CAPITULO 2. UN HERMOSO AMANECER

Después de 3 horas de viaje de Nueva York a Boston...

El auto se desliza por la carretera y, finalmente, llegan a un encantador vecindario en Boston. La casa de dos pisos, de fachada impecable, se alza con gracia entre las calles arboladas. Dennis y su madre Mia Sharostov bajan del vehículo, respirando el aire fresco de un nuevo comienzo.

Dennis recorre con detenimiento cada rincón del hogar mientras los trabajadores descargan la mueblería, los electrodomésticos, decoración y cosas de valor. Afuera, algunos vecinos se asoman a murmurar, curiosos por saber quiénes habrán tomado residencia en tan bonita casa.

- Dennis, ya estamos aquí. no está mal ¿verdad? Es lo mejor que pude encontrar y a un precio razonable. Por cierto, sube a ver tu nueva habitación -anuncia su madre con voz calmada.

Al ascender las escaleras, Dennis descubre su habitación y cuando lo hizo no tuvo alguna emoción, solo dio un suspiro leve y grave, siendo para el algo parte de la rutina.

Una hora después...

Dennis comienza a instalar sus pertenencias: cuelga sus posters anime, acomoda cuidadosamente su estantería para las figuras de cómics y videojuegos, y ensambla su cama, ansioso por descansar tras el cansancio del viaje.

Mientras tanto, en otro rincón de este nuevo mundo.

Un grito rompe la calma:
-¡Serena, baja! ¡Hay que desayunar!

-mm?

Serena despierta lentamente, confundida por la voz que la llama.

Al incorporarse y estirarse un poco en su ventana habia una luz reconfortante.

Entonces sus ojos se iluminaron por ver al sol tan radiante y cálido.

-¡Wow, qué hermoso día!

Bajando a la cocina, se encuentra con su madre Katherine Williams preparando hotcakes en una mañana llena de energía. Su madre la recibe con dulzura:
-¡Hola, querida! ¿Cómo dormiste, cariño?

-fantastico, mamá, dormí muy bien.
-responde Serena, con una sonrisa sincera.

Serena con curiosidad miraba a cada rincón de la casa sintiendo que alguien faltaba.

-Por cierto ¿dónde está papá, mami?.

Su madre estaba emplatando los hotcales.

-Tu papá se fue a la ferretería porque la tubería del lavamanos no funciona bien. Pero no te preocupes, él siempre sabe cómo arreglarlo.

-Uy, qué mal... pero ya lo solucionará enseguida, mi papá es genial -dice Serena, con la seguridad de conocer el valor de su familia.

-Jejeje, lo sé, Querida. Tu padre es increíble.

Serena felizmente comía y después se limpió la boca con una servilleta.

-Ya terminé, mamá. Gracias por el desayuno, estuvo muy delicioso. Voy a mi habitación a estudiar un poco más, mañana volvemos a clases para continuar con el segundo semestre.

-Ah! en la tarde saldré con Jessie, Chloe y Rose al centro comercial, ya sabes, tarde de chicas antes del caos- Serena anunció levantandose de la mesa.

-Si Querida, solo ten cuidado cuando camines por la calle.

Con determinación, Serena se retira a su habitación.

Tras una intensa sesión de estudio, se prepara para salir: se quita sus anteojos grandes y redondos transparentes para darse un baño, se arregla su cabello de aspecto algo voluminoso, largo y ondulado de castaño claro. Se viste con un lindo vestido, calza unas botas café con pequeños tacones y maquilla levemente su cara y se corona con un sombrero color vino y vuelve a ponerse sus anteojos parpadeando para enfocar su vista.

Con el celular en mano, llama a Chloe:

-Hola, Serena, ¿ya estás lista? Te estamos esperando.

-Claro Chloe, ya estoy saliendo -responde Serena, mientras desciende las escaleras.

Antes de partir, se acerca a su madre y le regala un beso en la mejilla:
-Bueno, mamá, ya me voy; te llamo cuando pases por mí.

Su madre la abraza con ternura

-Cuídate, hermosa, que tengas un excelente dia.

Serena abre la puerta cruzando el umbral y camina por la acera de la calle, acompañada de su música favorita con sus auriculares inhalambricos , y en poco tiempo llega al centro comercial. Allí, encuentra a sus amigas esperándola.

-¡Hola, chicas! ¡Ya estoy aqui!

Chloe, una chica de cabello negro con un moño color azul, de ojos cafés y piel de tez blanca corria hacia Serena y mas adelante estaban sus dos amigas esperándola.

Chloe llega y abraza efusivamente a Serena

-¡Qué alegría que llegaste, amiga! ¿Nos vamos?

-¡Claro! ¡Vamos a divertirnos!

Serena y Chloe alcanzan a sus amigas y también la recibieron con entusiasmo.

Mientras caminan juntas, Serena se siente afortunada de contar con amigas tan leales.
Con Rose, una chica de ascendencia asiática, con cabello corto de color negro con un mechon rosa y tez levemente bronceada. Conoció a Serena cuando tenía 9 años. Es la voz de la razón: directa, leal y con gran sentido de la justicia, siempre dice lo que piensa sin preocuparse por agradar.

Y con Jessie teniendo el cabello rubio natural de tono claro, piel blanca que se colorea fácilmente y siempre lleva lentes de sol. Su cabello lo lleva en coleta alta. Conoció a Serena a la misma edad, 9 años. Es extrovertida, coqueta, llena de energía y con un estilo de diva marcado. Aunque parece superficial, es leal y siempre defiende a sus amigos.

Y con Chloe conociendose desde muy pequeñas a los 5 años.

El grupo recorre varias tiendas: se detienen en una boutique para elegir ropa y maquillaje, luego se divierten en los bolos consiguiendo excelentes puntajes, y más tarde disfrutan de una película en el cine. Al salir del cine, deciden ir a comer unas hamburguesas.

Sentadas en una mesa, entre risas y charlas, Jessie rompe el silencio con una pregunta que hace ruborizar a Serena.

-Serena, nos hemos preguntado desde hace tiempo, ¿por qué nunca te hemos visto con un chico? Ya sabes... ¿un novio?

Rose se suma:
-Sí, Serena, ¿por qué?

Incluso Chloe repite la pregunta pero de manera casual y amistosa

-Vamos, Serena, ¿no hay nadie quien te guste?