Dilema

Capítulo Veintinueve

Bienvenida a la mansion, Henderson-Mattson

Despertar en los brazos de Harry Mattson es de las cosas más maravillosas que he experimentado. Nos hemos quedado dormidos en una posición realmente incómoda, pero he de decir que estábamos tan cansados que eso fue lo de menos, me encuentro sobre Harry, ambos estamos desnudos, sus enormes brazos me rodean con sumo cuidado, intento no moverme tanto para que no se despierte, se ve bellísimo durmiendo. Estoy tan entretenida viéndolo, disfrutando de su rostro y de lo relajado que luce, que me toma por sorpresa cuando comienza a reírse.

—Dios, me has asustado.—Harry sonríe acercándome a él para besarle.—Buenos días, guapo.—Su sonrisa se hace más grande y me siento verdaderamente afortunada por ser yo quien la causa. Una vez que nos separamos me concentro en verle los labios, en estás primeras horas del día, lucen más rosas que de costumbre.

—Buenos días, hermosa. Pensé que ya te abrías ido y me habrías dejado una almohada.—Mi ceño se frunce, ¿Qué es lo que estaba diciendo?

—¿Porque haría eso?—Harry me mira incrédulo, quizás era él quien se estaba equivocando.

—¿Lo has olvidado?—Sigo sin entender, Harry se acomoda en la cama, conmigo en brazos, como puede nos coloca en aquella misma posición como la de anoche cuando pasamos de la cocina a su habitación, y me mira fijamente.

—¿El qué?—Harry se ríe y me besa nuevamente, bien no estoy entendiendo. Sigue besándome, y un buen movimiento logra mover su mano de mi cadera a mi feminidad, jadeo cuando sus dedos comienzan a jugar sobre ella. Me concentro en el beso, pero Harry hace que me concentré más en el placer que siento allá abajo, muerdo mi labio inferior, y mirándolo a los ojos me animo a tomar su miembro entre mis dedos, Harry me mira sorprendido, pero eso no me detiene y comienzo a hacer aquello que nunca antes había hecho; intento estimularlo con solo mi tacto, muevo mi mano de arriba hacia abajo sobre su pene que ha amanecido erecto, acaricio con mi otra mano sus labios, Harry logra atrapar dos de mis dedos con su boca y es en ese mismo momento que introduce dos dedos en mi interior. Gimo alto, sin importarme nada. Harry me mira excitado, jadea con mis dedos en su boca mientras intento seguir el mismo ritmo en él.

—Joder, Callie.—Exclama dejando mis dedos libres y dejando de tocarme, se hecha hacia atrás y disfruta de lo que sea que yo esté haciendo.—Quiero que seas tú quien maneje está situación, ahora —Trago duro, aunque es difícil teniendo en cuenta que mi garganta está seca, miro a Harry quien sonríe extendiendo sus manos hacia mí.—Te ayudaré, ven.—Asiento, con su ayuda, me acomodo sobre él, y con su ayuda su miembro se introduce en mi feminidad, gimo por lo bajo cuando lo siento completamente dentro de mí.—Mierda, se siente... ahhh, mierda. Muévete, Callie, muévete para mí.—Su voz está ronca, y no me toma más de dos segundos en hacerle caso, me comienzo a mover, claramente con su ayuda, en un ritmo lento, porque aún me duele un poco, pero poco a poco él me anima a ir más rápido, sonrío mientras le veo el rostro; tiene los ojos cerrados, de vez en cuando los abre para verme a la cara, y tocarme los pechos, me muevo conforme a sus manos me lo piden. Mi mente se despierta cuando recuerdo que no se ha colocado el condón, intento detenerme, pero él me lo impide.

—Harry, no te has colocado el condón.—Exclamo sin dejar de moverme. Harry abre los ojos y me sonríe.

—Juro que no me vendré, pero quiero sentir tu orgasmo, por favor, Callie, córrete para mí.—Mierda, no, no, no creo que sea una buena idea.—Confía en mí.—Me toma del cuello y me hace acercarme lo más que puedo a él, nuestros pechos se tocan, y ahora es él quien se mueve para penetrarme de la manera más rápida que he sentido. El placer aumenta y entonces mi cuerpo comienza a temblar, los espasmos se hacen presentes y descubro que mi orgasmo se hace presente, Harry gime en alto pegado a mi hombro, espero que Cassie no esté escuchando esto, que esté en la cocina o algo. Harry me acomoda debajo suyo, y sale de mí, su orgasmo se posa en mi vientre, lo miro mientras termina de correrse sobre mí, ambos sonreímos.

—Esto no me lo esperaba.—Ambos nos reímos.

—Yo menos.—Entiendo entonces porque dijo que sentía mejor ahora... Claro, se refería a que se sentía bien sin el condón.—Prometo que no lo haré nuevamente si no quieres.—Exclama, lo atraigo a mí y lo beso, le muerdo un poco el labio inferior haciendo que sangre un poco.—Ahora, ve a bañarte.

—¿Me llevarás a algún lugar?—Exclamo entusiasmada, mis piernas siguen temblando, Harry me limpia su semen y me ayuda a vestirme, asiente una vez que me ha terminado de vestir.—¿A dónde?

—A la escuela, es tu primer día de clases.—Mis ojos parecen querer abandonar su sitio, es cierto, no lo recordaba.

—Claro, nos vemos abajo.—Harry se ríe. Salgo de la habitación de Harry de la manera más silenciosa y luego de medio arreglarme el cabello me adentro a mi habitación. Cassie se ha levantado, y ha hecho la cama, así que corro a meterme a bañar, sonrío como idiota cuando me lavo el cuerpo y toco mi vientre, Harry se ha corrido sobre mí, nunca me imaginé que esa escena erótica que había leído en otras historias y que por desgracia vi en un vídeo porno por andar de chismosa con unos compañeros, estaría presente en mi vida. Termino de bañarme y corro a vestirme, tomo unos jeans cafés y una playera rosa, me coloco mis tenis rosas y como puedo me seco el cabello para cepillarlo y hacerle algún tipo de peinado. Bajo a desayunar y me sorprende que Calle ya esté ahí.

—Vaya, hasta que despiertas. Te llame varias veces. ¿Porque te has cambiado de último momento?—La miro, me acomodo un mechón que me ha quedado fuera y la miro.

—No quise molestarte luego de que me levanté por un vaso de agua.—Ella asiente.

—Bien. Toma tu desayuno, y dime, ¿Estamos a tiempo?—Miro mi teléfono y asiento, estamos a una buena hora.—Cool, ¿Quién nos llevará?—Antes de que pueda responder, Harry aparece en nuestro campo de visión, recién bañado y oliendo exquisito.




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