Dios Es Amor

CALUMNIA

En una situación muy incómoda se encuentra Enrique, al ver algo en el rostro de Yessenia que lo asusto mucho.

Yessenia le dice:

— ¿Por qué no sigues comiendo Enrique?

— Disculpen los dos, pero me siento muy mal, iré a la habitación.

De inmediato, Cristian le dice a Enrique:

— Primo. ¿Debes de estar muy mal para dejar de comer?

— Esto se me pasará, hablamos más rato.

— ¿No has dicho que es lo que tienes?

En ese instante, Enrique se acuesta en su cama y muy preocupado por lo que vio, dice en voz baja:

— ¿Que voy hacer?

En ese momento, en el comedor, Yessenia le dice a Cristian:

En ese momento, en el comedor, Yessenia le dice a Cristian:

— Yo sé que es lo que tiene tu primo.

— Dime mujer, no me dejes con la duda.

— Tu querido primo. Desde que llego a esta casa, siempre ha querido propasarse conmigo.

— Que locuras dices Yessenia, mi primo no me haría eso.

— ¿Osea que yo te estoy mintiendo?, yo que he estado siempre contigo siendo una mujer fiel y confidente, ¿me estás tratando de mentirosa?

En seguida, Cristian se enloquece por todas las mentiras. Y calumnias que su mujer le dijo y de inmediato se dirige hacia la habitación de Enrique.

Cristian sin mediar palabra le pega un puño en la cara a Enrique. Que lo manda al suelo.

En ese momento, Enrique se levanta, y le dice:

— ¿Porque me has golpeado?

— ¿Y todavía preguntas infeliz?, malagradecido, yo te he dado la mano porque eres mi familia y así me pagas.

— ¿Pero dime que hice?, no entiendo nada.

Cristian le dice:

— Estabas acosando a mi mujer, no lo niegues.

— Es mentira, una infame y deplorable mentira de tu mujer. Es ella la que por semanas se me tiraba a mi cama.

En ese instante, Yessenia entra a la habitación, y le dice a Enrique:

— No lo niegues, tú me estabas acosando desde que llegaste a esta casa.

— Porque me haces estos Yessenia, porque te ensañas a la maldad.

Cristian enceguecido y rabioso, le dice a Enrique:

— ¡Cállate! ¡Cállate! No te quiero en mi casa, no quiero volver a verte nunca en mi vida.

— Primo estas equivocado, yo nunca te he fallado. Estas cometiendo el peor error de tu vida.

— El error fue traerte a Jamundí.

— No, no puedes dejarte engañar de la maldad que tiene tu mujer.

— No, no puedes dejarte engañar de la maldad que tiene tu mujer

Cristian empuja a Enrique y lo saca a la calle, diciéndole:

— Vete de aquí.

— Yo tengo mi conciencia tranquila Cristian. Algún día recordarás este momento y veras que cometiste un grave error conmigo.

— No lo creo, un pervertido como tú no debería vivir con nadie.

Yessenia sale a la puerta y abraza a su marido, y le dice al desconcertado Enrique:

— No te queremos aquí, vete.

Enrique siente mucho enojo por tantas mentiras y malas palabras, pero en ese momento logra controlarse, y les dice:

— Esta bien, me voy, yo siempre llevaré la verdad conmigo y Dios guiará mi camino...
 

 




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