Dimensión 7.
Salir de ahí no fué tan difícil como pensé, simplemente desperté de ese corto momento de ensoñación en el cual ese hombre me había dejado, lo cuál no me costó mucho teniendo en cuenta que el señor Queen estaba ahí para ayudarme a tener mis pies sobre la tierra.
— Buena vista ¿no?
Jesse pregunta y por un momento no sé a que se refiere, no hay ventanas en el lugar donde nos encontramos, hasta que con sus ojos señala la oficina del señor Queen mientras muerde su labio seductoramente.
— Que espécimen de hombre, uff, hace demasiado de calor — ríe.
Y río con ella al ver sus gestos, nunca cambiará, Jesse siempre ha sido así.
— Sí, no lo puedo negar, pero vamos, hay que seguir trabajando, ya quiero que termine la jornada y poder descansar en mi cuarto con una taza de chocolate caliente — menciono.
— Sí, esta lluvia amerita una buena taza humeante.
— Lo sé, así que a trabajar.
Sentarme en mi escritorio no me genera tanto tensión como el ver las miles de carpetas que tengo que organizar y seleccionar para presentarle al señor Queen, creía que hoy iba a ser un día relajado, pero al parecer está sucediendo todo lo contrario.
(...)
— Fué un gusto hacer tratos con usted señor Queen, espero podamos seguir entendiendo nos tan bien.
— El gusto es mío señor Mürok.
Los escucho hablar hasta que logró dividirlos en el pasillo mientras se despiden de lo que supongo fué una excelente reunión, me alegra que todo haya salido bien.
Mi hora de salida ya está cerca así que comienzo a ordenar todas mis cosas antes de partir, diviso a Jesse hacer los mismo en el cubículo del frente.
— ¿Ya se van señoritas?
— Así es señor Queen, espero que pueda terminar rápido y regresar pronto a casa donde lo esperan con muchas ansias.
Río — Lo sé Dejha, ya estoy organizando todo para partir, no quiero retrasarlas más, nos vemos mañana señoritas.
— Hasta mañana señor Queen — Mencionamos.
Agarro mi bolso y avanzo hacia el elevador a paso lento mientras espero que Jesse se una a mi; cuando lo hace ingresamos juntas a este que recientemente había pedido.
— ¿irás a mi cena de cumpleaños?
— No me la perdería por nada Jesse, me has hablado de ello durante las ultimas tres semanas — Río.
— Lo sé, estoy emocionada, hacia mucho que no celebrara mi cumpleaños y quiero que esta vez todo salga perfecto; además, eres importante para mí, quiero que compartas conmigo mi día especial.
— Lo haré, no te preocupes por eso, estaré ahí como te lo prometí.
Seguimos hablando mientras el elevador hace su recorrido y poder llegar hasta el estacionamientos para así lograr llegar pronto a casa, estar todo el maldito día caminando de un lado a otro logra cansarme.
Finalmente llegamos y Jesse no espera un segundo más para dirigirse a su auto.
— Nos vemos mañana Dejha — ríe y lanza un beso en mi dirección cuando pasa por mi lado en su vehículo.
— Adiós — sacudo la mano.
Suspiro debido al cansancio y me encaminó hacia mi auto que debido a la oscuridad no logro ubicarlo a la primera, cuando lo encuentro me embarcó rápidamente y enciendo la calefacción, afuera está haciendo un poco de frío.
Enciendo mi auto y lentamente voy saliendo del estacionamiento pero un golpe a mi costado derecho me alarma, volteo rápidamente hacia ese lado y no logro divisar mucho, mi corazón late rápidamente debido al susto, al no encontrar nada pienso que debí rozar algo, así que me calma y vuelvo a arrancar, pero esta vez el golpe que llega logra aburrirme por un momento y empuja mi cuerpo hacia adelante logrando que mi cabeza impactó contra el volante, mi ceja se abre por el golpe y siento el líquido correr por todo mi cara.
Volteo hacia atrás y las luces me ciegan por un momento, hay una moto estacionada detrás mío que hace rugir sus motores, su conductor no espera un segundo más y levanta un arma que reconozco apenas la veo, es de mi mundo y el simple hecho se reconocerla me asusta.
El impacto logra romper el cristal trasero y el grito que sale de pecho es ensordecedor, pero logra despertarme de mi aturdimiento y hacerme arrancar de una vez por toda el mandito auto y tratar de ponerme a salvo de lo que estoy segura en un Seiscons.
Avanzo rápidamente en mi automóvil por las calles de la ciudad tratando de perder al intruso que invade mi tranquilidad en este mundo, los impactos cercanos de su arma intentan desestabilizarme pero trato de tomar el control y no morir en el intento.
— ¡Maldita sea! — grito al ser embestida por mi costado izquierdo.
El maldito Seiscons se sujeta del retrovisor y acercándose un poco más logra romper la ventana con su codo, intenta sujetarme pero trato de esquivarlo y por un momento pierdo de vista todo a mi alrededor y entonces pasa.
El maldito logra aturdirme con un golpe tan fuerte que logra hacerme perder el control de auto, ocasionando un giro tan brusco que el maldito auto se llega a volcar y me lo llevo a el por el delante, mi cabeza choca y me aturdo con todos los golpes que recibo y sé que el Seiscons debe estar igual, pero debo actuar antes de recupere fuerzas y logré llevarme con él.