Dictadura de Metal #1 Princesa de Bronce

Capitulo 20: Visita Silenciosa*

Selenio, Metalion

Sintió el viento fresco recorrer su cuerpo sintiéndose más tranquila, desde aquella vista parecía el templo silencioso y pacífico, el cielo estaba nublado como en otro cualquier y las nubes estaban grises porque seguramente iba a llover ese día. Se podía oler la humedad que impregnaba el aire debido a la tierra mojada por las lluvias constantes en la semana. En la pradera el pasto era de un color verde intenso lleno de flores de colores vivos que contrastaba con el pasto, y los árboles estaban más frondosos con sus ramas llenas de frutos. El lago del templo se veía limpia y transparente donde los patos y cisnes se bañaban en él. No cambiaría nada Celine por aquella vista de su hogar.

-Aquí todo es pacífico -comentó Izan.

Celine se sentó en el borde de la azotea y palmeo a un lado suyo para que Izan se sentará junta a ella, sintiendo como sus pies quedaban colgados en el aire y en vez de sentir miedo se sentía calmado.

-Pues como es Niobio.

-Bueno en Niobio es una ciudad agitada por los grandes comercios que hay, nunca está la ciudad silencio ni cuando está en la noche -relató Izan-. No se suelen utilizar muchos carruajes porque las calles de la ciudad se abarrotan así que la mayoría prefiere caminar y en el corazón de la ciudad se encuentra un río al que llamamos el río de las lágrimas. Se dice que Metalia al ver toda la destrucción que había en su reino lloró por varios días que sus lágrimas cayeron del cielo y formaron un río en el centro de Niobio. La gente va ahí para que sus lamentos se acaben.

- ¿Y qué más hay? -preguntó interesada-. He leído en algunos libros acerca de Niobio como es una gran ciudad que tiene una floreciente cultura artística, musical e histórica.

-Bueno no he tenido oportunidad de escuchar una obra musical en el teatro que hay en Niobio, pero me gustaría mucho ir a uno -respondió Izan-. De hecho, mi primer recital de música fue cuando te escuché tocar.

La sonrisa que había en el rostro de Celine desapareció de su rostro al mencionar aquel desastroso recital.

- ¿Es cierto que su biblioteca es la más grande de Metalion? -preguntó fascinada, haciendo caso omiso a lo que dijo.

-Niobio es conocida como la ciudad de la literatura por su amplia colección de libros que ha recolectado a lo largo de la historia de Metalion -dijo orgulloso-. No hay ningún libro que no tenga la biblioteca Rose. Si algún día está guerra acaba me gustaría llevarte a ver la majestuosa torre de la catedral niobiana o la torre del reloj que hay en el centro de la ciudad.

-Tal vez algún día si se llegará acabar la guerra -murmuro melancólica-. Podríamos pasear por toda tu ciudad -Izan miro que sus ojos azules se habían entristecido, pero después recobraron su brillo natural-. Pero por ahora te podría llevar a ver Selenio. Tal vez ustedes sean muy famosos por su literatura y comercios, pero aquí somos conocidos por la minería, y más por un paraje geológico aquí lo llamamos el Nido de Selene se encuentra todo tipo de gemas raras que puedan existir en Metalion.

- ¿Lo has visto alguna vez?

Bajo la mirada cabizbaja.

-Solo he escuchado de él en los libros de historia sobre Selenio dicen que se llama así porque se encuentra en la montaña más alta de la ciudad cerca del palacio de Selenio -respondió añorante-. Siempre he querido ver el gran canal Berzelius que conectan los tres canales principales de Selenio que pasan por la ciudad y poder visitar en una canoa la caverna de Artemisa pasando por los túneles subterráneos.

-Puedo preguntarte algo.

-Se lo que vas a preguntar y vas a tener tu respuesta -dijo afligida-. No me molestó el haberte enseñado mi poder sino la forma en que me hicieron hacerlo -Izan no pudo comprender a lo que se refería-. Mi padre me obligó hacerlo sólo para demostrar un punto… para demostrarte un punto a ti.

- ¿Por qué a mí?

-Nos han llegado rumores de que el duque de Niobio está formando una gran fuerza militar para quitarnos el templo apoyados por cinco de las trece casas de hechiceros: La casa de Mercurio, de Yodo, de Zirconio, de Talio y de Platino -relato Celine, miraba fijamente el cielo y en sus ojos se reflejaba la tristeza que eso le causaba-. Porque creen que la familia real de Selenio ya no es apta para el puesto y que si no vamos a dar el templo por voluntad lo harán por la fuerza.

-No es cierto -negó incrédulo-. Mi padre jamás haría eso y si lo llegará hacer me diría lo cual no ha hecho.

Celine miro bruscamente a Izan.

- ¿Cómo sé que me estás diciendo a verdad? -preguntó desconfiada-. ¿Cómo sé que no es una mentira?



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En el texto hay: diosas, reinas y princesas, guerra

Editado: 26.04.2020

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