Antes que la hora de almuerzo termine le pido a un profesor que me deje ir al baño y parece que está más ocupado hablando con la profesora de Arte que preocupado porque me estoy escabullendo. Me hace una seña y me alejo.
Salgo a los pasillos vacíos, Cameron me pidió que nos viéramos en la parte de atrás, cerca de la salida de emergencia.
Mi corazón se acelera con anticipación por lo que sea que quiera decirme.
Me acomodo el cabello y suspiro cuando recuerdo que sigo con esta chaqueta pero quitármela no es una opción. Toco mis labios y me arrepiento de no haberme retocado el brillo labial.
Cruzo y lo veo ahí, sentado en las escaleras que dirigen a la segunda planta. Cameron está con el teléfono y la mochila a un lado. Mis pasos hacen que eleve la mirada y mis latidos se detienen por un segundo.
Llego finalmente donde él está y le sonrío. — ¿Hola? ¿Pasa algo?
Cameron mira a los lados y me hace una seña para que me siente a su lado. Respiro profundo antes de hacerlo.
—Um, ¿Qué pasa? —digo, juntando las piernas.
Cameron recuesta un brazo en el barandal de metal. —Oye Harmony, a ti te gusta este día, ¿verdad?
Me encojo de hombros. —Um, sí, sí supongo.
— ¿Por qué te gusta? —pregunta, frunciendo el ceño.
Hago una mueca antes de responder. —Bueno, porque es divertido. Ya sé que me has dicho que todo es para crear una necesidad en las personas y hacerles creer que tienen que gastar para demostrar su afecto pero es lindo y es como tu cumpleaños, es un día más pero lo haces especial.
Respira profundo. —Y para ti, ¿crees que es especial si algo sucede?
Levanto una ceja. — ¿Algo?
Asiente. —Sí, digamos que… bueno, eso que pasó con Jack, ¿Piensas que es especial? No me refiero a él, me refiero a eso.
Siento que a él le está costando mucho trabajo expresarse. —Um, sí, depende. Digo, no lo sé. Conozco a Jack entonces fue algo… inesperado pero si hubiera sido un extraño sería raro, ¿no?
— ¿Y si hubiera sido yo?
Mi corazón deja de latir, ¿es esta su forma de confesar sus sentimientos? Puedo sentir una corriente eléctrica recorriéndome por todo el cuerpo. — ¿Si fueras tú? —tropiezo con mis palabras.
Asiente. — ¿Qué pensarías? ¿Pensarías que es ridículo?
— ¡No! —Digo un poco demasiado alto—. No, no pensaría eso. Pensaría que es un lindo gesto, que es algo inesperado pero agradable.
— ¿Aunque sea cursi?
Trago saliva. —Pero no es cursi para mí, me refiero a que, tal vez… mira, si yo hubiera hecho eso contigo, hipotéticamente hablando, creo que pensarías que es cursi pero para mí no lo es.
—Ah, creo que ya entiendo. Tú piensas que depende del receptor, no del emisor.
Asiento. — ¿Por qué preguntas?
—Es solo curiosidad —aclara la garganta—. Entonces, pensarías que fue algo tierno, pero ¿Por qué es tierno? ¿No prefieres algo más privado?
Mi corazón sigue agitado y tengo que tomar otra larga respiración antes de responder. —Bueno, puede ser. Quizás, no sé, algo solo… nosotros…
— ¿Nosotros?
—No, ósea, hipotéticamente —rio nerviosa.
Cameron suspira. —Todo esto es demasiado. No entiendo todavía porque hay que hacerlo tan complicado, ¿no es más fácil decir las cosas como son? Los globos, las flores, los chocolate si todo eso irá a la basura o se arruinará y ya. Es mejor hacer más que eso.
Veo a Cameron intentando leer sus pensamientos pero claramente no lo logro.
— ¿Por qué me pediste que viniera ahora? —tengo esperanza que quiera ser honesto ahora.
Cameron gira el rostro y me mira a los ojos. Sigue causando un huracán en mi interior e incluso me hace sentir un poco mareada.
— ¿Cómo le dirías a alguien que te gusta? —pregunta y por primera vez en la vida escucho que tiene algo de timidez.
Lamo mis labios. —Ah, ¿Cómo? Um, bueno, no lo sé…
—Pero, ¿qué harías? Si fuera yo, ¿Cómo me lo dirías?
Podría reírme por la ironía de esta situación. —Bueno… tal vez te diría que tú, um, me gustas…
—No —interrumpe—. Hazlo bien, quiero que finjas que te gusto y que me lo digas, ¿Qué palabras usarías?
Respiro profundo. —Te diría que eres especial para mí, que siempre he creído que eres diferente y que me gustas. Me gustas mucho.
— ¿Por qué te gustaría alguien como yo? —su pregunta suena como si me estuviera haciendo una entrevista.
Aun así, respiro profundo y sigo “pretendiendo” —Bueno, porque nos conocemos desde hace años.
— ¿Y si no fuera así? —vuelve a interrumpir.
Levanto un hombro. —Porque eres… digo, yo pensaría algo así como que eres lindo.
— ¿Y qué más?
Juego con mis dedos. —Pues, no lo sé, solo me gustas. Hipotéticamente hablando, claro. Mira, yo creo que a veces solo te gusta una persona y no tiene sentido.
Cameron frunce el ceño. — ¿Solo te gusta?
Asiento. —Sí, es así. A veces te despiertas y te das cuenta que has estado pensando en esa persona por mucho tiempo, que quieres verla otra vez y que esperas que algo suceda.
Él resopla. —Suena como una película, ¿realmente crees que puede ocurrir de esa manera?
Me encojo de hombros. —Sí. No creo que planeamos que nos guste alguien, solo sucede.
—Interesante —dice—. Entonces, ¿crees que si un día me despierto y me doy cuenta que quiero volver a ver a alguien puede gustarme?
—Tal vez.
— ¿Y si digamos, que fueras tú, me creerías? Digo, que un día yo te lo confiese a pesar que ya nos conocíamos.
Mi corazón vuelve a dar un salto mortal. ¿Puede que Cameron esté a punto de confesar sus sentimientos?
—Sí te creería, solo tendrías que decirlo, ser honesto y real —mi estómago está lleno de mariposas ahora mismo.
—Um, pero, ¿Cómo debería hacer una confesión? —de nuevo suena tímido.
—Solo di lo que sientes —sugiero, esperando que este sea finalmente el momento que he esperado.
— ¿Lo que siento? —Entorna los ojos—. No sé qué decir.
—Vamos —estiro la mano y toco su brazo—. Inténtalo.
#1357 en Joven Adulto
#8308 en Novela romántica
romance juvenil y humor, mejor amigo del hermano, amor amistad confesiones
Editado: 15.02.2025