Dios Es Amor

DECEPCIÓN

Enrique cansado de no dormir y de presenciar múltiples escenas bochornosas de su padre, decide confrontarlo.

Armando le dice a Enrique:

— ¿Qué tienes hijo?

Enrique decepcionado de su padre le responde:

— No sé a qué estás jugando, pero se acabó papá. Desde hoy comenzaré una nueva vida lejos de ti.

Armando muy serio le responde:

— Hijo, si quieres irte no te detendré, así es mi vida y no puedo cambiarla de la noche a la mañana solo por ti.

Enrique con mucho sentimiento le contesta:

— Por eso mi madre se fue con otro, y pensar que yo siempre la juzgue sin saber esta decepcionante verdad. Tu eres una mentira, me hiciste creer que eras una buena persona, para luego humillarme cuantas veces quisiste en este mes que he estado aquí.

Armando descaradamente le responde:

— No sé qué hayas oído o visto, pero no recuerdo haberte maltratado.

De inmediato. Enrique se va para la habitación, y arregla la poca y única ropa que tiene, la cual le había regalado Silvio el brasileño.

Armando se hace en la puerta de la habitación, y le dice a Enrique:

— No tienes a donde ir hijo. La familia te ha rechazado.

— Aun tengo un familiar que me podría tender la mano, ahora te quedará tu casa para ti solo.

Enrique se va de la casa de su padre en busca de su primo que no vía más de diez años, y que vive en Jamundí -Valle del Cauca

Enrique se va de la casa de su padre en busca de su primo que no vía más de diez años, y que vive en Jamundí -Valle del Cauca.

Enrique preocupado mete la mano a sus bolsillos, y saca solamente mil doscientos pesos, y dice en voz baja:

— ¿Qué voy hacer?, esto me alcanza para tomar un jugo.

En ese instante, Enrique primero se acordó de llamar a su primo y utilizo los mil doscientos pesos que tenía.

La llamada de Enrique a su primo Cristian fue un éxito.

El humilde primo le dice:

— Puedes venir cuando quieras primo. mi casa es tu casa.

— Gracias primo, no sabes cómo me caen de bien esas palabras en estos momentos tan duros.

Cristian le dice:

— Además, te caerá muy bien esta ciudad llena de tranquilidad y de muchas zonas verdes.

En seguida, Enrique le pregunta:

— ¿No tendré problema con tu mujer?

— No te preocupes primo, en la casa mando yo, así que por eso no hay problemas.

Enrique un poco más tranquilo, le dice:

— Apenas reúna el pasaje iré para Jamundí.

En ese instante, comienza a llover muy duro en Medellín.

 

Cristian muy preocupado por su primo, le dice:

Cristian muy preocupado por su primo, le dice:

— Yo te enviaré algo de dinero, pero ya es mañana, ¿crees poder aguantar?

Enrique le responde:

— Aquí tienes a un sobreviviente primo, yo me las arreglaré para buscar algo de comer y buscar donde pasar esta noche que viene.

Cristian le dice:

— Llámame de nuevo en la mañana. Para ponerte el dinero, ya que en estos momentos no puedo salir del trabajo.

Enrique muy agradecido con su primo, le dice:

— Dios te pague tu generosidad, nos vemos mañana.

En ese momento, Enrique observa el torrencial aguacero que somete a Medellín por varias horas y se le ocurre una idea...

 

 




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