Dictamen de Amor

3. ¿Matar por mi vida?

-Ya entiendo todo, me estas confundiendo- dije de forma relajada y mirando el lugar donde habíamos parados

-Claro que no pequeña- respondió con tono de risa

-Claro que sí, yo soy de la Familia Gomes o, Muñoz por mi mamá- dije sosteniéndole la mirada

-Pequeña, no sabes nada de la vida- dijo suspirando

Miré alrededor, había 2 lugares que parecían carpas de dormir, de gran tamaño y de muy mal estado

-Ahora, ¿quién es tu jefe?- pregunté, en ese instante aparece un hombre que parecía de 28 años con una figura intimidante

-Supongo que es éste precioso hombre- dijo saliendo de una de las carpas y  señalando todo su cuerpo

-Regálame de tu autoestima imbécil- dije mirándolo a los ojos, odié como fue él de creído estando yo en esta posición, débil, cansada y estaba segura que pronto no iba hacer capaz de estar más de pie

-Ohh, ¿la pequeñez te molesta?, entiendo, no me gustaría tener tu estatura- respondió con voz prepotente

-Ohh, a mí me encanta mi estatura, además, claro que no soy pequeña- al terminar de decir eso, le pegué una patada en la mitad de sus piernas, cae arrodillado y yo salgo corriendo. No sabía en qué dirección corría pero sí que el hombre que me llevó con ese otro hombre preponte me estaba persiguiendo, miré mi herida de bala en mi brazo y sentí que me mareaba, cada paso que daba me sentía más débil, hasta el punto de perder la noción y caer

Abro mis ojos con gran dificultad y lo primero que veo es a ese hombre preponte de nuevo, cierro mis ojos de golpe para simular que seguía dormida; éste ríe y habla  

-Eso fue patético, correr a la deriva, débil y con un disparo en el brazo- dijo enojado

-¿Qué quieres idiota?- respondí al momento de mirar mi brazo con una venda y con menos dolor que el de antes

-Es que no lo creo, no llegaste ni lejos pero tuviste el valor de correr- me miraba con un semblante de seriedad

-Me necesitas ¿verdad?- dije levantando del suelo el cual dormía

-Me pegaste, o sea que todas las historias de ti son ciertas- hablaba mientras me sujeta del mentón haciendo contacto visual. Me quedé quieta observándolo, ¿había historias mías? ¿De cuáles historias hablaba?

-Te estoy haciendo una pregunta estúpido, ¿qué quieres?- respondí separándome de golpe ante su contacto

-No, no te necesito a ti, necesito a tu familia- dijo saliendo del cuarto cerrando la puerta de golpe; reaccioné y me di cuenta que no estábamos en el mismo lugar, estaba en un cuarto vacío, solo había una sábana el cual dormía yo y  una ventana súper pequeña, me asomé por ella, vi muchos árboles y un lugar que parecía un campo de batalla, me asusté al sentir que alguien jalaba de mi cabello, busqué su mano y la torcí hacia mi cuerpo, lo tiré al suelo de pecho, quedando éste dándome la espalda, subí a él y estaba dispuesta a torcer su cuello

-Ya suéltalo- de nuevo esa voz preponte

-¿Me dejaras ir si lo suelto?- dije haciendo presión al cuerpo de la persona

-Guarda esa fuerza para más tarde- no sabía a lo que se refería, así que golpee a la persona que tenía bajo de mí en la cabeza, dejándolo inconsciente  y traté de hacer lo mismo con ese preponte pero éste me hizo una llave que me dejó inmóvil

-Tanto que aprender pequeña- dijo susurrándome al oído con forma coqueta

-Suéltame por favor- dije con un tono de voz suave, éste afloja la llave un poco y en un rápido movimiento era yo quien lo tenía con una llave

-He practicado un montón ridículo- en ese momento entra 7 personas apuntándome con sus armas

-Tienes dos segundos para que lo sueltes- dijo una persona acercándose a mí, pensé en matar al prepotente pero antes de que lo hiciera, yo ya estaría muerta. Lo solté tirándolo al suelo, este se para y me da golpes en mi rostro, el cual sale sangre de nariz, traté de tirármele encima pero antes de que lo hiciera me cogieron dos personas llevándome fuera del cuarto

Observé todo mientras caminaba sujeta a dos personas, éste sitio era como un lugar de entrenamiento o eso pensaba yo hasta que me empujaron para entrar a un lugar rodeado de mallas de hierro para no poder salir, éste estaba en la mitad del bosque; lo que más me impresionaba es que estaba 14 mujeres más en el mismo lugar que yo e igual de asustadas.

-Las reglas son simples, tendrán 6 machetes para defenderse, pueden hacer grupos, como quieran, pero lo más importante, solo sobrevivirán 3- no entendía lo que estaba pasando, yo estaba quieta mientras veía como las mujeres hacían grupos y tomaban lugares

-¡Ya!-



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En el texto hay: sufrimiento, amor, guerra

Editado: 08.05.2021

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