La versión oficial que se publicó en la prensa fue que Louise había enloquecido debido al dolor causado por el fallecimiento de su marido y de su hija, eso había provocado un ataque de historia que había provocado que acabase con la vida de Paul antes de prender fuego a la casa, muriendo entre las llamas.
La leyenda de la maldición que había en aquella casa pasó de generación en generación entre los habitantes del pueblo.
Muchos niños se aventuraron a investigar entre las ruinas de la casa, intentando ver al fantasma del que les habían hablado. Algunos aseguraban haber visto una sombra que se movía entre los muros, mientras que otros contaban que no habían visto nada aparte de paredes negras y derruidas y un cuaderno de tapas viejas que no había cogido todavía nadie por miedo a lo que les podía pasar.