"Jamás he pensado en vengarme de aquellas personas que me hicieron daño"
Adlihj
-Suplicas- se ríe- eso ahora ya no importa
-Nadia- mi mirada se vuelve hacia la voz- ¿Qué hacen? - su voz sonaba molesta
-Nada que te importe- me toma del brazo y me arrastra a la salida- volverá mañana
-Espere- se acerca a nosotros
-Hijo, no- el señor Ladino lo detiene del brazo- es su padre déjalo si- le da palmadas en la espalda
- ¡No, ayuda! - mis lágrimas no se detienen, al contrario, caen más, en un momento de valentía me suelto del agarre de Lauden corro a donde Leo lo abrazo igual que cuando fue a verme casa de Soul- ¡ayuda! -levanto mi mirada y encuentro la suya - no dejes que me lleve- el me abraza igual, tengo tanto miedo y mis piernas no dejan de temblar
-No se acerque- retira una de sus manos, yo no observo nada estoy tan pegada al que ni siquiera escucho con claridad lo que pasa a mi alrededor
-Ella debe recibir su merecido, tu no lo entiendes aun eres un niño- está muy enojado- deja de protegerla es una insolente- intenta jalarme, pero Leo no lo deja
-Si no quiere que esto se ponga peor le pido que deje en paz a Nadia- Su voz suena firme y decidida
- ¿Qué harás? - se mofa
-Basta no hace falta recurrir a esto Leo hazle caso y deja que su padre vea lo que hace nosotros no debemos interferir
-Ella es mi prometida y ya es mayor de edad, no importa si él es su padre no tiene derecho a tocarla- me levanta para que lo mire- tranquila ellos no te volverán a hacer daño- se refiere a la familia de Lauden- váyanse todos, necesito mi privacidad, desean que sea independiente, pero parecen mi sombra siempre- les habla a sus padres- estoy a punto de cumplir la mayoría de edad y aun así quieren que todo se haga como ustedes quieren, ya estoy cansado- suspira- papá y mamá ya basta ¿por qué no dejan que viva de forma independiente al igual que Alejandro? a él no lo obligaron a casarse, pero a mi si y no dije no porque no era lo suficientemente fuerte para hacerlo pero ya no, ella me enseño sobre las decisiones- esta alterado y su voz es muestra de eso
-Baya esto es el colmo - la voz de Lauden también se escucha alterada- pero tú no debes pasar por encima de mi autoridad- me jala del brazo- basta vienes conmigo ahora y punto.
-No quiero- grito- suéltame -forcejeo, pero no me suelta.
-Déjala- veo como el padre de Leo lo sostiene el me mira desesperado y yo hago lo mismo.
-Vamos- Lauden llama a los demás mientras yo forcejeo para que me suelte literalmente me subió a su auto a rastras mientras sus manos y ropa se manchaban de mi sangre.
- ¡Cállate! - Andrea me grito - ¡estoy cansada de tus lamentos cállate! - está a mi lado, intenta tapar la boca, pero con mi mano le tomo la suya.
- ¡No se te ocurra Andrea! - mi cuerpo y mi mente están muy asustados y mis reacciones me son irracionales - si no quieres que- me jalan del cabello
-Mocosa no vuelvas a tocar a mi hija, ya suficiente con la vergüenza que nos hiciste pasar, si no te callas, no me veré como una buena mujer- me amenaza y por instinto dejo de quejarme a pesar que la cabeza y cara me duelen.
Leo intento salvarme pero estas personas pasan por sobre lo que sea, me siento decepcionada de mí, ser fuerte me provoco peores problemas y terminar en el mismo lugar que empezó todo o mejor dicho con las personas que empezó todo, si este fuero el momento de renunciar prometo que lo haría, fuerzas en mí ya no quedan, intente ser lo más perseverante y aun así no puedo estar en paz, si he conseguido algo es ver la vida más cruel, en mi corazón existe mucho rencor, pero como Ari lo dijo jamás he pensado en vengarme de aquellas personas que me hicieron daño, no tengo la fuerza para vengarme a mí misma y denunciar las injusticias que he vivido, si existe una próxima vida espero y ser más fuerte para no dejar que personas como mi padre hagan conmigo lo que desean, quiero paz pero no la encuentro, desde que escribí un diario para desahogarme no he parado de lamentar cada día y de sentirme mal siempre, los pequeños momentos felices que tuve no se comparan con cada lagrima derramada por mí; por cada grito de dolor y por cada desilusión que he vivido, es que dejo de lado la posibilidad de tener una buena vida.
-Bájate- la casa de este hombre me trae recuerdos nada agradables, solo desprecio y dolor, nada bueno- ¡que te bajes! - tira de mí y caigo desde el auto a el piso me lastimo el codo y apenas me quejo- adentro lloraras aquí no- me agarra de la mano sujetándola muy fuerte- no me muevo intento soltarme, pero les ordena a sus hombres que me carguen adentro, no dejo de forcejear, pero sin esperanza me dejan en el piso de la habitación que es testigo de mis más fuertes y dolorosas experiencias.
-No lo hagas- tiene un cinturón en su mano
-Ya es tarde- si este momento lo pudiera borrar lo haría, el cinturón me golpeo en la cara, la boca sabor a sangre y el ardor me indicaron que esto no era un sueño y que no se podría borrar jamás, cada golpe que recibía hacia que me retorciera del dolor, las lágrimas caían y caían hasta que luego sentí como mi cuerpo dejo de responder, caí y ya no sentí nada los ruidos apenas y se escuchaban.
-Huye, mi pequeña vete lejos- mi tía vestía de blanco
-Ayuda- me miro con ojos de dolor
-Lo único que necesitas es saltar- mire el gran abismo- serás libre cuando lo hagas- mire el gran vacío
-no quiero morir, ahora ya no lo quiero- su mirada seguía siendo compasiva
-Aunque no quieras es la única forma de ser libre mi niña, me prometiste que jamás dejarías que nadie te golpeara, pero mira como estas ahora, en la cama de un hospital con diversos moretones y hemorragias, me has decepcionado.
-Tía si mi única salida es la muerte- agacho mi cabeza- debo tomarla porque estoy cansada de todo no puedo conmigo misma y la única persona que me protege se cansara alguna vez- sus ojos se llenan de lágrimas.