Él visitante

El visitante

Hace poco tiempo , me encontraba en la acera, volvía del trabajo era un día hermoso, el sol brillaba como nunca,

observe la playa y pensé que podía tomar un poco de sol por la tarde, aunque el mar estaba un bastante movido. se veían olas enormes a lo lejos , habían anunciado tormenta esta mañana .

Al parecer cerca de la costa, estaba todo muy tranquilo.

Me dirigiría a casa para almorzar. Estaba muy feliz disfrutando de cada paso que daba , observaba los pájaros en los arboles , oía el sonido del mar como si fuera música para mis oídos , pensaba que maravillosa es la naturaleza . Camine durante un rato.

De pronto el sol se escondió y se nublo una parte del cielo… cuando estaba llegando a mi domicilio este se cubrió de nubes y comenzó a soplar un viento muy fuerte , escuche un estruendo parecido al sonido de una bomba , inmediatamente aparece una mujer corriendo desesperadamente , llevaba un gato en sus brazos, cayo desplomada en medio de la calle, me acerque junto con otras personas a socorrerla, estaba blanca como un papel, desmayada sobre el pavimento. La ambulancia llego tiempo después...

El gato de mi vecina se encontraba perdido luego del incidente, lo tome en mis brazos y lo traslade a mi hogar. 

Al parecer por lo que dijo la gente , una ola gigante había destruido su ventana, y ella se encontraba en el balcón. Se desato una tempestad muy fuerte, en cuestión de minutos, las olas tomaron gran altura y llegaron a la costa. En mi hogar no había sucedido nada, porque a pesar de estar en el mismo edificio, la orientación de mi apartamento era hacia el oeste , poseía una pequeña ventana lateral y mi balcón daba hacia la acera.

Tome una vasija , para brindarle agua a mi visitante, me dirigí al placard y busque una frazada que extendí sobre el suelo, por si quería dormir sobre ella. Pensé en convidarlo algo de comer, así que busque unos restos de carne de la cena, que tenia en la heladera. Parecía estar muy asustado, porque cuando me acerque para ofrecerle el alimento, se escondió debajo de la mesa del comedor. Decidí dejarlo tranquilo y depositar sobre el suelo un recipiente con agua y otro con comida, el solo iría cuando tendría hambre o sed, no era mi intención asustarlo mas.

Tendría que avisar de alguna manera a la dueña del gato, pero como la habían trasladado, seguramente al hospital en ambulancia . No tenia manera de comunicarme con ella. Así que decidí ir hasta su domicilio y tirar un papel por debajo de la puerta que decía:

-Hola, soy su vecino del piso de arriba , lamento lo que paso. Tengo a su gato quédese tranquila ,yo lo cuidare hasta que Ud se reincorpore a su hogar, espero que lo suyo pase pronto atte, Jorge.

Habían transcurrido dos días y el gatito estaba mas tranquilo, acostumbrándose a mi casa, comía y bebía sin problemas, dormía en la cama que le había preparado en el suelo , a veces subía al sillón y yo lo dejaba, era muy dulce y dócil, se podía ver una tristeza en su mirada. Imagine que estaría extrañando a su dueña, así que trate de darle muchos mimos y atenciones. Lo veía a veces mirar hacia afuera, le gustaba observar a la gente que pasaba por la acera, el mar se veía lateralmente por mi ventana y el mantenía la mirada hacia el, seguramente le llamaría la atención, tengo entendido que los gatos son muy curiosos...

Esta mañana , recibí la visita de una señorita llamada Antonia, de cabello moreno, tez blanca y cuerpo delgado, era amiga de la dueña del gato, se había enterado por medio de mi mensaje , que el estaba en mi casa y me aviso que en unos días ya le darían el alta a su amiga , me agradeció muy amablemente, le conteste:

- De nada un placer, para lo que necesiten.¿ Como esta ella?

- Por suerte recuperándose no fue nada grave, solo el shock emocional, contesto.

Ahora me encontraba volviendo a mi casa, había salido a realizar unas compras.

Popi, así me dijo Antonia que se llamaba el gatito, seguramente estaría esperándome tras la puerta, parecía que sabia cuando regresaba con comida y le gustaba husmear las bolsas.

Abrí la puerta y camine hacia la cocina para dejar mis compras, Popi seguramente estaría durmiendo, comencé a llamarlo, me resulto raro que no viniera a olfatear lo que traía. Seguí diciendo su nombre y el gato no aparecía , ya estaba preocupándome mire debajo de la cama, dentro el placad, en el baño y no lo encontraba.

De pronto… observe la pequeña ventana lateral, y oh Dios mio! me la había olvidado entreabierta, seguramente se había escabullido por ahí. ¿Y ahora que haría? Pensé en su dueña y en todo lo que le había sucedido y el disgusto que seguramente le iba a ocasionar cuando le dijera:

– lo lamento su gatito en un descuido se me escapo.

Tenia que hacer algo, decidí salir a la calle a buscarlo...