Exhalar cada sentimiento que en mi alma contengo hace más larga mi agonía, ya tres días han pasado y tu despedida me ha marcado; los sonidos que emito ya son profundos y adoloridos.
¿Para qué salir de esta habitación? ¿Para qué ver la luz del sol? No hay nada que calme el dolor que tu partida me dejo. Mi alma es una prisión que me prohíbe respirar, en la que lo ecos de las paredes retumban sin cesar. ¿Para qué salir? Si todo me recuerda que tengo otro día sin ti….
Posd: ¿Porque no me dijiste que en tu mente ya habías decidido no volver?