Él es un enigma, misterioso como el océano.
Tiene una sonrisa hermosa, de belleza interminable como el cielo.
Sus ojos están teñidos de una oscuridad tentadora, y si los miras
Anhelas sumergirte en su desconsuelo,
Desglosar las incógnitas que lo mantienen
Al borde de ese doloroso veneno.
Él va cayendo en las profundidades de una tristeza abismal,
Que sólo es comparable con el timbre de su voz,
Poseedor de una belleza antinatural.
Su mirada perspicaz, ahogada en oscuridad y tan vacía
Guarda en su interior secretos,
Mas algunos relatos de su melancolía.
Tiene un delicado corazón de hielo con núcleo de fuego.
Un romanticismo suicida que lo vuelve tan poético.
Es una maravilla, inalcanzable como el sol;
Tanta ironía, él no cree en el amor.
Estúpido pensar que sales prendada de esa actitud suya tan indiferente.
Y te seduce con la mirada,
A pesar de que nunca la sostiene.
Y se considera tan frío, que no repara
En que sus ojos susurran y lo delatan