La cabellera negra de Jackson Wimmer entró al bar de Aiden, dirigiéndose a la barra. Donde estaba yo. Me giré dándole la espalda buscando por una salida pero estaba atrapada e ir a esconderme en el almacén significaba tener que caminar enfrente de él.
Demonios
Me encorvé en mi asiento moviendo todo mi cabello a un lado de manera que escondiera mi cara, no quería que me viera. Quizá estaba siendo un poco paranoica, Jackson era el tipo de chico que salía todos los fines de semana de fiesta , las posibilidades de que me reconociera tenían que ser pocas ¿no? La discoteca había estado algo oscura y los dos habíamos estado tomados, lo más seguro era que ni siquiera se acordara de mí. Rogaba para que no se acordara de mí.
Quiero decir, cuáles eran las posibilidades para que justamente entrara a este café, de todos los que hay en Edimburgo, ¿estaba pagando un tipo de karma? Eso debía ser. Un recordatorio de por qué no debo coquetear más de lo debido con un desconocido, él había sido bastante simpático esa noche pero solo en pensar como habían terminado las cosas y lo que casi había hecho me llenaba de vergüenza. No quería ni me sentía capaz de verlo a la cara ahora. A la luz del día y lucida.
― ¿Fabiola? ¿Por qué estas sentada así? ― preguntó Aiden y me tensé al escucharlo decir mi nombre
― Shh, cállate. No digas mi nombre ― susurré
Él se inclinó sobre la barra para estar más cerca de mí, su rostro expresaba confusión
― ¿Por qué estas susurrando?
― Estoy escondiéndome
Sus cejas se alzaron ― ¿Escondiéndote? ¿De quién?
― De Jackson
― ¿Quién demonios es Jackson? ― preguntó recorriendo el local con la mirada
Suspiré ―El chico de la discoteca, Aiden
― El de la discot... Oh ―pude ver cuando la compresión llegó porque su cuerpo se tensó y se alejó de la barra― ¿cuál es?
Volteé un poco mi cabeza para señalarlo.
Error
― ¿Fabiola? ¿Eres tú? ―Jackson estaba justo al lado mío viéndome directamente a la cara
Triple mierda
Hice alarde de la mejor sonrisa que pude y fingí entusiasmo
― ¡Jackson! Que sorpresa ―por el rabillo del ojo vi como Aiden se alejaba un poco a hablar con un cliente pero todavía estando lo suficientemente cerca para poder escuchar mi conversación
― Si, una gran sorpresa, no imaginé encontrarte aquí. ―me miró de arriba abajo por un momento y llegó a mis ojos otra vez― Estas hermosa.
― Gracias ― me limité a decir, su mirada me hacía sentir incomoda.
Apoyó un brazo en la barra colocándose cerca de mí. Me sentía un poco asfixiada por su presencia.
― Nunca entendí porque te fuiste de esa forma tan abrupta la otra noche, literalmente desapareciste. Pensé que la estábamos pasando bien ―continuó
― Lo siento, no fue mi intención pero la persona que me iba a llevar a casa tenía que irse.
― ¿Por eso te fuiste? Yo no hubiese tenido ningún problema en llevarte a casa ―sí, no me veía yéndome a ningún lado con un desconocido, pero no le dije eso. Me encogí de hombros y le dedique otra sonrisa de disculpas. ― Pero bueno, no importa. Ahora estamos aquí, que te parece si me dejas invitarte un trago o me das tu número y podemos ponernos en contacto para salir más tarde.
Abrí mi boca para inventarle alguna excusa pero otra persona me ganó
― ¿Vas a pedir algo o te quedaras ahí molestando a mi novia? ―preguntó un irritado Aiden. Mi boca se abrió tanto que pensé que se desencajaría de la mandíbula. Jackson también se quedó mudo por la sorpresa viendo de Aiden a mí.
― ¿Estas saliendo con este señor? ―preguntó con un poco de repulsión
Sus palabras me sacaron de la sorpresa enfadándome, no me gustó la forma en la que habló y pude ver que a Aiden tampoco porque apretó sus manos en puños.
―Sí, está saliendo con este señor. ― dijo Aiden antes de que yo pudiera decir algo
El ceño de Jackson de profundizó ― ¿No estás un poco viejo para ella?
Oh dios mío, este chico realmente tenia deseos suicidas. Aiden dio un paso hacia adelante como si fuera a saltar por encima de la barra para golpearlo y me levante rápidamente poniéndome enfrente de Jackson.
― Creo que deberías irte ―dije
Él siguió con su mirada fija en Aiden por unos segundos más y me miró, se inclinó un poco hacia mi para agarrar un lapicero de la barra y tomó mi mano escribiendo un número.
Estaba tan estupefacta por lo irónico de la situación que no pude reaccionar a tiempo.
― Por si alguna vez te cansas de él y quieres algo de juventud ― enfatizó al terminar de escribir su número en mi mano, se dio la vuelta y salió por la puerta.
Un segundo después Aiden salió de la barra caminando detrás de Jackson