Dime que te quedarás (amor a lo Escocés #1)

Capitulo 35: Sumando puntos

― No sabes cuánto me alivia saber que Aiden y tú pudieron solucionar sus problemas ―comentó Lisseth a mi lado― estuve tan preocupada estos últimos días... por un momento pensé que todo se había arruinado de verdad

― Yo también lo pensé ―confesé en medio de un suspiro

― Nancy realmente se las jugó ¿eh?

Asentí soltando una pequeña risa

― Todavía no puedo creer que haya hecho eso, y después estuvo rogándome para que no le dijera nada a mi mamá, ella iba a estar tan molesta.

― Tu mamá estaría agradeciéndole a Nancy por evitar que cometieras un gran error

Hice una mueca

― Dudo mucho que mi mamá le hubiese agradecido que me encerrara en la casa con otro hombre

― No creo que alguien piense en Aiden como "otro" hombre ―aseguró desviando su mirada hacia el aludido, quien se encontraba unos pasos más allá, conversando alegremente con una pareja de clientes tomando un café.

La sonrisa de Aiden se ensanchó dejando vislumbrar sus hoyuelos al notar nuestras miradas en él y se excusó con la pareja, apartándose de ellos.

Aiden se acercó a mí, abrazándome por detrás y entrelazó sus dedos en mi estómago.

― ¿Ves algo que te guste? ―preguntó apoyando su barbilla en mi hombro.

― En absoluto ―mentí girando mi cabeza para darle un suave beso en la mejilla.

Lisseth se rió, mirándonos con adoración

― Ustedes son tan tiernos

― ¿Tiernos? ―el ceño de Aiden se frunció y levantó su cabeza de mi hombro― ¿Estás viendo como me haces lucir ahora en frente de mis empleados, amor?

Puse mis ojos en blanco ―Tú fuiste el que se acercó a mí en primer lugar

― Por supuesto, tú estabas mirándome

― Lisseth estaba mirándote ―corregí― yo solo le seguí la mirada

― oh, ¿estabas mirándome lisseth? ―inquirió guiñándole un ojo

Lisseth rió 

― No le comentes nada a Rodrigo

― Ustedes chicos, me van a hacer vomitar ―dijo Rachel detrás de la barra preparando unas bebidas

― Oh Rachel, Rachel ―canturreó Lisseth― espera a que llegue tu turno

Rachel le sacó la lengua y tomó las bebidas en una bandeja, alejándose de nosotros. La puerta de entrada sonó avisando la llegada de nuevos clientes y Lisseth se levantó de su taburete

― Esa es mi llamada ―se despidió, dirigiéndose a la mesa donde las personas que acababan de entrar se sentaron

―Entonces ―Aiden me soltó para sentarse en el taburete que Lisseth acababa de abandonar y mi cuerpo protestó por su calor alejándose― ¿Tienes planes para esta noche?

Una arruga se formó en mi frente, Aiden sabía que mis únicos planes eran con él.

― No lo sé... No. ¿Los tienes tú?

― Tengo algo en mente

― ¿Ok? ―mi palabra sonando como una pregunta por la confusión

― Ok. Nos vemos esta noche ―sonrió y se levantó de su asiento dando por zanjado el asunto

― ¿Qué? ―mi rostro debía lucir como una máscara de confusión― Tú y yo no hemos hecho planes

― Pero ahora sí los tenemos ―confirmó volviéndose a sentar

― ¿Y puedo saber en qué consiste este plan?

Los ojos de Aiden brillaron y tomó mi mano derecha, jugando con ella.

― Tendremos una cita, obviamente.

Me reí, parte por lo que acababa de decir, parte por el cosquilleo que sus dedos provocaban recorriendo la palma de mi mano.

― ¿Una cita? Para qué iríamos a una cita

Aiden ladeó la cabeza, confundido

― ¿No es eso lo que la gente hace?

― Ya no, y de todas formas no hace falta que vayamos a una, creo que nos saltamos ese paso hace mucho

Él se encogió de hombros

― No importa, igual quiero ir a una cita contigo

― La gente va a las citas para conocerse. Nosotros ya nos conocemos lo suficientemente bien

― Siempre hay algo nuevo por conocer ―fue lo que dijo y desvió su atención de mi mano para mirarme a los ojos― mi madre solía decir que si te gustaba una chica tenías que invitarla a una cita. Sí o sí, sin importar cuan anticuado o innecesario pueda parecer, de esa manera ella sabrá que realmente te interesas por ella y que la respetas. Ya sabes, mi mamá se tomaba muy enserio esto de las citas. Mi padre solía invitarla a una cada mes, aún después de años casados.

Mi corazón se encogió con ternura, era la primera vez que Aiden me contaba algo tan personal de sus padres y tuve que contenerme de botar una lágrima.

― Pero tú no me has pedido ir a una, solo dijiste que tendríamos una ―dije en cambio

― Tienes razón, lo siento ―Aiden soltó una pequeña risa ronca y ahuecó mi mano entre las suyas― Fabiola Pardo, ¿te gustaría ir a una cita conmigo?

― Estaría encantada

*****

― Es oficial, Nancy es nuestra nueva persona favorita ―informó Ethan del otro lado de la pantalla. Gabriel a su lado asintió, concordando con él

― Pensé que yo era su persona favorita ―dije un poco celosa.



#9 en Joven Adulto
#345 en Novela romántica

En el texto hay: humor, drama, amor

Editado: 13.11.2019

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.