A pesar de lo que pueda pensar la gente, la vida en un apocalipsis zombie es bastante aburrida, al menos si vives en una especie de “bunker”.
No ha pasado nada realmente interesante hasta hoy, estábamos comiendo y jugando al uno cuando Ari vio que un zombie había roto las maderas de la puerta y estaba entrando. Dió un grito y Jack fue el primero en coger una pata de una silla que había sobrado y empezar a atacarle. Después los Wine corrieron a por otro trozo que había sobrado para volver a tapar la ventana. Por suerte el hueco era pequeño y actuaron rápido así que consiguieron matarle y sacarle sin que ningún otro entrase.
Pero al ir a ayudarles me quedé paralizada, no era un zombie cualquiera, era Elena, mi mejor amiga de la infancia. Una persona cariñosa, amable, leal, siempre había estado ahí para mí y yo para ella… hasta ahora. No solo no la había metido a la élite, había dejado que la atacasen hasta matarla delante de mí, sin hacer nada, solo me había quedado mirando. Se que no podía hacer nada, que era lo que había que hacer ya que era un zombie pero no podía, todo mi cuerpo me pedía que corriese a salvarla, que era lo que nos merecíamos por haber dejado a tanta gente fuera, no solo amigos, también familia, gente que habían estado con nosotros en las buenas y en las malas. Tuve que usar la poca cordura y fuerza mental que me quedaba para no ir y matarnos a todos.
Miles de recuerdos pasaron por mi mente cuando taparon la ventana, el que más se repetía sin duda era la vez que nos conocimos. Nuestros padres eran amigos de antes pero vivían en otro país así que no nos conocimos hasta que tuvimos 5 años. Nos pasamos cerca de media hora sin hablar, balanceándonos en un columpio enfrente del bar en el que estaban los padres. No fue hasta que me caí y empecé a llorar que ella vino a consolarme y llamó a los padres, cuando se me pasó empezamos a hablar y comenzó una de las mejores amistades de mi vida.
Éramos inseparables, Elena no iba al kils pero quedábamos unas 4 o 5 veces por semana, supongo que el año pasado nos separamos un poco por un novio tóxico que tuvo pero seguíamos hablando por mensajes todos los días. Me dolía demasiado no haberme acordado de ella para la élite, bueno, me acordé pero no llegué a proponerla. Fue sobre todo porque fui la última de los cuatro en proponer y aunque es muy lista y graciosa, ya teníamos esos puestos cogidos y al no ir al colegio era más difícil que la escogieran.
Mis amigos la conocían pues muchas veces habíamos quedado todos juntos y les explicaron a los demás que lo entendieron y no me exigieron nada. Olivia se encargó del agua por mí y yo me quedé mirando a la ventana todo el día. Llegó un punto en el que no estaba pensando ni recordando nada, estaba solo mirando la ventana con la mente en blanco. Han intentado venir un par de veces a consolarme pero ahora mismo necesito estar sola. No tenía ganas de cenar pero al final me han acabado obligando, la cena ha sido bastante rara y nadie ha dicho casi nada, Max ha intentado hacer algunas bromas pero no ha servido de mucho.
Después de cenar nos hemos quedado un par de horas y al contrario de lo que pensaba me ha acabado viniendo bien y se me ha pasado aunque fuese solo por un rato. << ¿De dónde has sacado una guitarra?>> Pregunté viendo que Elias estaba intentando juntar los pequeños trozos de lo que supuse era una guitarra para arreglarla. << La ha encontrado Wine cuando el zombi ha roto la ventana, es suya, yo no se tocarla.>> Me explicó Elias empezando a pegar las piezas que había conseguido encajar de alguna manera.
<<¿Tu sabes tocar la guitarra?>> Dije extrañada girando hacia Daniel. Sinceramente era la última persona de la élite de la cual me lo esperaba, supongo que no les conocía tan bien. << Si, y también canta>> Añadió Adam recibiendo un codazo de su hermano el cual se había puesto rojo en segundos. << Porque nunca has estado en el coro o algo asi?>> Pregunto Eli. << Y porque nadie lo sabía?>> Añadió Jack. << No se, supongo que me da vergüenza.>> Contestó levantándose para dejar los platos en la cocina pero Elias lo cogió del brazo. << Porque ? A mi me encantaría saber tocar algún instrumento.>> Dijo Elias y de la distracción casi se le cae la guitarra al fuego pero Ari la salvó. Le soltó para seguir con la guitarra y Daniel aprovechó para irse, la conversación se desvió a los deportes y para su suerte no volvimos a hablar del tema.
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Holaaaaaaaa
Qué nota le dais por ahora?
Espero que una buena, nos vemosssssssss