8.

Perris: ¡Mira qué bonito! pues hasta aquí llegó su intento, porque no lo volverás a ver.

Daiana: T...

Perris: A menos que quieras que le pase algo.

Daiana: tú no vas a poder hacerle nada, porque no puedes entrar a Estados Unidos y hacer ese tipo de cosas sin que pasen desapercibidas.

Perris: Yo no, pero mi gente y la gente del Cartel que tenemos en el otro lado, Sí... así que ya sabes, si tú...

Daiana: ¡basta de amenazar! ya no soy esa niña de 16 o 17 años, que te llevaste a la fuerza y la obligabas a hacer lo que tú querías y como tú querías a base de amenazas, que además jamás vas a cumplir, así que no pierdas tu tiempo, porque ya no me das miedo.

Perris: en efecto, Ya no eres una niña, es más, ahora estás mucho mejor, podría decir que en vez de perjudicarte, los embarazos te han sentado bien.

Daiana: Ya te dije que nunca, escúchame bien, NUNCA, me vas a volver a tener, dije agarrándolo bruscamente del cuello de su camisa, cosa que él aprovechó para rodear con uno de sus brazos, mi cuello y con el otro, mi cintura, obligándome a estar más cerca de él.

Perris: ¿estás segura? porque yo no.
para qué quieres estar con él ¿quieres conseguirle un padre a mis hijos?

Daiana: yo no tengo por qué darte explicaciones de mi vida, yo no soy nada tuyo, así que no tengo que explicarte lo que hago con mi vida y la de mis hijos.

perris: te equivocas, tú aunque no estés casada conmigo seguirás siendo mi mujer quieras o no y el único padre que tendrán Valentina y Lian, seré yo ¿te quedo claro?

Daiana: ¡suéltame!
Pues si quieres que haga las cosas como tú quieres, dame a mis hijos, Si no, no, como te dije, ya no soy esa niña de antes y yo también voy a poner mis condiciones, así que ya lo sabes, dije cruzándome de brazos.

Perris: Te ves bien hermosa así, me dan unas ganas de... pero bueno, pues tengo que hacer unas cosas y vuelvo.

Daiana: se hace el que no escucha, solo Presta atención a lo que le conviene.

Perris: tráiganle los niños... nada de salir de aquí, lo que necesites se lo pides a los muchachos... Ah y escuché lo que dijiste, adiós, Te amo, dijo robándome un beso.

Lian y Valentina: ¡mamáaaa! dijeron corriendo hacia mí.

Daiana: ¡cómo están mis príncipes!

Lian: Qué es este lugar mamá.

Daiana: aquí nos quedaremos, esta será nuestra casa.

Lian: ¿y los abuelos y los tíos?

Daiana: vendrán después.

Valentina: ¡mamá tengo hambe!

Lian: Yo también.

Daiana: okay, voy a ver qué hay y veo que les hago de comer ¿sí?

Lian y Valentina: está bien.

Xxx: señora el patrón nos dijo que estemos pendiente a usted ¿necesita algo?

Daiana: Pues sí, Necesito comprar mandado, leche para Valentina y otras cosas que hacen falta, pero necesito ir yo para poder elegir todo bien.

Xxx: el patrón dijo que no podía salir de aquí.

Daiana: ya lo sé, pero dile que voy a ir con ustedes, pero necesito esas cosas por favor.

Xxx: Está bien, Voy a ver qué puedo hacer.

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Perris: buenas...

Nini: ¡Mira nomás quién llegó!

Piyi: Así que te fuiste al otro lado.

Perris: sí, fui a buscar a mi familia.

Nini: ¿y?

Piyi: ¿los encontraste?

Perris: sí, Ya los tengo aquí conmigo.

Piyi: ¿y era cierto lo de tu otra hija?

Perris: sí, es hermosa, es igual a su mamá.

Nini: ¿Cuántos años tiene?

Perris: Valentina tiene 2 años y Lian 4.

Nini: ¿Y qué piensas hacer ahora?

Perris: pues rearmar mi familia otra vez, como siempre.

Nini: ¿y Daiana? ¿Cómo te fue con ella?

Perris: pues sí se sorprendió al verme y como que se resiste un poquito, pero con mis encantos la voy a ablandar de a poco, Así que Prepárense, porque también la voy a convencer de tener más plebitos.

Nini: Jajaja Pinche Perris.

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