«Que los problemas no te dominen, camina lentamente, luego mira el cielo, y quédate allí por unos segundos, reflexiona, llora, grita, pero solo esta noche, no ninguna otra. Ellos se irán cuando se den cuenta que los superaste, solo así... solo así, podrás con ellos».
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Sostuve en mis manos aquel objeto que ni pensaba (y mucho menos imaginaba) que volvería a aparecer ante mí. Sonreí al recordar que las canciones que había allí no eran más que j-pop, en mi defensa puedo decir que estaba bastante obsesionada con ese género, (y ahora también, no lo puedo negar), pero en aquella faceta estaba mucho más sumergida, YouTube únicamente me recomendaba openings de animes, y yo en vez de oír el opening, me iba inmediatamente a verme el anime.
Niego sonriente, aquella época sí que me encantaba, a pesar de que mi madre fuese de esa manera, yo siempre sonreía, porque me dejó aprender japonés también, y ahora que lo pienso, no he vuelto a hablarlo más. Hay, como me divertiré mañana con las chicas. Como me divertiré.
Pongo los audífonos al mp3, necesitaba saber cuánto grado de estupidez había en mí a esa edad. Tragué saliva antes de comenzar a reproducir las canciones. Reí al momento de escuchar aquella canción. Dios mío, no cambio ni al pasar los años. A todo pulmón me pongo a cantar, lo siento madurez, hoy te me escapas de las manos, esto es infancia, y la infancia se siente en contra de todo prejuicio.
Mamorubeki mono nante, nayamu made mo naku hitotsu shika nakatta
Sakebi koe no kodama, Munashiku hibiita fukai mori no oku ni,
Namida wo koraerareta riyuu wa, kasaneta yubi no nukumori no sei
Kimi ga inai mirai, Imi nado nai mirai, Nido to hanashitari wa shinai kara,
Kimi to nozomu sekai, Mita koto nai sekai, Jikuu wo koete haruka tabisuru bokura.
Mordí mis labios al saber que ese fue el primer anime que me robó la mirada, y hasta el día de hoy, con mis casi veinticuatro años, lo sigo amando. Creo que no me quedará de otra que volvérmelo a ver, esta canción me lo trajo de vuelta, y no es verdad que va a pasar de largo y no lo veré, no señor. Me lo estaré viendo en cuanto las chicas vengan mañana. Limpié las lágrimas intrusas que dejaron mis mejillas al escuchar esta preciosidad, ah, como adoro a Inuyasha. Uno de los mejores animes de la infancia. Sin lugar a duda.
Tooi michi no saki de anata no koto wo zutto omou
Kinou no youni kanjiru deai wasure wa shinai
Tooi michi no saki ni anata ga ireba mitsumeaeru
Kawaranu ai mamoru sou eien ni wasure wa shinai
Oh sabishisa de toki ga nagarenakunattemo
Oh dono michi mo anata he to tsuzuiteru kara
Kanashimi wa sugu ni suteru no koko ni wa
Namidairo no kimi utsuranai kedo
Ima wo ikiru watashi no sugata dake todoite hoshii
—Joder, ¿en serio le iba a mostrar estas canciones? Dios, no me lo puedo creer —agarro mi rostro avergonzada por la yo de hace 7 años—. Estaba completamente loca si pensaba que le iba a mostrar esto, pero... estos eran mis sentimientos hacia él, y pensar que hasta openings hay, sin duda estos son los que más amo. Son un diamante en bruto comparados con los de ahora —continúe escuchando las canciones que había en el mp3, hasta que aquel tono de llamada capturó toda mi atención
—Hablando del rey de roma.
Descolgué la llamada bastante cautelosa, a mamá se le olvidó llevárselo, lo que fue bastante conveniente para mí, pero no para las enfermeras que, si me ven con esto, me matan.
—¿Sí?
—Que alivio que estás despierta, pensaba que estarías acomodándote con las sábanas —ríe un tanto avergonzado, escucho unos ruidos de fondo, pero estos de repente se dejan de escuchar—. Que sepas que estar haciendo esto es de lo más vergonzoso, e irritante si me permites opinar, no puedo creer que de igual manera te haya hecho caso, debo estar volviéndome loco a estas alturas
Reí ante aquello, no se lo podía negar, a estas alturas, me he dado cuenta de que, de adolescente, era sumamente ingenua... y que lo amaba demasiado para mi propio bien.
—Vamos, no te burles, mis empleadas me estaban preguntando por qué mi extraña actitud, incluso no pararon de mirarme curiosamente cuando me fui. Lo que haces que haga.
—Me hubiese gustado ver aquella faceta tuya, siempre te veo altivo, sin vergüenza, y con suma confianza, algo como eso sería perfecto para nuevos recuerdos de ti —gruñe con molestia, y yo solo me quedo observando el mp3, tú serás el siguiente, aunque por ahora no, no tan pronto—. Ya, dejaré de fantasear con facetas graciosas tuyas Liam, ¿qué tienes para mostrarme?
Se aclara la garganta, y en mis pensamientos está como puede estarse pasando las manos por su rojiza cabellera. Esperé ansiosa por la canción que me mostraría, estaba segura de que no serían muchas, estaría pidiendo demasiado de ser así
—¿Y? ¿Cuáles son las elegidas Albertson?
—Lo bueno de todo esto es que no estás presenciando mi momento de vergüenza, eso sí que me haría un hombre bastante miserable por los próximos días, y me refiero, obviamente, a las burlas de nuestra queridísima modelo —escuché como la melodía estaba inundando el celular, me mantuve muy atenta a la letra.
Saying "I love you", is not the words I want to hear from you, It's not that I want you, not say, but if you only knew, how easy. It would be to show me how you feel, more than words, is all you have to do to make it real, then you wouldn't have to say, that you love me.