¿Viva?
Me levanto de golpe de los brazos de Harry, él me mira mientras intenta comprender lo que está ocurriendo y es que ni yo misma sé qué es lo que está pasando, mi cuerpo está bañado en sudor, mi cuerpo tiembla como si tuviera mucho frío y siento mi boca muy seca, miro a todos lados, Harry me cubre porque la sabana ha caído dejando al descubierto mi cuerpo desnudo, me pongo de pie buscando mi ropa interior, cuando la encuentro me la coloco y tomo la playera que llevaba Harry en la noche, comienzo a caminar por toda la habitación, miro el suelo y miro como mis pies me llevan de un lado a otro mientras Harry intenta detenerme, es como una especie de juego en el que uno debe de atrapar al otro, solo que ni yo, ni Harry nos estamos divirtiendo.
—Hey, Callie, por favor, detente, ¿Qué sucede?—Me detengo, pero no puedo dejar de pensar en el sueño que he tenido, no soy muy fan de creer en ello, pero el hecho de que Harry se haya estado mostrando tan... como antes desde que llegó Cassie me hace comprender que sigue sin confiar en mí a pesar de que le he dicho ya más de un millón de veces, si puede que esté exagerando un poco, que puede confiar, que me puede decir lo que le sucede, que puede pude abrirse frente a mí. Le he dejado muy en claro que puede ahora compartir ese dolor conmigo, porque ahora somos dos.
—Ha-Harry...—Harry me mira fijamente, ha tomado mi rostro entre sus manos para que pueda verlo directamente a los ojos, mojo mis labios, lo cual es un poco difícil teniendo en cuenta que mi boca está seca.
—Callie, ¿Qué sucede? ¿Por qué te has levantado así, tan agitada?—Lo miro, claramente debía de decirle lo que me estaba pasando, lo que en mi sueño...—Creo que te será de mucha ayuda un baño, ven, vamos.—No me opongo, dejo que Harry me guie a donde está la ducha, lo miro en silencio mientras prepara la tina, luce tan guapo por las mañanas, intento disimular lo mucho que me gusta, pero es imposible.—Ven, ahora iremos a darnos un baño. Luego te traeré aquí, vamos.—Exclama al ver que mi vista está fija sobre la tina que comienza a destilar un rico aroma. Harry toma de mi mano y me lleva hasta la ducha, abre la regadera y deja que el agua caliente salga, mientras se deshace de mi ropa, sé que en estos momentos lo que menos quiere es tener sexo en la ducha, y no porque no lo desee, sino porque sabe que no estoy en mis cinco sentidos, me toma con cuidado, me ayuda a lavar mi cuerpo con demasiada delicadeza, tocando con cuidado las zonas que deben de ser tratadas con delicadeza, intento ayudarle de la misma forma, sin embargo, me lo prohíbe. Se gira y aprovecho para poder tocar su espalda, siento como se tensa y en cuestión de segundos se gira y me toma de ambas manos, no se pega a mi cuerpo, no intenta acercarse más de lo que ya estamos.—No tendremos sexo hasta que no me digas que tienes.—Okay, supongo que esa es una buena táctica, solo que no creo que a mí me funcione de esa misma forma. No digo nada, solo dejo que me lave el cabello y luego que lo enjuague. Una vez bañados, entramos a la tina, el aroma que no logro identificar, pero que en definitiva es muy relajante inunda nuestras fosas nasales. Harry se acomoda detrás de mí, y me da un buen masaje en los hombros, mientras busco las palabras para iniciar.
—Soñé que discutíamos por el tema de la falta de información sobre tu vida.—Harry no dice nada, no sé si se ha molestado o solo quiere que haya suspenso en esta conversación.—¿Harry? ¿Tú confías en mí?—Un beso por parte de Harry es depositado en mi hombro izquierdo, me pega a su cuerpo y ahora comienza a jugar con sus manos sobre mi cuello, sobre mis clavículas.
—Claro que confío en ti, es solo que no logro encontrar nunca las palabras para decirte las cosas.
—Harry, no debes de pensar tanto, solo dilo, así como salga de ti.—Nuevamente el silencio se hace presente, y yo decido esperar.
—¿Qué es lo que quieres saber?—Niego.
—No es lo que quiera saber yo, sino lo que tú quieras contarme, lo que sientas que te tiene más... preocupado.—él se queda nuevamente en silencio, sigo sin presionarlo.
—Quiero que sepas, que no odio a tu amiga, es solo que... el hecho de conocer a más gente me pone un poco ansioso, siento que cada vez que una nueva persona entra a mi vida, algo le puede ocurrir, por eso al principio te trataba un poco indiferente, no me gustaba que te intentarás acercar a mí, a mi hija. Yo solo quería tenerte a salvo, digo, soy algo paranoico y teniendo en cuenta el final que tuvieron mi padre y mi hermana, definitivamente no quería que nadie más pasara por ello.
—¿Y qué fue lo que les pasó?—Dije que no le preguntaría, pero es que quiero saberlo.
—Callie, no, aun no...—Asiento, okay, estaba haciendo un esfuerzo enorme para contarme esto, lo mínimo que él esperaba es que le dejará terminar.
—Pero poco a poco te fuiste metiendo en mi cabeza, porque hay algo en ti que te hace inolvidable, además, de irresistible.—Me río.—Cassie y Ella no pueden estar cerca, al menos no ahora, ella suele llamar “mamá” a todas las chicas de piel morena y con el cabello rizado, así como tu amiga y le es muy difícil entender que aquellas mujeres no son nada suyo.—Asiento, eso me recuerda a la vez que confundí a una señora con mi madre en el super, fue demasiado duro darse cuenta de que ella no era mamá, porque mamá ya estaba varios metros bajo tierra.
—Lo entiendo, pero... no puedes tenerla escondida todo el tiempo, tarde o temprano la verá, si quieres puedo hablar con ella está noche, no creo que se quiera perder la cena.—Harry niega.
—Deja que yo lo arregle.—Asiento, No quería revivir la situación de mi sueño.—Bueno, es hora de ir a ponernos elegantes para la ocasión.—Asiento. Me ayuda a ponerme de pie, me presta una de sus batas y una vez que salgo de ahí me dirijo a la habitación de Cassie, donde me vestiré y ella me arreglará para la cena, aunque creo que deberé de cambiar mi vestido. No pienso usar ese vestido gris.