormida
-No espera un poco más- me recuesto sobre un costado quedando frente a él y lo abrazo- solo un poco más
El me corresponde el abrazo pega su mentón a su cabeza y me da un pequeño beso, es una persona valiosa tengo miedo a hacerle daño, después de un mes y medio casi he podido sanar completamente las heridas que me provoco el perder a Soul, en realidad y soy consiente que no estuve enamorada de él, me di cuenta de eso porque cuando supe que él se casaría una parte de mi siento que estaba perdiendo algo valioso, pero la ruptura anímica fue la que realmente me sorprendió dado que me sentí sola no mal amorosamente si no como si alguien que estuvo disponible siempre para mí se fue para siempre, no simplemente se fue, antes me traiciono, pero de que me quejo tenía derecho a rehacer su vida y ser feliz con alguien que le pueda dar la felicidad que se merece.
-Ahora ya podemos irnos- me separo y ambos nos ponemos de pie nos sacudimos la arena
-Te ves mucho más tranquila- me toma la mano- cuando quieras volver solo dímelo, no importa la hora estaré para ti.
-Está bien
UNA SEMANA DESPUÉS
- Nadia tus padres y los míos vendrán hoy, me lo acaban de informar- levanta su teléfono- hoy es sábado y quería salir contigo- se recuesta en la puerta- bueno diré que van a venir para que les preparen el almuerzo- sale de la habitación
Mi padre no me ayuda en nada a mejorar emocionalmente, no tengo nada de buenos recuerdos ni con él ni con la señora que me dio a luz, no puedo sentirme bien cuando ellos están cerca.
Con miles de tareas y libros sobre mi escritorio decido salir a caminar sola por un rato, mirar el parque y sentarme frente el estanque, aunque está lejos no me apetece ir a algún lugar cercano, le aviso a Leo y salgo de casa, la cuidad es muy escandalosa no me gusta, la gente va por la acera hablando con otras personas o pensativa, sonriendo, llorando
Un tipo se para frente a mi es alto y se ve muy mayor, su mirada se ve perdida y parece un loco
-Nadia- su voz impacta en mi mente y logra que miles de recuerdos reprimidos por mi exploten en mi cabeza
-No-lo miro incrédula-Maldito- me quiero ir, pero me detiene con su brazo
-Por favor necesito hablar contigo- sus ojos se ven tan distantes y su cara tan envejecida a pesar de ser tan joven
-Lárgate, no tienes ningún derecho- las lágrimas bajan por mis mejillas, siento que me voy a desmayar, ¿cómo me encontró?
-Lo sé merezco morir, pero también tu mereces ayudar a sanar tu vida hay algo tan importante que debo contarte y tal vez esta sea la última vez que te lo pueda contar- su voz es lo único que no ha cambiado en el
-No quiero te aborrezco, tenerte aquí me provoca náuseas y hablar contigo me cuesta muchos, por tu culpa la persona más preciada y valiosa de mi vida está muerta y aunque no lo quiera debo compartir contigo el hecho de que vi su muerte eres un asesino y no quiero verte jamás como te pudieron dejar libre, ni siquiera hay pasado tantos años- mis ojos se llenan de lágrimas y nublan mi vista.
-Está bien, no tengo perdón, pero si quieres saber alguna vez la verdad estaré en la casa de tu tía y mía- baja su mano se da vuelta y se va
No me puedo sostener de pie y me caigo en la acera las lágrimas parecen gotas de lluvia que cubren mi vista, los recuerdos de los golpes maltratos de ese maldito que tenía perdidos en mi mente me bombardean en la cabeza, no entiendo ¿Por qué? mi peor pesadilla estuvo aquí, no entiendo ¿Quién? le dio mi dirección y porque quiere decirme la verdad, ¿la verdad de qué? ¿por qué me hacen esto? ¿por qué no me dejan en paz? ¿Por qué?, solo quiero dejar de llorar, mañana se cumple un año más de la muerte de mi tía y no estába bien con eso y ahora al ver a un hombre tan despreciable me siento mucho peor, se suponía que mañana me mataría hace ya 3 años que lo decidí, me siento acorralada aquí la gente me observa al pasar, no dicen ni hacen nada.
Sin animo y luego de secarme las lágrimas regreso a la casa.
-Ya volví- mi voz suena ronca, Leo está sentado en la sala mientras ve una película
-Pensé que tardarías más- me mira con una sonrisa la cual borra de inmediato- ¿Qué tienes? - me mira preocupado y no duda en ponerse de pie y acercarse a mí.
-Nada, tropecé y me golpeé así que lloré del dolor, soy muy sensible- intento sonar divertida- pero quería pedirte algo- levanto mi mirada hacia el- mañana podemos ir al cementerio.
-A el de la ciudad de nuestros padres- asiento y el mueve su cabeza- claro lo que tu pidas- suena el timbre y sé que son nuestras más anheladas visitas, sale la ama de llaves a recibirlos mientras que Leo y yo nos quedamos parados en la mitad de la casa.