Días de campo sangrientos

Capítulo 1

 

   La idea había sido de Carla (desde pequeña fue organizadora y creativa). Todos debíamos volver a la época de los noventa en la casa de campo de sus tíos, regresar a otra década por cuatro días. No sólo era usar la ropa y peinados de esos años y escuchar la música que sonaba en las radios por aquellos tiempos;  también, significaba estar sin WIFI, celular, notebook y cualquier otro dispositivo inexistente en aquella década. Al principio, me pareció divertido e interesante; luego, con el correr de los días y rodeado de miedo, sangre y crímenes, extrañé la comunicación de estos días.

   Todo sucedió, exactamente, hace dos años, un 23 de enero de 2019; recién hoy, después de todo este tiempo, decidí contar cómo sucedieron los hechos. Infinidad de periodistas me ofrecieron mucha cantidad de dinero por esta narración; sin embargo, deseo contarla al mundo gratuitamente, en este simple cuaderno que me compré hace unas horas.  

   -¡El fin de semana que viene -dijo Carla mirándonos a los tres- va a hacer espectacular!

   -¿A qué te referís? -le preguntó Luciana, mi novia, mientras abría una lata de cerveza.

   -Me refiero -volvió a hablar Carla acomodándose en la silla de la cervecería en que nos encontrábamos- a que mi tío posee una casa de campo a varios kilómetros de aquí, lejos de la ciudad, y me dejó ir allí con ustedes tres.

    -¡Bárbaro! -expresé mirando a todos.

    -Sí -dijo Carla-, sé que están libres y no trabajan el fin de semana largo; por eso, se me ocurrió hacer algo distinto. No sólo es ir a disfrutar la pileta y el paisaje del campo; también (esto me lo propuso mi tío) quiero que sean cuatro días temáticos.

   -¿Temáticos? -preguntó Iván, el novio de Carla, rascándose la cabeza con sus enormes rulos.

   -Sí, temáticos -señaló Carla-. Quiero que revivamos la década de los noventa.

   -¡Genial! -expresó mi novia Luciana- La ropa de esa época me encanta.

   -No sólo va a ser la ropa -agregó Carla-… En los noventa no se usaba celular, ni notebook, ni internet, ni WI-FI…

   -Eso sería un gran desafío -confesó Iván, mientras miraba su celular como a un objeto imprescindible en su vida.

   Los cuatro nos miramos en silencio, nos conocíamos desde la secundaria (los cinco años juntos), teníamos veinte años y la pasábamos muy bien cuando nos reuníamos. Pese a que cada uno tenía un trabajo diferente, nos seguíamos viendo seguido. Además, en esa época nos encontrábamos en pareja: Iván salía con Carla y Luciana con migo (Federico).

   -Yo acepto -dije sacándole el vaso de cerveza a mi novia y tomando un trago.

   -Yo -expresó, dudando, Iván- me siento inseguro sin mi celular… Pero, serían nada más que cuatro días. Así que, sí… También acepto.

   -Sabía que no me fallarías, amor -le dijo Carla, su novia- ¿Y vos, Lu?-preguntó a Luciana.

   -Si va él -dijo Luciana mirándome y abrazándome- yo también voy.

   -¡Que tiernos! -dijo Iván- ¡Viva el amor y el sexo!

   Los cuatro sonreímos y brindamos con nuestros vasos de cerveza.

   -Les explico -dijo Carla-, saldríamos el viernes a la mañana…

   -¿Muy temprano? -interrumpió Iván.

   -Nueve de la mañana -señaló Carla- ¿Pueden?

   -Bueno -Iván mirando a su novia-, pero preparate para esos cuatro días… No me conformo con menos de tres por día.

   -¿Tres qué? -preguntó su novia riendo- Tres sueños…

   Luego de reírse, Carla nos preguntó si podíamos a esa hora y, al responderle afirmativamente junto con mi novia, continuó explicando:

   -Bien, salimos el viernes a las nueve de la mañana. Mi tío nos lleva en su camioneta hasta la casa de campo. Allí, antes de bajar, dejamos los celulares en el vehículo en el cual mi tío vuelve a la ciudad. Luego, la casa es nuestra durante cuatro días. Hay pileta, parrilla, reposeras y equipo de música… Recuerden que sólo CDS y Casetes (lo que se usaba en aquella época).

   -¿Y la ropa? -preguntó Luciana.

   -La de los noventa -dijo carla-, googleen lo que se usaba en esa época.

   -¡Me encanta! -expresé.

   Continuamos brindando con cervezas hasta las tres de la mañana. En ese momento, ninguno sospechaba lo que ocurriría en esos cuatro días que hoy, dos años después, los medios de comunicación, recuerdan como “Días de campo sangrientos”.

 



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En el texto hay: crimenes, vacaciones, misterio amistad

Editado: 25.11.2021

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