Un hombre se encontraba sentado en algún lugar de un campo al lado de un árbol, sombrero negro, botas de cuero que le llegaban hasta las rodillas y una chaqueta marrón de cuero.
"..."; el hombre se quedó observando el increíble paisaje delante de él, quizás no era tan increíble como lo esperaría, pero al final era una vista digna de admirar.
Tras pensar por un largo tiempo decidió que lo mejor para sus dos glúteos adoloridos luego de recostarse sobre un árbol por dos largas horas era pararse y caminar por un tiempo, al final no podía soportar estar sentado un rato más.
"Quizás, debería irme a comer un estofado..."; mientras hablaba para sí mismo estuvo pensando en un pasado lejano, donde tal vez era más feliz que ahora, pero el mundo le arrebato todo lo que él quería en ese momento.
Como anhelaba volver en el tiempo...
"... ¡!"; mientras caminaba observo un pequeño columpio de madera, viejo, pero aún con vida, quizás recordando aquellos tiempos en donde era montado y los niños jugaban felices sobre él. Ahora no era más que un columpio abandonado y viejo, a punto de perecer ante el moho que cubría cada parte de su madera.
El atardecer estaba culminando, y el hombre cuyo nombre es Rackmund, se empezó a dirigir a un pequeño poblado, metiéndose en un bar donde era muy concurrido.
"Bienvenido de vuelta!"; le recibió el cantinero con una expresión de seriedad, recordando casi a los mayordomos de las casas millonarias bien entrenados.
"Quiero una copa de vino de uva, por favor"; Rack se sentó posteriormente antes de recibir su copa de vino.
"Que es de tu día señor Rackmund"; Hablo el cantinero.
"Nada especial, solo me estuve viendo el paisaje de las praderas, y a ti ¿Cómo te fue en el bar?"
"El día de hoy dos hombres se emborracharon hasta enloquecer..."; hablo el cantinero con expresión de disgusto; "todo iba bien hasta que uno empezó a insultar al otro, fue una batalla algo estúpida, pensé en no involucrarme hasta que empezaron a agarrar cosas del bar, tuve que usar la fuerza bruta, sino, ¿Que quedaría de mi bar ahora mismo?"
"Hupfm, siempre te suceden cosas extrañas"
"Eh vivido cosas peores, y a ti señor Rackmund, ¿Qué tal le parece el pueblo? Ya han pasado dos meses desde que ha llegado a este humilde pueblo"
"Es muy relajante estar aquí, me gustaría quedarme por un año..."; Rackmund quedo pensativo por un momento; "Pero tengo que irme después de encontrar lo que busco"
Después de un momento de silencio el cantinero decidió romper el silencio.
"Si no le importa, quisiera saber qué es exactamente lo que buscas. Talvez pueda ayudarte"
"No puedo decírtelo, y aunque te lo diga no podrías ayudarme"
Rackmund habló con desdén.
"Está bien, lo veo pronto señor Rackmund"
Después de eso Rackmund se retiró del bar, ya habiendo oscurecido él fue a una casa, pequeña hecha con rocas del mar, pareciendo a las casas de la era medieval o a las de la cultura azteca.
Wooosh...
El viento soplaba con ira y todo el cielo se estremecía ante una luna imponente, los grillos dejaron de cantar y las ranas de groar.
Rackmund sabía que era lo que estaba pasando, estuvo investigando durante tres largos años para ese momento.
"..."
Una figura de una mujer apareció ante el delante de la casa de piedra.
"Eres... ¿El que me trajo aquí? ..."; con una voz tenue pregunto confundida.
"No exactamente, pero fui yo el que pidió que te trajeran a este lugar"
"Ah... Bueno... Que quieres entonces?..."
"Quiero la verdad"
"A que te refieres"
"Lee mi alma"
La mujer traslucida estuvo callada por unos segundos antes de expresar una cara de lastima.
"Umm... No creo que lo que quieres sea posible..."
"Lo es si pago un precio ¿No?"; Rackmund la interrumpió.
"Pero... No es algo que debería..."
"Estoy dispuesto a pagar lo que sea hich..."
("Hich" es un suspiro de dolor)
Rackmund se ponía cada vez más insistente al punto que parecía enloquecer.
"No... Es algo que va en contra del bien común"
"No me importa, solo quiero que me des lo que deseo y ya"
"..."
La mujer fantasma estuvo observando con un poco de interés a Rackmund.
"Lo que... sea?"
"Ah?..."; exclamó Rackmund sorprendido por el cambio de actitud; "Mmm... Si... Lo que sea"
"Trato... jijijijiji"
La mujer empezó a tener una pequeña risa; "Entonces, no hay quejas"
Glup...
Un sonido de goteo empezó a sonar de algún lugar.
"... ¡?"
Rackmund se dio cuenta que tenía una gran línea roja en todo el medio de su pecho. Casi como si de pintura se tratara.
Glup...
Otro sonido de goteo se oyó, Rackmund estuvo confundido hasta que se dio cuenta que su brazo izquierdo no respondía a sus señales para moverse.
"Que?... Aaaah!!"
Su brazo había sido arrancado de su lugar.
"Jejeje"
La chica fantasma empezó a reír juguetonamente, mientras se comía un brazo algo debilucho.
"Eeeh... Ah!"
Rackmund la vio con una expresión de terror
"Jejeje, eso fue muy sabroso para ser mi primera comida en cuarenta años Hump!!"
La mujer fantasma empezó a sonreír satisfecha.
"Ahora te daré lo que quieres, pero recuerda esto, mientras más te la pases viendo esa línea, mayor será el precio a pagar"
Tacks...
La mujer fantasma chasqueo los dedos y Rackmund vio cómo su mundo se transformaba, el ambiente a su alrededor se arremolinaba y veía como la chica fantasma se esfumaba del lugar donde estaba.
De repente estaba parado en una plaza muy concurrida, un lugar muy conocido por él.
"..."; Rackmund estaba desconcertado por lo que acaba de pasa.
Fijo su vista en donde se supone que debía estar su brazo derecho y aun no estaba en su lugar.