Dictadura de Metal #1 Princesa de Bronce

Capitulo 7: El Mercado de Kalium*

Kalium, Metalion

Llegaron al mercado de Kalium conocido por tener las mejores telas y artilugios en todo Metalion, y era el único que vendía más barato a los metalianos por eso la mayoría decide irse vivir a la ciudad blanquecina para poder tener una vida mejor. La llamaban la ciudad blanquecina porque el cielo se veía más claro que cualquier parte del reino. Leari observó como los puestos de los oscuros estaban llenos mientras que los metalianos apenas tenían una persona, estaban rodeando por los puestos los guardias oscuros observando si había algún ladrón o espía metaliano. Se aseguró de tener la capucha del abrigo bien puesta para que le cubriera su cara y junto a Francis y Marian se perdieron de la vista de los guardianes.

- ¿Por qué presiento que no sólo vienen a ayudar? -preguntó Marian.

- ¿Por qué lo piensas? -respondió Francis en un tono natural-. ¿Por qué te lo ocultaríamos?

-Porque no nos llevamos bien -repuso obvia-. Y no confían en mí.

-Con obvias razones -dijo Leari-. Tu no nos has tratado bien estos últimos años y sólo estás aquí porque nos amenazaste con echarnos de cabeza.

-Mira no tengo problema con ustedes dos -dijo francamente-. ¿Saben lo difícil que es nacer en Francio? Una ciudad con una habilidad poderosa pero inútil -caminaron entre la multitud de gente como si fueran a comprar algo y estuvieran observando-. Siempre teniendo que demostrar tu valor a otros…

-Por eso estas aquí -comprendió Francis-. ¿Quieres hacer algo importante…?

-Para poder ser tomada enserio y no sólo yo sino también mi ciudad -dijo sincera-. Y la única forma de hacerlo es con ustedes ya que yo no conozco la ciudad.

La miro por un instante Leari, en sus ojos se podía reflejar la angustia y necesidad que tenía para demostrar su valor. Entonces supo que podía confiar en ella.

-Espero que no nos estés mintiendo por nuestro bien -hablo Leari, observó a su alrededor para asegurarse que nadie los estaba siguiendo-. Vamos a ver a un comprador que nos proporcionará un -se acercó al oído de Marian para decirlo-. Un mapa del castillo de Metalion.

Marian engrandeció los ojos y la miro estupefacta ante la idea suicida de Leari.

- ¿En qué estás pensando? -susurro impactada-. ¿Qué piensas hacer?

-Piensa cortar de una vez por todas la cabeza del dragón -contestó Francis serio-. Y acabar con nuestro problema.

- ¡No eres tú la salvadora! -exclamó susurrante-. ¡No es tu deber hacerlo!

-Pero como patriota sí.

-Jamás vas a poder escapar con vida del castillo y dudo que puedas entrar.

-Para eso necesitamos el mapa que un informante del castillo nos proporcionará por una buena cantidad de monedas de oro -repuso Leari.

- ¿Y qué piensas hacer? -preguntó Marian tratando de conservar la calma-. La reina no vive en el castillo por si no te has dado cuenta.

-Lo sé, pero en once meses va a ser el aniversario de la victoria de la Reina Oscura contra las tres diamantes -explicó Leari-. En ese día vendrá a Metalion unos cinco días que es lo que dura el festejo y se hospedara en el castillo. Es ahí cuando entra nuestro plan: podemos matarla mientras duerme y salir sin que nadie se dé cuenta.

-Tenemos once meses para estudiar bien el mapa del castillo, así como los movimientos de los guardias durante el día y la noche, a qué hora ocurren los cambios de turno y los puntos débiles que no vigilan -continuó Francis-. Una vez que tengamos todo eso calculado será fácil entrar.

-Hay túneles secretos que fueron construidos por todo el castillo por la familia real que los oscuros no han podido encontrar pero que nosotros si -informó Leari-. Podemos entrar y salir sin ser vistos por esos túneles, aunque el problema es que son muy complejos y es fácil perderse, pero si adquirimos conocimientos podemos encontrar el camino correcto.

-Tienen todo planeado al parecer, pero les falta una sola cosa -mencionó Marian-. El regente Clark y los guardias que la escoltaran sin perderle la sombra.

-Para eso necesitamos que alguien se infiltre en el baile y distraiga al regente mientras nosotros matamos en silencio a los guardias -prosiguió Leari-. Ya que Francis no es una opción para ellos y yo me manchare las manos estábamos pensando en ti.

-Es tu momento de demostrar que la casa de Francio es valiosa -comentó Francis.

Marian parecía insegura con su plan y no podía culparla también al principio Francis pensó que era una idea descabellada pero cuando escuchó los detalles del plan supo que no era mala idea.



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En el texto hay: diosas, reinas y princesas, guerra

Editado: 26.04.2020

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