-Señorita Shaylee, señorita Shaylee- en ese momento reaccioné y dirigí la mirada hacia el profesor de historia encantada- ¿Se encuentra bien?.
-Sí, em, otra vez en mi mundo de fantasía.
-Princesa Shaylee, sé que usted está muy preocupada por el matrimonio que dentro de unos meses va tener, pero eso no le impida cumplir sus objetivos.
- ¿Como profesor? Si ellos no me escuchan.
-Eso es verdad - en eso mi mejor amiga de la infancia, Monse, hija de la diosa del fuego, se levantó de su asiento a defenderme - ella quiere detener todo el mal que sus padres han hecho, pero por ser la hija títere no la escuchan.
Era verdad, mi vida siempre había sido controlado por mis padres, desde lo que voy a vestir, lo que voy a comer, a donde tengo que ir, incluso el esposo, me habían comprometido con el príncipe del verano, Asher Ross, el chico más lindo y más presumido de toda mi escuela.
-A lo menos si le dieron un novio de buena familia - dijo una de mis compañeras-.
- ¿¡BUENA FAMILIA?! No sabes lo mal que me tratan, incluso ellos me regañan solo por querer tener un amigo silfo, y eso que mi "prometido" puede estar rodeado de chicas y no le dicen nada.
-Ellos por obvias razones confían en él, pero a tú, ni siquiera tus padres te confiarían.
- ¿Es por la música, ¿verdad?.
- Claro que no, -dijo mi otra amiga Rosalba, hija de la diosa de la tierra- nadie se fija por la música que escucha, hablo de tu pureza, ellos solo quieren que llegues al matrimonio con la sangre pura, pero descuida, ya verás que ese día tus padres se darán cuenta que él siempre ha tenido la sangre manchada en sus venas.
-Tienes razón, gracias Rosalba.
La sangre pura es un símbolo de fidelidad y amor en el matrimonio, cuando la novia y el novio llegan al matrimonio con la sangre pura eso significaba que sería una feliz y armoniosamente, lo que obviamente mi familia desea, pero en realidad solo lo desean para unión de poderes, después me desecharan y yo quedare como una tonta princesita utilizada, lo que no han pensado es como mantener la descendencia, yo crecí siendo infértil, seguro ni les importa, solo con que ganen poder y ganancias, está bien por ellos.
Las clases habían terminado y durante el camino, estaba pensando en una forma de hacerle convencer a mi familia de poder asistir al cumpleaños de Monse, que era hoy en la noche, llegué al castillo y me topé con una amargosa sorpresa, mis "suegros" habían venido de visita otra vez a hablar de negocios, y con negocios, habla de mi matrimonio.
-Ya llegué mamá.
-Escuche que esta noche tienes una fiesta -dijo con su tono serio, como siempre se acostumbra a hablarme- ¿De quién es esa tal fiesta?.
-Descuida madre, es de Monse.
-Oh, en ese caso, si te dejo ir, solo con una condición.
- ¿Cuál? - odio sus condiciones, pero de alguna u otra forma tenía que aceptar para que me dejaran ir.
-Iras con tu prometido.
-El no podrá asistir - dijo la reina Elizabeth con una sonrisa malévola en la cara- tiene clases de esgrima.
-Esa no es excusa -Mi salvación apareció ante mis ojos- madre, mi hermana se va a casar dentro de unos meses, tiene que disfrutar con sus amigas los últimos meses de soltera que le quedan, además, es la hija de la diosa del fuego, y sabes que a ella no le gusta que prohíbas ir a Valeria a las fiestas de su mejor amiga.
-Gracias - susurrándole-.
-Me temo que es verdad, está bien iras, como quiera, has demostrado ser capaz de no hacer una tontería, solo regresa a las 12:00 am.
-De acuerdo, muchas gracias, madre -dando una reverencia- con su permiso, me retiro a mi cuarto.
Mi hermana mayor era como una héroe para mí, siempre a mi rescate, estaba tan emocionada que ni me di cuenta con quien chocaba en mi camino, para suerte eran solo estatuas, me di una ducha ligera (eso porque a primera hora tuvimos entrenamiento de esgrima y vuelo) y me arregle con mi mejor vestido, maquillaje y accesorios, y me dirijo a la carrosa que me estaba esperando en la entrada, pensando que iba a hacer feliz de la vida, y todo se echó a perder cuando veo al odioso del príncipe Asher en el carruaje.
- ¿A dónde tan dark, mi princesa?.
-Uno no soy dark, soy gótica, segundo, voy a la fiesta de mi amiga Monse y tercero -subiéndome al carruaje- no soy tu princesa.
-Piensas que te voy a dejar ir así nomás -acercándose a mí-.
-Claro que si tengo el permiso de mi madre -aventándolo hacia otro lado-.
- ¿Y el de mi madre?.
-Tu madre no cuenta.
-Ella será tu futura suegra, además debo asegurarme que te encuentres a salvo.
-Tú tienes clases de esgrima querido - aventándolo del carruaje- y descuida no necesito un héroe, porque no soy tu damisela en peligro y dile a tu madre que no necesito su permiso (ella no es mi jefa), vámonos Meg.
En el camino, a veces me reía de la cara de inocente que tenía cuando lo avente del carruaje, él se hará el inocente y puro, cuando en realidad él era el malo, llegando al castillo de Monse, fui recibida por ella y le conté todo lo que había pasado, nos echamos a reír con lo ridículo que se había visto, entre a la sala principal y me quede allí esperando a que los demás invitados llegaran, el ventana daba una hermosa mirada hacia el invierno, en ocasiones me he sentido atraída por su belleza, como si esta me quisiese decir algo, pero es difícil descifrarlo, la música fue quien me saco de mis pensamientos y me llevo al centro del lugar con mis amigas a disfrutar del verdadero rock n' roll, pasaron unos minutos y después de tanto cantar y sacudir la cabeza, me dirigía por un vaso de agua cuando sin querer me topé con alguien haciendo que ambos cayéramos al piso.