Capítulo Dieciocho

¡PIC-NIC!

—Se supone que hemos venido a remodelar, pero ¿remodelar qué exactamente? Yo creo que Anne ya ha hecho mucho en esta casa.—Exclamo sin importar que Harry, su hijo, este aquí. Noah y él se encuentran jugando videojuegos mientras Ella y yo estamos arreglando nuestras uñas, bueno las mías, ella solo me ayuda a pasarme ciertos objetos que le voy pidiendo.

—Si, es lo que Harry y yo también pensamos, pero aquí estamos, hay que aprovechar los días que estemos aquí.—Arqueo una ceja viendo como ellos dos festejan la victoria de haber ganado. No sé exactamente de qué trata el juego, lo único que he entendido hasta ahorita es que son una buena pareja.

—¿Cómo? ¿Jugando a los videojuegos?—Están a punto de iniciar otra partida, pero Ella sale corriendo en dirección a su padre, salta para poder sentarse en sus piernas, amo las bellas sonrisas que ella le regala a su padre, se ven muy tiernos, a pesar de que Harry no es la persona más sonriente del mundo, al menos no cuando yo estoy frente a ellos.

—¿Qué sugieres tú?—Harry me mira impaciente por lo que sea que vaya a decir. Antes de venir con ellos, Ella y yo habíamos estado hablando de lo aburrido que es estar en casa teniendo un lugar tan bonito, sé que he dicho que no me agrada la idea de estar cerca del “Corredor de los Tornados”, pero es una gran idea ver lo que hay en esta ciudad, además estamos en las fechas señaladas como correctas para vacacionar, y supongo que una excursión a nuestro alrededor estaría perfecta. Así que Ella y yo estuvimos pensando en qué podríamos hacer para poder disfrutar esta estadía, y fue entonces que se nos vino una grandísima idea, sonrío mirando a los dos chicos que tengo frente a mí:

—Un día de campo.—Harry y Noah me ven mientras Ella sonríe y levanta los brazos mientras grita:

—¡PIC-NIC! ¡PIC-NIC!

Noah deja el control de la consola para acercarse a mí, sé qué a él le encanta pasar tiempo al aire libre, me abraza y sé que eso significa que su respuesta es un sí a mi maravillosa propuesta.

—No creo que sea buena idea, a Ella no le va bien el aire, ni el sol.—Mi ceño se frunce, Ella me había contado que solía salir a pasear con su mamá, pero no me contó demasiado sobre el tema, no creo que a Ella le moleste salir de casa, no creo que pueda hacerle daño alguna cosa allá fuera, lo que creo que pasa es que Harry no quiere recordar quizás esos momentos junto a ella, junto a la madre de su hija. No sé qué pudo haber pasado para que dejara de estar a su lado, no sé incluso si está muerta o solo los dejó para hacer su vida aparte, tengo solo suposiciones, por la forma en como Ella habla, por la forma en como Harry cambia su expresión cada que se toca el tema del matrimonio, me hace entender que es un tema que les duele a ambos y cómo no, si ella era la mujer a quien consideraba perfecta para pasar toda su vida.

—Puede usar un sombrero, bloqueador solar... Vamos Harry, Ella está muy emocionada.—Noah intenta animarlo, pero por la expresión que ha hecho supongo que deberíamos de dejar el tema por la paz, bajo la mirada, sé qué me he puesto triste, pero en verdad no me gustaría que se sintiera obligado.

—Noah, no, si no quiere, por cuidar a Ella, no hay problema. Por favor, no hay que obligarlo, ya habrá algo más que podamos hacer aquí en casa.—Exclamo.—Iré a ver si traje el juego de mesa que jugábamos de niños.—Había colocado algo de juegos de mesa por si nos aburrimos o no podíamos dormir en la noche, siempre que pasaba eso, de que el insomnio nos atrapaba, tomábamos la decisión de bajar a jugar un juego de mesa. Desde que mamá estaba. Bien, entiendo lo que siente Harry, la tristeza de haber perdido a alguien, pero no es justo que se límite en ciertas cosas, que límite a su hija. Eso no hace que el dolor, la tristeza y el vacío desaparezcan.

Subo a mi habitación y busco en mi maleta, la única que no he deshecho, una pequeña en la que también traje mi laptop, me he empezado a ver una serie, por suerte la he descargado antes de salir de casa, he podido ver ya casi la mitad, aunque creo que debo de tomármela con calma, me faltó descargar la temporada dos, así que creo debo de esperar hasta regresar a casa y ver cómo funcionará mi nueva escuela.

Encuentro el juego de Scrible en mi maleta, Ella no le entenderá mucho, pero al menos servirá para que nos distraigamos todos.

—Callie.—Si, debía de saber que haría eso, debí de cerrar la puerta con seguro, aunque supongo que podría encontrar la forma de entrar.

—¿No te cansas de tocar antes de entrar?—Exclamo intentando sonar lo más normal que puedo.

—Callie, siento no haber aceptado al principio. Pero desde que la madre de Ella...

—Sé que nunca das explicaciones, Harry. No te estoy pidiendo una explicación, lo único que te diré es que debes de dejar todo lo que te duele del pasado ahí, en el pasado, ahí es donde pertenece Harry. Ahora sí me permites...

—Vamos a ir.—Exclama, niego.

—No, no vamos a ir a ningún lado, no quiero que te sientas presionado.—Niega.

—Ella quiere ir, y no soy quién para decirle que no a mí pequeña.—Asiento. No me opongo, no digo nada más, bajamos juntos y Ella se aproxima a tomarme de la mano, no me alejo tampoco. Noah y Harry van delante en la camioneta de Mattson y Ella y yo vamos en la parte trasera, Noah a pesar de ir adelante se entretiene cantando con Ella y nuevamente la tensión que existe entre Harry y yo se hace presente.

Noah y yo le decimos por dónde debe de conducir, aunque debo de mencionar que mi hermano sabe cómo manejar todo tipo de situaciones, incluso cuando la situación no le involucra de manera directa. Muerdo mi labio inferior cuando tanto él como Ella se han quedado callados, es más sencillo cuando ellos hacen un concierto en el auto. Sin embargo, nadie parece notar que estoy incómoda, y no sé si es por la actitud que tuve hace un rato, o porque Harry no deja de mirar hacia atrás, debería de saber que no pienso hacerle nada a su hija.