—Tengo que irme —Cameron gira y se aleja sin decir nada más.
Yo tengo que ir a clases pero no puedo moverme. Estoy repasando esas palabras una y otra vez. Cameron lo sabía, tal vez lo ha sabido desde hace mucho tiempo. Nada tiene sentido.
Podría llorar, realmente este es el mejor momento para hacerlo pero no quiero llorar. He llorado tantas veces por Cameron y no ha valido la pena.
Cameron lo sabía. Cameron… ¿Por qué?
Entiendo que tal vez yo no le gustara pero, ¿Por qué dejó que mis ilusiones subieran al cielo? ¿Por qué nunca dejó en claro sus sentimientos?
¿Por qué?
Y ahora se ha ido, está de camino a verse con Bayle y le dirá todo lo que pensé que me diría. No puedo creer lo tonta que he sido.
Me tomo el estómago porque de pronto me duele. También la cabeza y la garganta me arden. Mi respiración se acelera y creo que estoy mareada. Todo mi cuerpo está procesando lo que es tener un corazón roto. No, roto no. Pateado.
Lentamente me muevo por el pasillo escuchando cada vez más el sonido de las voces de todos los demás. La escuela está a dos periodos de terminar y luego será el festival.
El tonto festival.
Llego a mi casillero y mi corazón se hunde más cuando veo los pastelillos. Cada deseo ha acabado en el pozo de la decepción y la humillación. Cada deseo Cameron lo retorció entre sus dedos y lo lanzó lejos.
Respiro profundo cuando escucho mi nombre. Volteo y veo a Enzo, al lado de algunos de sus amigos.
—Hey —saluda.
Fuerzo una sonrisa. —Hola, ¿Qué hay?
Mira dentro de mi casillero. —Rayos Harmony, ¿de dónde te robaste tantos regalos?
Veo el ramo que me dio Jack junto con la otra rosa y los chocolates a un lado de mis pastelillos. —No me los robé.
Enzo abre la puerta más. — ¿Qué? No me digas que tú y…
— ¡No! —sé que mencionará el nombre del innombrable y no quiero eso ahora.
— ¿Entonces? —pregunta, curioso.
Ruedo los ojos, tomo una de las cajas y la abro. —Toma uno y vete.
Eleva una ceja. — ¿Qué? ¿Realmente me estas regalando esto?
Me encojo de hombros. Ya no importa lo que haga con estos así que puedo dárselos a quien yo quiera. —Sí, toma uno y sé feliz. Disfruta de todo mi trabajo duro y mi dedicación, tal vez tú si lo valoras.
Enzo frunce el ceño. —Espera, Harmony, ¿estás bien? ¿Pasó algo?
Si lo digo lloraré y no quiero hacerlo. Además, a la única persona que se lo contaría sería a HeeSoo. —Estoy bien —miento.
Enzo toma uno de los pastelillos dejando así, tres espacios vacíos ahora. Tres deseos como el resto, perdidos.
—Oye, yo no me quedaré a ese festival así que me llevaré a Dallas —dice—. ¿Te regresas con HeeSoo?
El plan era regresar con Cameron. —Um, sí, supongo.
Aunque ella tiene una cita pero tal vez pueda esperarla por ahí o caminar. No sé, no importa. Ahora no importa nada de eso.
Mira el casillero y sonríe. —Si quieres en la salida me das eso y lo llevo, seguramente estarás ocupada en el Festival con tu admirador secreto.
Arrugo la nariz. —Fue Jack, él me dio todo eso.
Sonríe de lado. —Ah, no me sorprende. Jack y su raro enamoramiento por ti, tienes suerte hermana.
Chasqueo la lengua. —Cállate. Jack es… ahora no me interesa nada, he renunciado al amor. Odio el amor en realidad.
Enzo le da un mordisco. —Sigue odiándolo pero haz más de estos, eres buena.
—Gracias —al menos a las personas les gustan mis postres—. Y si, supongo que más tarde te daré esto para que te lo lleves.
—Claro y si quieres me dejas el resto de los pasteles, con gusto me los comeré todos.
Típico Enzo. —Claro, gracias.
Enzo levanta el pulgar como despedida y sigue con su camino luego de acercarse con sus amigos. Los veo alejarse.
Cierro la puerta aun sosteniendo una de las cajas. He decidido regalarlos porque es obvio que no se los daré a Cameron. No se los merece.
Sigo avanzando hasta que veo a HeeSoo hablando con Fred. Dudo un segundo si debería interrumpirlos pero al final me acerco y ambos dejan de hablar para verme.
— ¿Quieren? —abro la caja.
Fred sonríe pero HeeSoo me mira preocupada. Es mi mejor amiga por supuesto que sabe cuando algo no va bien. Le contaré todo después pero ahora no es el momento. Además, no quiero arruinar su día especial con Fred.
Fred toma uno. —Gracias Harmony.
—De nada —miro a HeeSoo—. Toma dos, sé que te gustan.
HeeSoo sonríe. —Gracias pero solo uno, tal vez otro día me haces más.
—Sí —digo, cerrando la caja—. Um, bueno, sigan con los suyo.
HeeSoo parece que quiere decirme algo pero me muevo lejos antes de arruinar su momento con Fred. Bajo la mirada a la caja. Cinco pasteles se han ido para siempre.
Cinco deseos se han ido para siempre.
Por caminar con la mirada en los postres no me fijé y alguien pasó a mi lado, me tropecé y la caja se cayó al suelo. No tengo que tomarla devuelta para saber que cayeron sobre su cubierta y seguramente se arruinaron visualmente.
Me inclino para tomarla cuando veo unas manos estirarse y subo la mirada.
Es Bayle.
Automáticamente volteo a los lados buscando a Cameron porque pensé que estaría con ella pero no, solo es Bayle.
—Ten —dice.
Tomo la caja. —Ah, gracias —le doy la vuelta y sin duda se arruinaron.
—Oh… —ella también lo nota.
No quiero ser mala con Bayle pero ahora mismo no quiero estar cerca de ella. —Bueno, gracias.
Digo avanzando para rebasarla. Este día está empeorando cada vez más, tal vez es na pesadilla. Debe serlo.
Llevo al salón de clases y dejo la caja sobre el escritorio. Suspiro cuando me siento y recuesto mi cabeza entre mis manos.
Poco a poco comienzan a llegar mis compañeros y yo veo hacia un punto fijo en el suelo. Ya no importa nada realmente, solo quiero irme de aquí.
Recuerdo que le dije a Jack que lo acompañaría en el Festival pero tal vez pueda hablar con él y decirle que no iré. Puede que se enoje pero la verdad no estoy de humor para ver como todo mundo alrededor celebra el amor y son felices.
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Editado: 15.02.2025