Diarios de Guerra

18 meses antes

18 meses antes

3:33 AM.

Solicitud de informe… Aceptada

Acceso a base de información… Aceptado

Ejecución de protocolo RL 245: Aceptado

Nombre clave… Escorpión… Eliminado…

Accediendo a datos de Libertadores…

Nombre Clave… Ravencroft… Eliminado

Se ha eliminado el protocolo RL 245

Se han eliminado datos de Libertadores.

Liberando cepa… liberando cepa… Liberando cepa…

 

3:32 AM.

–¿Qué es lo que estamos buscando? –habló el hombre con mascara blanca.

–¡Avancen! Amanecerá pronto –ordena la mujer con ropajes rojizos.

Sobre el destello plateado de la luna, y navegando por el viendo, cuatro aves de diferentes especies surcaban majestuosas por el cielo, bellas eran sin duda, pero su graznido hizo que la tierra temblara, rugiendo entre las estrellas. Los gritos desesperados y la tierra crujiendo lo acompañaron después.

–¡En marcha!

–Libérense, hermanos míos, vuelen con nosotros, retomemos nuestro nido y acabemos con los intrusos –su voz era delicada y melodiosa, llena de coraje y determinación.

Las siguientes detonaciones acabaron con más de la mitad de la estructura del complejo. El ejercito avanzo con furia y los enmascarados contratacaron cuales bestias embravecidas.

Por primera vez en el desierto corrían los ríos; rojos y espumosos, calientes y llenos de agonía. Aquel día el ejército rojo retrocedió a medida que sus fuerzas se debilitaban, cedían el terreno a sus oponentes, recluidos, como aquellos que desean vivir para pelear otro día.

Al amanecer, no hubo canciones ni bailes, solo lamentos y ruina. El numero de balas se comparaba con el de caídos; negros o rojos ya no importaban, el regazo de la muerte no hace distinciones.

Cuando el fuego se había disipado, y la facción de las cuatro aves se hallase agrupada, prosiguieron con el objetivo, la ciudad, los poblados, los valles y ríos; todos ellos serian liberados. Esta victoria no era solo eso, sino un pasó más a la iluminación, un paso para el control y el poder.

 

3:28 AM.

El aire frio de la ciudad se comprará con ninguno otro, no sabría como describirlo; como si la esperanza y la muerte se tocaran a piel desnuda, caricia a caria hasta cercenarse mutuamente con los más delicados y exigentes cortes, y su aroma, oh su dulce aroma de inocencia perdida.

El cielo esta despejado, pero la niebla baña imponente los callejones con un leve pero palpable tono grisáceo, dormida. Tanto silencio puede ensombrecer el corazón de los más débiles y tanta soledad puede sofocar a los más fuertes.

–Esta limpio, parece que los hemos perdido.

–No hemos venido a interceptarlos, soldado –espeta.

–Señor, entonces a qué si no es para eso.

–El movimiento –suspira–. Pasó mucho tiempo hasta que dieron signos de vida.

–Lo siento, señor, pero aquí no hay nada –sus pisadas resuenan en eco–. Las huellas terminan aquí –se detiene a contemplar un bote de basura asqueroso.

Su interior estaba vacío, salvo por un pequeño cilindro metálico color cromo, con varias ranuras que daban al exterior.

–Que extraño termo –comienza a toquetearlo.

–¡Suelte eso soldado! –ordena.

El rostro del soldado comenzó a sangrar por cada uno de sus orificios. Sin entender que era lo que ocurría e intentado respirar cayó al suelo, retorciéndose cual gusano hasta rozar las convulsiones. Gemía y lloraba sangre sin encontrar piedad en su escuadrón, que lo miraba expectante tras sus mascaras de ojos brillantes.

Poco a poco sus palabras surgían, como gruñidos de una bestia herida, la tos y la sangre no le permitían formular nada coherente, fuerte, cada vez más fuerte hasta sentir como se desgarraba su garganta. Ni siquiera tuvo la oportunidad de pronunciar sus ultimas palabras.

–Ya es demasiado tarde –susurro cuando disparó a su compañero–. Reúnan a los demás pelotones, díganles que estamos buscando esto –en su mano el cilindro permanecía brillando.

 

“Los informes avisan que la violencia no es racialmente motivada, su origen se debe a una especie de histeria colectiva que se ha extendido a lo largo del país. Nos informan que el número de muertes inexplicables ha aumentado en 28%, la organización mundial de la salud ha declarado un estado de alerta nivel amarillo para países como México, Brasil, Colombia, Inglaterra y Turquía; donde el número de muertes a ascendido en escala de millones”



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En el texto hay: zombies, armas biologicas, guerra y enfermedad

Editado: 19.05.2018

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