Dinastia Uni-Tomo 1

03-Dos Mundos se Unen

Un mes después, Hikari volvió a ponerse su vestido de novia para, ahora sí, unir su vida con Tadashi para siempre, ciertos eventos impidieron que fuera antes.

 

Primero se tuvo que calmar a los abuelos, porque una cosa era que su nieta tuviera la fortuna de ser pretendida por dos hombres adinerados y otra muy distinta que el de mejor posición no fuera humano para empezar, después se tuvo que calmar a la población, mitad aterrada y mitad indignada por todo aquel aparente fraude del terrateniente Ta-Kay, los que trabajaron y trabajan para él no lograban entender como nunca se dieron cuenta de la verdad; en todo aquel asunto resulto ventajoso que fuera único en su clase, no había forma de achacarle la mala reputación de los Oni o los Yoko, en aquella época cuando la gente vivía en estrecho contacto con la magia los Zenko eran respetados y queridos.

 

La mayor demora se dio de hecho porque Tadashi deseaba celebrar tan especial día en el lugar donde se habían conocido, de manera que había que rescatar la pagoda, sus trabajadores reabrieron el camino por un lado mientras por el otro le conectaban a sus terrenos, el edificio se saneo, se reparo y hasta se repinto, finalmente Tadashi dedico todo un día y una noche en revivir la floresta para que la mañana de su boda los cerezos estuvieran en flor y los jardines colmados de flores y fragancias; su madre Shizen, que había ido conociendo a Hikari y preguntado a todo el mundo sobre ella, oficio la ceremonia donde asistió toda la tribu de los Zenko y toda la gente del pueblo.

 

-Jovencita, te llevas contigo una joya de valor invaluable, trátalo bien, estaré vigilante.

-Madre, por favor…

-Y tu, mi muchacho, creces tan aprisa como la vegetación bajo tus pies, ahora que comienzas una nueva etapa en tu vida, tómatelo con calma, disfrútalo, tu viaje no hace más que empezar.

 

La ceremonia fue breve y la posterior celebración no dejo nada que desear, Hikari se hallaba en el séptimo cielo, colgada del brazo de su amado y agradeciendo las constantes felicitaciones, demoro un rato en notar que su esposo no prestaba la debida atención a la fiesta, miraba para todos lados como buscando un objeto perdido.

 

-Tu madre tiene razón en algo-comento-parece que siempre vas un paso adelante.

-¿Cómo dices?

-¿En que estas pensando?

-Perdóname, solo reflexionaba sobre el momento-de nuevo miro a su alrededor-siempre me sentí muy solo al no haber otro como yo, parte de eso vivirá siempre conmigo pero hoy, viéndonos juntos y a nuestros invitados, siento que el mundo entero debería ser así.

-Unido-recostó la cabeza en su pecho-no sé como logras ser tan lindo y romántico a la vez.

-¿Qué quieres que haga con tus abuelos?-le pregunto entonces, mirándolos de lejos-no me gusta su actitud y no los querría viviendo con nosotros.

-Ya sé, pero son mi familia, no voy a dejarlos desamparados.

-Claro que no pero supongo que podemos instalarles a prudente distancia.

-Ya que hablamos de eso, ¿Tu madre se mudara con nosotros?

-¿No te agrada mi madre?

-Ni siquiera se bien que opina ella de mi, la verdad-escucharon su fuerte risa por allí-me pone algo nerviosa.

-Descuida, las Kitsume me siguieron pero viven en los montes que limitan mis tierras, la casa es para ti, para mí y para los niños.

-Y regresa el tema de los niños-rio-¿Por qué no esperas a ver qué tal nos va esta noche?

-¿Por qué?, ¿Va a pasar algo esta noche?

 

Ella estuvo por burlarse, creyendo que bromeaba, pero no era así, a pesar de haber sido criado por una raza conocida mayormente como amantes excepcionales, Tadashi resulto ser un completo ignorante en el acto del amor, seguramente Shizen no había querido arruinar su prístina inocencia con las muchas anécdotas con que debía contar, llegaron a su noche de bodas como un par de novatos pero se las arreglaron para terminar como profesionales, Hikari casi llego a temer que hubieran escandalizado a alguien, Tadashi estaba asombrado.

 

-Una vez fui arrastrado por las feroces aguas de un rio, me despeñe por la catarata y ni eso me agito tanto… ¿Lo hacemos otra vez?

-¡Estás loco!-le dio un almohadazo, muerta de risa-¡No vamos a hacer a esos niños ahora!

-¿Cómo?, ¿Así se hacen?

-Bendito, me case con un infante- le abrazo-un dulce y maravilloso infante.



#20602 en Fantasía
#4337 en Magia
#44592 en Novela romántica

En el texto hay: demonios, japon, magia

Editado: 07.08.2018

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.