Dimensional

Capítulo 2.

Dimensión 7.

— ¿Podrías traerme los papeles que deje en la impresora, por favor?

— Claro señor Queen, en un momento se los llevo.

— Esta bien, gracias Dejha.

Un suspiro brota desde mi pecho al pensar en todo el trabajo que tengo por hacer. Han pasado tres años desde que estoy en este lugar y aún no logro adaptarme.

Simplemente agradezco al señor Queen por brindarme su ayuda cuando más lo necesité. No sé qué hubiese sido de mi sin el.

Finalmente decido dejar la pereza a un lado y levantarme de mi comoda silla para ir en busca de los papeles.

Por el camino me encuentro a Jesse tomando una taza de café mientras habla con Margareth, una pelirroja de voluptuosas caderas que me odió desde el momento en que me vió.

— ¡hey Dejha! ¿Quieres un poco? — Señala su taza.

— No gracias, pasaré a buscar unos papeles que me pidió el señor Queen.

— Está bien, nos vemos en el almuerzo — Sonríe.

— Nos vemos.

Volteo a ver a Margareth y simplemente me sonríe hipócritamente. No sé qué le he hecho, pero igual me abstengo de cruzar palabras con ella.

Sin esperar otro segundo mas, me dirijo hacia la sala donde se encuentra la impresora. Es fácil llegar a ella, tanto tiempo pasando en esta empresa me hizo conocer todo de memoria.

Cuando llego, encuentro las hojas en la impresora aún calientes por su previa impresión. No demoró en agarrarlas y ordenarlas para llevarlas a quien las necesita.

Al principio de todo este embrollo me costó mucho adaptarme, no sabia que era un celular, ni una computadora; ni siquiera, una simple impresora. Pero lo más difícil de todo fué saber que no me encontraba en mi mundo, lo supe una semana después mientras me encontraba en la habitación que me había dispuesto el señor Queen.

Fue bastante sorpresiva deducir que no estaba en mi Aldea, mi adorada Lisiüm, todo era y es completamente diferente, desde lo más pequeño hasta lo más grande, la gente actúa y viste diferente, las palabras aún son extrañas para mí, hay muchos edificios bastante altos y animales que jamás había visto ¡Por favor, ni siquiera sabia que existían los tales gatos! Fué una sorpresa conocer al señor midas, el gato del hijo del señor Queen.

— Vaya Dejha, hoy estás más increíble que nunca.

Volteo al escuchar esa voz tan conocida, ciertamente al principio me sentía muy incómoda a su lado, pero Robert supo ganarse mi cariño al igual que su esposa Madeleine, hoy puedo decir que el hijo y yerna del señor Queen son extraordinarios.

— Gracias Robert, siempre halagandome ¿Donde está Madeleine?

— Se quedó en casa, ya sabes que el bebé está casi por nacer y ella está más cansada que nunca.

— Saludala de mi parte por favor, no he podido ir a verla, dile que la extraño mucho.

— Está bien De, le diré, pero trata de ir a visitarnos más seguido.

— Eso haré. Me tengo que ir, tengo que llevarle estos papeles a tu padre, nos vemos después.

— Vale, ya sabes, trata de visitarnos.

Con una simple risa me despido de Robert y retomo la actividad que estaba realizando, ya tenía los papeles ordenados y solo faltaba entregarlos a quien me los había pedido. Era un trabajo bastante fácil.

Al dirigirme nuevamente a la oficina del señor Queen me encuentro a Jesse hablando muy animada con un hombre al que no logró ver debido a que se encuentra de espaldas a mi. Al ver que la estoy observando me guiña un ojo y hace una seña que interpreto como que el hombre está "como para comerselo". Si, Jesse es un tanto picarona.

No pierdo el tiempo con Jesse y aquel hombre y simplemente sigo con mi labor, los papeles eran más importante.

— Aquí están los papeles señor Queen.

— Gracias Dejha, no sabes cuánto me haz facilitado las cosas todos estos años.

— Al contrario, la más agradecida soy yo por brindarme su ayuda y hacerme parte de su hermosa familia.

— No hay de qué muchacha, mi hijo te adora como a una hermana y mi mujer se emociona cada vez que te ve, eres como una hija para nosotros.

— créame, me emociona saber que es así, yo también los quiero como a mis padres y a Robert y Madeleine como a mis hermanos.

— Me alegro que sea así.

Iba a contestar nuevamente, pero en ese instante tocaron la puerta de la oficina.

— Adelante.

— Señor Queen, ha venido el Señor Mürok ¿lo dejó pasar?

— Claro Jesse, dile que adelante.

— Esta bien señor Queen.

Mientras Jesse sale a avisarle al tal Mürok, yo trato de despedirme del señor Queen para poder seguir con mi trabajo, pero corto mis palabras inmediatamente al verlo entrar.

Y sinceramente, entiendo porqué Jesse ha hecho esa cara de pervertida cuando ha hablado con el. Dios mío, que hombre.

Es alto, mucho, probablemente no le llegue ni a su barbilla, su cabello es bastante negro y tiene unos ojos celeste precioso, pero lo que más me llama la atención es su mirada, como si puediese ver a través de las personas, saber su pasado y eso me incomoda, por eso trataré de evitar completamente todo contacto con el a menos que sea completamente necesario.

— Buenos Días señor Mürok, bienvenido, siéntese.

— Buenos Días señor Queen, gracias por recibirme sin una cita.

En blanco, me quedo completamente en blanco, que voz; fuerte, grave y con un sutil tono de misterio y seducción que me llama la atención, pero no puedo seguir hipnotizada por este hombre, así que decido despejarme y tratar de seguir con mi trabajo.

— Señor Queen, me retiro, si necesita algo me avisa.

— Claro Dejha, antes dejame presentarte al querido Mürok, será uno de los inversores en el proyecto que te conté.

— Oh claro — Murmuro — Es un gusto conocerlo señor Mürok — Menciono levantamo mi mano para estrecharle, así tal cual me enseñaron era un gesto de cortesía.

El señor Mürok agarra mi mano fuertemente y procede a dejar un beso en el dorso de esta sin despegar su intensa mirada de la mía.



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Editado: 15.01.2021

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