Dias Soleados

Capítulo 21

LESTER:

—Bien, ¿Ahora qué hacemos? —pregunta Angeline, inclinándose a los asientos del frente.

Douglas se coloca el cinturón. —Dejarte en tu casa y olvidarme de tu existencia.

—Eres tan malo —responde y luego pica mi hombro con su dedo—. ¿No deberíamos hacer algo ahora? ¿Estás ocupado?

Es viernes, puedo hacer las tareas después. —Um, la verdad no estoy ocupado.

—Genial —responde con un tono alegre—. Entonces dejemos a Douglas en su casa y luego haremos algo divertido.

Él la mira con una sonrisa autosuficiente. — ¿Estás invitándolo a salir?

Yo retiro el rostro, eso sin duda no está sucediendo. —No Douglas, pero Lester es mucho más amigable que tú y él si quiere pasar tiempo con su nueva amiga.

—No eres su amiga —afirma más serio—. No finjas, cuando tus amigas te vuelvan a hablar te comportarás como ellos.

Angeline permanece en silencio, yo miro a Douglas recordando todo lo que hizo por mí este día. —Oye —lamo mis labios secos—. ¿Por qué no hacemos algo los tres? Si tienes tiempo, claro.

Douglas entorna sus ojos hacia mí. — ¿Algo? ¿Cómo qué?

—Podemos, um, bueno… no sé, ¿vamos a comer? —me siento tonto invitándolos, seguro pensarán que mi plan es aburrido.

No quiero dar lástima pero, ¿Qué se supone que haga cuando nunca he tenido amigos? No sé cómo interactuar con las personas, no sé planear nada con nadie y mi idea de diversión involucra estar en mi habitación a solas.

—Quiero comer —Angeline afirma y me relajo, quizás la comida nunca es un mal plan—. Acepta, Douglas. Deja de actuar como chico malo, no te queda —le dice con un tono de burla.

Yo sonrío un poco. Puede que esté de acuerdo, Douglas actúa como si fuera malo pero no lo es, me gustaría saber porque le gusta alejarse de las personas y porque se comporta de esa manera.

—Dejaré de actuar así cuando tú dejes de actuar como una niña mimada —contesta, con un tono plano.

—Dejaré de ser una niña mimada cuando tú dejes de fingir que no te estás divirtiendo ahora mismo con nosotros —replica.

Douglas la mira con el ceño fruncido. — ¿Divertirme? Esto no es divertido.

— ¿Qué es divertido para ti además de pelearte con todos? —pregunta ella.

Aun no he comenzado a conducir, simplemente estoy sentado viéndolos pelear. Angeline no se atemoriza de Douglas y sabe que responderle cuando él le hace algún comentario sarcástico, y él parece divertirse molestándola.

Douglas baja la ventana de su lado y coloca el brazo por fuera. —Sé cómo divertirme de muchas formas —me da un golpe en el brazo—. Vamos a comer, escoge el lugar que quieras.

Angeline aplaude una vez. — ¿Por qué eres así con Lester? ¿Por qué lo tratas mejor que a mí? No lo entiendo.

Muerdo mi labio inferior para no reír, es divertido cuando ellos discuten de esta forma.

— ¿Qué? —Douglas se acomoda el cabello hacia atrás—. Eso no es cierto, los trato de igual forma.

Angeline suelta una carcajada. — ¿Igual? Douglas, tienes que leer el significado de “igualdad” —chasquea su lengua—. Eres amable con Lester y siempre dejas que él haga lo que quiera pero yo siempre recibo críticas de tu parte y ni siquiera me conoces.

—Lester no es irritante como tú —contesta—. Lester sí sabe comportarse como una persona decente, amable y no molesta.

—Soy una persona bastante decente y muy amable, además, tú eres más molesto—Angeline se defiende.

Aclaro mi garganta para interrumpirlos. —Um, entonces, ¿A dónde voy? —creo que podrían seguir con esto por horas.

— ¿Qué quieres comer? —Pregunta Angeline—. Ya que eres el favorito de Douglas, tú decides.

Niego, parpadeando rápido. —No soy el favorito de Douglas.

—Lo eres —responden ambos al mismo tiempo.

No sé por qué pero eso me causó mucha gracia. Me cubro la boca pero no puedo contenerme, suelto carcajadas que van de cortas a varias sin parar. Me siento tan ridículo pero no puedo parar.

No recuerdo la última vez que reí de esta forma.

Angeline se contagia de mis risas, ella ríe tanto que en un punto hace un sonido tan gracioso que provoca que ambos riamos mucho más fuerte. Douglas coloca su cara contra su brazo pero se nota que está riendo también.

No sé qué está pasando ahora mismo pero no podemos detenernos y aunque es raro y absurdo, es algo que me ha hecho sentirme bien.

—Basta, basta —Angeline respira profundo—. Ay, no puede ser, mi maquillaje —sorbe por su nariz—. Olvidé que estábamos hablando.

—Yo también —digo.

Douglas niega, subiendo sus piernas al tablero. —Vamos por pizza, antes que vuelvan a tener un episodio de histeria.

—Tú también estabas riendo —Angeline afirma—. ¡Pero antes de movernos tengo una idea! Voy a reproducir canciones, ¿sí? —Toma su teléfono y se lo pasa a Douglas—. Busca tu canción favorita, esa que está en alemán o lo que sea.

—Sueco —Douglas corrige—. Pero ya te dije…

Interrumpe. —Ya sé, no te gusta la música pero hoy es una excepción —coloca su brazo sobre mi asiento tocando mi hombro—. Hoy es nuestro último día como grupo de investigación, ¿no deberíamos tener una buena despedida?

Siento un vacío en mi estómago. Es cierto, hoy es el último día que tendremos para pasarla juntos y aunque ha sido algo momentáneo y temporal, han sido los días más sorpresivamente alegres que he pasado en mucho tiempo.

— ¿Ahora qué? —Douglas regresa el teléfono.

—Ahora tú —me lo entrega—. Iré reproduciendo canciones, ¿bien? ¿Puedo conectarlo, no?

Douglas suspira. —Sí, pero es con un cable.

—A la vieja escuela —Angeline afirma.

Douglas exhala ruidosamente. —Estoy seguro que en los viejos tiempos no habían cables para conectar teléfonos.

Agrego mi canción favorita y le regreso el teléfono, ella conecta el cable y es hora de conducir. Douglas conecta el cable y Angeline deja sonar una canción que me recuerda a esas películas con finales felices.




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