¿Porque me has estado evitando?
Han pasado solo dos días desde el evento ocurrido con Mattson, he estado durmiendo en la habitación con Noah y le he pedido que me traiga el desayuno, el almuerzo, la comida y la cena a su habitación. Rompiendo mi propia regla de no comer en las habitaciones porque dejan el olor a comida, cosa que no es agradable. Tomo mi ropa interior y me adentro a la ducha, para mí mala suerte, se me ha olvidado el resto de mi ropa, mierda. Deberé de salir así e ir a cambiarme a mi habitación. Son las siete de la mañana y Noah y Harry no regresan hasta las siete cuarenta y cuatro. Así que tengo el tiempo exacto para bañarme y salir a cambiarme, preparar el desayuno y subir con mi comida. Harry ha intentado hablarme y ha enviado a Ella para saber cómo estoy, él no se ha acercado, todo lo hace por medio de indirectas, pasa de manera lenta frente a la habitación de Noah, se queda un rato esperando a que por arte de magia se abra la puerta y le dejé entrar o que se yo. Y le cuestiona a Noah si siempre he sido así, cosa que luego viene Noah a contarme. Debería de saber que los hermanos somos de esta forma; siempre nos contamos las cosas que los demás nos cuestionan o nos cuentan. Termino de darme la ducha y salgo solo con mis bragas puestas y la toalla cubriendo mi cuerpo, escucho la puerta principal y luego la voz de Harry gritándole a un Noah que seguro se ha quedado afuera:
—¡Ya te la llevo!—Se le ha de haber olvidado su gorra. No entiendo porque la usaba, a esta hora no había sol, y no era necesaria, pero bueno. Intento entrar a mi habitación lo más rápido que puedo, pero mi mano sigue mojada y mientras intento abrir esta solo se resbala y me demoro demasiado en secarla. Okay, he entrado en modo pánico.—A ti te gusta andar en toalla por toda la casa, ¿No?.—Le miro fijamente, está sudando, al parecer han llegado pronto, ¿Entonces que necesita Noah?
—Solo he olvidado mi ropa, nada de qué hacer un escándalo.—Harry niega acercándose a mí, se le está haciendo costumbre acorralarme entre su cuerpo y cualquier otra cosa; paredes, marcos de puerta... Etc.
—No, gusanito, no es lindo que andes por toda la casa así sabiendo que hay un chico que muere por ti.—Mi apodo en sus labios es un deleite, de pronto se me olida todo y mis piernas parecen flaquear y él, claro que lo nota pues logra pegar su cuerpo más al mío. Trago duro mientras siento su respiración cerca de mi cuello. Creo que depositara un beso justo en la curvatura de este, pero no es así.—¿Por qué me has estado evitando?—Cuestiona con sus labios muy cerca de mi piel, ¿Sabe lo que provoca en mí? Claro que lo sabe, no es nada tonto. Niego mientras mi mente intenta volverse clara nuevamente.
—N-no te estoy evitando. Lo juro.—Si, Dios me castigará, estoy mintiéndole de una manera muy descarada. Pero es para protegerme, ¿De qué? No lo sé.
—Yo creo que si.—Su cuerpo se separa del mío unos segundos después de torturarme con la idea de que me besaría en el cuello. Lo veo entrar a su habitación y sin cuidado alguno me recargo en la puerta de mi habitación, cayendo de manera escandalosa, Harry regresa hasta donde estábamos hace unos segundos y me ayuda a ponerme de pie.—Lo siento, se me olvido decirte que la puerta ya estaba abierta.—Niego. solo esperaba no haberme lastimado el brazo.—¿Estás bien?—Asiento.
—Si, ya anda. Noah te debe de estar esperando.
—¿Segura que...?
—Basta, Harry. Si estoy bien, ahora vete para que pueda vestirme.—No dice nada más y yo no le doy tiempo para que lo haga, apenas logro sacarlo de mi habitación cierro la puerta en sus narices. Suspiro pesadamente y ruego que no me haya fracturado. Por suerte puedo moverlo perfectamente, es significa que estoy bien, así que me visto y me apresuro a tener todo listo para evitarlo durante el desayuno, Ella me ayuda mientras canta una canción y apenas unos dos minutos después de haber subido a la habitación de Noah aparecen ellos dos con muchas cosas de jardinería. Noah sabía que amaba la jardinería y supongo que querría ayudarme y por eso ha comprado muchos materiales.
Intento buscar una excusa para no salir afuera con ellos, porque por lo que he escuchado, Harry estará ahí, pero me canso de pensar, por fin después de dos días tendré que enfrentarme a la realidad; Harry y yo somos hermanastros, y quiera o no estaremos conviviendo lo que reste de nuestras vidas, mi única motivación es que estaré fuera en menos de un año, cada vez esto de ser una adulta se está volviendo más real. Me coloco un poco de bloqueador solar y después de lavarme los dientes decido bajar, lavo mi plato, mi vaso y mis cubiertos y decido salir a dónde está Noah con Harry explicándole sobre cómo se debe de plantar una rosa, me rio porque ni Noah lo había hecho antes, y ahora se hace pasar por un experto.
—Bien, entonces, ¿La tomo así?—Exclama Harry colocándose justo como Noah y tomando la planta de la misma forma. Me río y niego al darme cuenta que de esa forma es más probable que se espinen, ¡Ni siquiera lleva los guantes bien puestos!.
—En primer lugar, —intervengo—estas usado mal los guantes, la parte como rasposa va en la palma, su trabajo es evitar cortaduras. En segundo lugar, no se toma de esa forma, se toma con cuidado del tallo, en la parte media.—Noah asiente de manera rápida, mientras Mattson disimula una sonrisa, comienza a hacerme caso una vez que ha dejado la planta en su lugar.
—Gusanito, que bueno que decidiste salir, ¿Nos ayudarás?—Asiento acomodándome junto a él, busco los guantes.
—Toma.—Exclama Harry entregándome un par de guantes en tono rosa, amaba el color rosa, aunque no tanto en cosas que sabía que terminarían más que sucias.
—Gracias.—Exclamo. Tomo un par de plantas y busco donde sería una buena zona, dejando a aquellos dos chicos solos intentando no asesinar a las plantas, encuentro en el jardín trasero un buen lugar para mis girasoles y para un árbol frutal que Noah ha conseguido. Me inspiro colocando música de Sabrina Carpenter y durante un buen rato tarareo una canción, Thumbs suena en mis auriculares mientras me entretengo con mis plantas, debo de decir que esta es una buena manera para distraerme, además de ver series, claro. Una vez que termino voy en busca de más cosas, me encuentro con un Harry sediento en la cocina, también admirando un dibujo que su hija ha hecho.