Dimensional

Prologo.

Dimensión 4.

Siento mi sangre bombear a gran velocidad cada vez que aumento mi paso de huida.

Sé que si no me apresuro me hallarán; pero entonces, todo se dificulta al saber que pueden encontrarme por el simple hecho de no tener a donde ir.

A mi alrededor la oscuridad reina.

Volteo hacia atrás y me doy cuenta que varios de ellos vienen siguiendo me. Asustada comienzo a correr.

— ¡Alto ahí!

No me detuve a pesar de la clara advertencia de uno de ellos, solo seguí corriendo.

He escuchado muchas veces lo que se ha dicho de aquellos hombres llamados Seiscons. Pertenecen a la tropa del Líder Akmes, quien se caracteriza por su frialdad.

Ni siquiera imagino lo que me harán si me atrapan.

Agitada por la huida, encuentro un lugar lo suficientemente oscuro y con obstáculos para que no me vean. Sin pensarlo, entro apuradamente antes que alcancen a vislumbrar mi figura.

Trato de calmar mi respiración mientras mantengo fuertemente mis ojos cerrados. Cuando siento sus rápidos pasos pasar cerca de donde me encuentro, apego más mi cuerpo hacia aquella pared sintiéndola áspera al tacto.

Y luego pasa; silencio.

Mi cuerpo se derrumba cayendo al piso de aquel lugar sin percatarme de nada. Inconscientemente, una pequeña risa sale de mis labios sin creer que he sido tan afortunada de poder escapar de los Seiscons.

-—Que suertuda soy —murmuro.

Aprieto fuertemente mis manos en mi rostro, antes de sentir que algo me lastima al hacerlo. Entonces recuerdo el porqué de mi huida, aunque aún no entiendo el hecho de Akmes mandando toda una tropa por un simple anillo.

Reviso aquel objeto y no encuentro algo llamativo en el.

Sin darle mucha importancia, lo guardo en uno de mis bolsillos verificando que no esté roto. Y, finalmente me encamino hacia algún lugar donde no puedan encontrarme y descansar.

(...)

He caminado por tres horas sin detenerme a descansar, se que he perdido a los Seiscons; pero no correré el riesgo de exponerme nuevamente. Tengo que alejarme lo suficiente.

El hambre y la sed me atacan y recuerdo no haber comido desde hace dos días. No podría ir a la fortaleza donde muchos con igual condición que yo se refugian, ese sería el primer lugar donde me buscarían.

Quizás si vendo aquel anillo podría conseguir un poco de comida y mantenerme.

He caminado tanto que creo estar a las afueras de Lisiüm, aquella aldea donde he vivido toda mi vida.

A lo lejos vislumbro a un niño comiendo lo que creo es un pan y luego dejarlo donde estaba sentado, antes de la que supongo es su madre lo llamara.

Rápidamente, me lanzo hacia aquel pequeño alimento, sin importar si será suficiente para darme más fuerza. El hambre voraz que tengo me hace ingerirlo de manera rápida.

Varias migajas se escapan de mi boca y se sitúan al rededor de mi comisura y mejilla.

Suspirando, me siento en aquella vieja banca a tomar un descanso. No creo poder aguantar mucho mas; pero antes de rendirme, decido resguardarme en algún lugar y así poder descansar con un poco más de seguridad.

Casi arrastrando mi cuerpo, busco algún lugar, encontrando solo un oscuro callejón lleno de cajas. No demoró mucho en ingresar en el y tratar de armar una cama rompiéndolas hasta obtener suficientes pedazos de cartón. Es mejor esto que nada.

Suspirando, me recuesto viendo las estrellas, recordando lo que fue mi vida alguna vez, antes de que mis padres murieran a manos de un soldado de la tropa.

Inconscientemente rozo aquel anillo que tantos problemas me ha traído. Juego con el entre mis dedos mientras tengo la mirada perdida. Aún no se qué haré para librarme del problema que me ha surgido, no quiero ser encontrada, aún no quiero morir.

Regreso en mi al sentir algo rústico en el anillo, encontrándome algún tipo de escritura en el respaldo interior.

— Ndër dimensionet —murmuro leyendo aquel idioma —saltare —Sigo leyendo.

Detengo mi lectura para suspirar y cerrar mis ojos. Por un momento creí sentir una electricidad recorrer mi cuerpo.

— dhe unë do të kthehet. ¿Que clase de idioma será esto? — murmuro solo faltando dos palabras por decir.

Despego mis ojos de aquel escrito al oír un ruido detrás de mi. La paranoia me abarca al pensar que me han encontrado, pero la soledad de aquel callejón me confirma que no es así.

Centro mi mirada de nuevo en el escrito mientras balanceo el anillo entre mis dedos. Y al fin, logro decir las últimas palabras.

— në ring.

Mi cuerpo se eriza y una corriente fuerte me atraviesa.

Mis ojos pesan.

Mi cuerpo se siente lívuano, como estar flotando entre nubes.

Cierro mis ojos ante el repentino sueño que me abarca. Luego...

... No recuerdo nada más.

 

 

Es el primer libro que me atrevo a escribir después de pensarlo tanto, espero que sea de su agrado. Probablemente hayan miles de fallas ortográficas, pero trataré de corregirlas en la medida que vaya desarrollando el libro. 

Para todos los que se han tomado el tiempo de leer este libro, les agradezco y espero les guste ¡Un beso! 

P.J



#11627 en Fantasía
#16477 en Otros
#2617 en Acción

En el texto hay: amor, aventura accion, amor aventura

Editado: 15.01.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.