Las paredes de adobe se carcomen lentamente, desgastadas por el incesante pasar del tiempo. Una voz áspera como el papel de lija me susurra al oído:
"¿Cuánto más soportará este refugio antes de desmoronarse sobre nuestras cabezas?"
Observo las grietas que se extienden como venas hinchadas a través de los muros, rezumando una sustancia viscosa y oscura. El adobe late con un ritmo irregular, como un corazón enfermo luchando por sobrevivir.
"Dura más que el día", respondo con un hilo de voz. "Aguantando las ganas de vivir a su manera".
Una sombra se desliza frente a mí, tomando la forma de una mujer de largos cabellos negros que se ondulan como tentáculos de tinta. Sus rasgos están borrosos, difuminados como un retrato desteñido por la lluvia.
"Jamás te conocí en tu forma original", musito, tendiendo una mano temblorosa hacia ella.
La sombra se desvanece en una nube de humo espeso, dejando solo el eco de una risa burlona resonando en las paredes.
Me interno en un laberinto de espejos agrietados, donde cada reflejo distorsionado muestra un fragmento distinto de mi pasado. Una voz etérea me acecha desde todas direcciones:
"¿Por qué será que no recordamos todos nuestros días? ¿O será que hay días en el pasado en los que no vivimos como tal, dormidos sin aburrirnos en el acto?"
Golpeo los espejos con desesperación, haciendo añicos los reflejos que me atormentan. De pronto, me encuentro sumergido en un mar de fragmentos de cristal, hundiéndome lentamente en las profundidades.
Una figura oscura se cierne sobre mí, con brazos tentaculares que se extienden como raíces negras. Su rostro es una máscara blanca e inexpresiva, agrietada por el paso del tiempo.
"¿Quién me devolverá toda mi mente?", le imploro con un hilo de voz. "Iré buscando como loco por todas partes al fabricante. Quiero saber más de mí".
La figura se inclina hacia mí, abriendo una boca de dientes afilados como navajas. Una voz gutural emerge de sus fauces:
"No tienes nada que aportar. Ni un miserable bloque de adobe. Las calles están infectadas por esa oscuridad que emana tu forma".
Antes de que pueda replicar, los tentáculos me arrastran hacia las profundidades, hundiéndome en un abismo sin fondo de desesperación y olvido...