Dictadura de Metal #1 Princesa de Bronce

Capitulo 17: Lobo Zafiro*

Selenio, Metalion

Miro al techo fijamente pensando en lo que había sucedido cuando le contó al hechicero de que Henry había encontrado a la salvadora y que se encontraba entrenándola cuando tuviera que regresar a Metalion. Recordó su reacción en cuanto terminó de contarle parecía no creer en sus palabras, pero al ver su cara que no denotaba ninguna diversión supo que estaba hablando enserio. Entonces le dijo que esto no saliera entre ellos dos porque no sabían si la información podría ser comprometida. Aparte que le dio su permiso para quedarse el tiempo que necesitará para que el caballero de azufre le mandará el nuevo mensaje.

En parte respetaba al hechicero por como tomó la noticia con seriedad y frialdad y lo único que lo decepcionó fue la actitud que tuvo con Celine al obligarla mostrarle sus poderes ocultos, sin saber cuál pudo haber sido la razones para que lo hiciera y aparte tratará con tanta frialdad a su hija menor. Annia estaba igual de sorprendida que él, no se esperaba aquella actitud del hechicero más cuando su padre el duque de Niobio les había dicho que el hechicero era una persona cálida más cuando se trataba de sus cuatro hijas.

Los últimos tres días había tenido la compañía de Tarian y no era tan molesta como parecía, cuando la llegas a conocer mejor te das cuenta que su personalidad se debe a que intenta cubrir su fachada de una niña caprichosa y maliciosa que no le importa su familia más que intenta huir de ellos cuando por dentro sufre porque sus hermanas y su padre no la toman enserio. Cuando estaba lejos de los ojos y oídos de su familia era una persona menos amargada y más risueña. Y sobre todo era más vulnerable, Izan había notado que en sus ojos mostraban la tristeza que sentía y cuando este traba de preguntarle por qué ella cambiaba bruscamente el tema.

A sus otras dos hermanas no las conocía, sólo las veía de lejos y ellas lo saludaban por pura cortesía y ni siquiera trataban de hablar con él. Con la única que hablaban era con Annia sobre todo Scarlett que pareció agradable mucho la forma en que peleaba esta y a Annia también parecía agradarle Scarlett lo cual lo sorprendió bastante ya que su amiga de la infancia muy pocas veces alguien le agradaba.

A la única que no había visto era a Celine que lo evitaba cada momento y no sólo él sino a toda su familia. Siempre que bajaba a desayunar todos estaban reunidos menos Celine, su asiento se encontraba vacío, el hechicero preguntaba por ella y recibía la misma respuesta cada vez que preguntaba por parte de su esposa: “No se siente disponible para comer”. Y después el desayuno se hacía incómodo por eso Izan había ordenado esta vez que le trajeran el desayuno a su dormitorio. Annia había llegado con una bandeja de huevos refritos, una salchicha, tocino y tomates asados con una taza de té.

- ¿Algo más que se le ofrezca heredero?

- No, gracias Annia -respondió amable, la curiosidad le carcomía acerca de Celine-. Annia- le llamo, esta estaba a punto de irse, pero cuando escuchó la voz de Izan se detuvo-. ¿Celine otra vez no está?

-No, no está -contestó conmovida.

Salió Annia de su habitación y siguió pensando en aquella rubia. Se la paso comiendo su desayuno pensativo cuando escuchó afuera de su puerta risas que provenían de una voz familiar. Era Celine. No era necesario tener que verla para saber que esa risa provenía de ella, le daba curiosidad saber porque se estaba riendo y a veces murmuraba que se callara. Al principio pensó que era algún tipo de novio secreto que tenía a espaldas de sus padres y que este había venido a verla. Sabía que no era su asunto, pero la curiosidad una vez más pudo con él y sin que se diera cuenta abrió un poco la puerta observándola de cerca.

Ahí estaba Celine riendo mientras era rodeada por un cachorro de un lobo zafiro. Los lobos zafiros eran conocidos por su color azul y tener su pecho de color blanco, tener una incrustación de un zafiro en su pecho y por su gran tamaño al hacerse mayores. Eran conocidos por ser sumamente protectores y tener la capacidad de teletransportarse a cualquier lugar. Eran temidos por su aspecto, pero a Celine parecía no importarle hasta jugaba con él como si se tratará de cualquier animal no uno potencialmente peligroso.

-Shhh Zuky nos pueden escucharte -susurro entre risas-.

Izan no podía creer que hasta nombre le había puesto a ese animal, y le sorprendió la capacidad con la que lo había domado. Ella sonreía mientras le enseñaba una galleta para dársela con el objetivo que este correteara a la galleta para comérsela. No sabía cómo podía dar vueltas con ese vestido ni porque llevaba aquel color. Traía puesto un vestido negro sin mangas y de escote de corazón con destellos dorados por todo el vestido, la falda era pomposa y llevaba su cabello suelto.



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En el texto hay: diosas, reinas y princesas, guerra

Editado: 26.04.2020

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