-¡No!, ¡no puede ser! Yo no le he matado
-¡Si .Lo has hecho!-dice otra voz glorificada
-Es imposible-tiro hacia abajo de mis cabellos -¡Esta no puede ser mi realidad!
-Lo hemos hecho juntas. Yo te he ayudado. Recuerda lo que sentiste. Tus manos en su cuello y el cuchillo que entraba dulcemente una ,y otra y otra vez en su cuerpo mientras su vida se le escapaba por los agujeros producidos, manchando hermosamente todo tu cuerpo de rojo, como artista que se mancha al confeccionar una obra de arte.
- ¿Pero por qué?-ya no he podido aguantar las lágrimas- yo le quería, yo le amaba.
- ¡Pero él nunca te amo!- dijo la voz enojada – Solo te usó, te dió migajas de cariño a las cuales aferrarte y se quedó con el resto para las otras, no titubeó en golpearte cuando llegaba ebrio o molesto a casa ¿o sí?
- Eso no es cierto. Él si me amaba, lo que su amor era diferente, complicado, sólo necesitaba paciencia
- ¡Fueron 10 años estúpida! 10 años de dolor y aislamiento para ti ,10 años de miseria, 10 años de disimular mientras tus amigas te notaban cambiada, dolida, ya sin alma.
-¡Pero me duele!-grité con toda la tristeza y furia de mi interior-¡duele! ¡Le extraño! ¡Le necesito!
- ¡Deja de ser idiota!-me aprieta fuerte por los hombros- ahora respira, siéntelo, la paz de tenerlo lejos, la felicidad de tu piel que no volverá a ver un moretón, el éxtasis de saber que vas a recuperar tu sonrisa, a tus amistades, a tu familia ¡a tu vida! Yo sé que lo sentiste porque en su último suspiro vi tu primera sonrisa en 10 años. ¡Yo lo vi!
-Lora, ¡despierta!- abro los ojos estoy en una habitación donde todo es blanco, impecable y limpio, parece un hospital-Hola Lora-me dice una muchacha-¿Te sientes bien?
-Eso creo
-Ya estas estable, tú esposo quiere verte
- ¿Mi esposo?-¡no puede ser él está muerto! ¡Él tiene que estar muerto!
-Si. Te trajo al hospital luego de una crisis psiquiátrica. No te preocupes todo está bien
-¿Que no me preocupe?-dice la voz- ¡Ese desgraciado debería estar muerto! ¡Díselo Lora! ¡Cuéntale! ¡Cuéntale todo! ¡Dile que no estás loca! ¡Que no le deje entrar, que acabará con tu vida, que necesitas que te proteja de él! ¡Que te va a matar! ¡Que por eso debías hacerlo tú primero! ¡Díselo por favor!-
- Dígale que pase. Lo he extrañado.