Perris: muy bien, Entonces ahora mismo voy a ir preparando nuestra salida a México, no podemos estar tanto tiempo aquí.
Ahora vuelvo...
Daiana: está bien, pero mientras tanto déjame estar con los niños.
Perris: no, como ya te dije, las cosas se van a hacer como yo digo y a los niños los vas a ver las veces y el tiempo que yo quiera.
Daiana: ¡maldito! dije antes que cerrara la puerta detrás de él, al salir de la habitación.
Llamando a Mari.
- ¿bueno?...
Daiana: Mari, soy yo...
- señora ¿En dónde está? ¿está bien?...
Daiana: No te preocupes, estoy bien, solo llamo para avisarte que no voy a volver a la casa, tengo que solucionar unas cosas...
- ¿Pero y los niños?...
Daiana: No te preocupes por ellos, Ellos están bien, ya los encontré...
- ¿En dónde estaban?...
Daiana: no te puedo decir, Perdóname, pero ya te tengo que dejar, solo llamaba para avisar que estamos bien y que no se preocupen por nosotros ¿sí? adiós...
llamada finalizada.
Perris: ahora sí, ya está todo listo para que nos vayamos, vámonos.
Daiana: ¿ya?
Perris: sí, los muchachos te van a ayudar con las maletas, vámonos.
Daiana: está bien.
salimos de la habitación y al salir del hotel, nos subimos a unos carros y nos dirigimos hacia un lugar alejado y solitario.
¿Qué es este lugar?
Perris: pues un túnel, dijo con obviedad.
Daiana: ¿¡por aquí nos vamos a ir!?
Perris: obvio, o que ¿pensabas que nosotros habíamos llegado en un avión en primera clase o clase turista? obvio que no mi reina, pero Vámonos ándale, que Cuanto más tiempo perdamos aquí parados, es más riesgoso para nosotros.
Daiana: está bien,
Perris: aver muchachos, ayúdennos a bajar
Todos: Claro que sí patrón.
Daiana: una vez que bajamos y estuvimos dentro del túnel, empezamos a caminar, yo con Valentina en brazos y Jorge con Lian, mientras los escoltas llevaban nuestras cosas.
después de un trayecto de 15 o 20 minutos, volvimos a la superficie y nos subimos a un avión privado, Que supongo nos llevaría a México.
¿me dejas sentarme sola con ellos? dije cuando nos subimos al avión y nos sentamos con los niños, pero al ver que Lian estaba inquieto e incómodo, sentado con Jorge, le pedí que me dejara sentarme con los niños.
Perris: está bien, pero solo hasta que se duerman, después vamos a solucionar esto, porque soy su padre aunque no quiera.
Daiana: Sí, susurre en voz baja, haciendo dormir a Valentina en mis brazos.
una vez que los niños se durmieron, con ayuda de Jorge los acosté en otros asientos, para que duerman mejor y luego volví a mi lugar, con Jorge a mi lado.
¡Ni se te ocurra! dije cuando Jorge empezó a tocarme la pierna.
Perris: ¡Ay mi amor! me muero por estar contigo.
Daiana: yo no.
Perris: me vas a decir que no tienes ganas de recordar viejos tiempos.
Daiana: no, porque son solo eso, recuerdos del pasado.
Perris: mmm, ya veremos.
°°°
7 horas después.
Culiacán Sinaloa, México.
Daiana: ¿aquí nos vamos a quedar? pensé que iríamos a la casa.
Perris: no, porque quiero hacerle unos cambios, para más seguridad y aún no están terminados, Además ya no sé todavía si vamos a ir ahí o a otro lugar.
Daiana: está bien.
Perris: ¿me esperas? tengo que hacer un par de llamados y luego tú y yo, tenemos que hablar.
Daiana: okay.
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