Grita a los cuatro vientos el pecado que te atormenta,
Confiesa en este momento aquella acción que Cristo no te perdonará.
La tentación que te llevó a la rebelión,
serpiente envuelta en seducción.
Entonces dudas de la ley divina,
tanto que la mentira lo cubrió.
Y aceptarás tu castigo atado a la eternidad
con cadenas hechas de rencor.
La encarnación del mal
que alguna vez fue un ángel.
El que incita al pecado,
tentando a las personas por odio.
El lucero que ha sido desterrado por la aurora.
Un dragón rojo arrastró a las estrellas del cielo
hundiéndolas en el abismo,
transformándolas en mariposas de fuego
que ahora danzan en el infierno.
El que fue portador de luz,
¿Quien cayó de los cielos?
El de alas desplegadas,
el Rey de las Tinieblas
devorado por su propio fuego.