Dios Es Amor

UN NUEVO COMIENZO

El que encubre la transgresión busca amor, y el que sigue hablando de un asunto separa a los que se han familiarizado entre sí.

Una represión obra más profundamente en un entendido que el golpear cien veces a un estúpido. Proverbios 17 versículo 9 y 10.

Milenna termina de leer, y le dice a Enrique:

— ¿Que entendiste de lo que he leído?

Enrique recuerda nuevamente todo lo que ha pasado por culpa de Hali y Mójame, y le dice:

— Lo poco que entendí, de todo lo que has dicho fue: Aquel que te ofende, o te hace, o te hizo algo malo en tu vida. Debes de todo corazón perdonarlo.

Milenna le coge la mano, y le dice:

— Se vio en tu rostro y en tu voz. Cuando dijiste eso, un sentimiento muy profundo. ¿Qué es lo que guardas?

¿Qué es lo que guardas?

 

En ese momento, Enrique le dice:

— Es una larga historia. Después te digo eso, ahora lo que me preocupa es adonde me voy a terminar de recuperar. Cuando salga de aquí.

Milenna le dice:

— ¿Por qué te preocupas por pequeñeces?, si ya tienes donde quedarte.

— ¿Cómo dices Milenna?, ¿en dónde?

— Pues en mi casa.

Tres semanas después, Barrio el Caney, miércoles 2:15 pm, Enrique en silla de rueda. Vaga por toda la casa de Milenna. Buscando salir del aburrimiento que lo aqueja.

Esperando a que llegue Milenna de su viaje en Santa Marta. Enrique se desespera al verse inútil, porque sus piernas están demorando en recuperarse para poder valerse por sí solo.

En ese instante, llega Gloria y Melissa a la casa, y de inmediato saludan a Enrique.

En ese momento, Melissa, la hija de Milenna se acerca a Enrique y lo abraza, diciéndole:

— Me fue bien en la escuela, ¿cómo te fue hoy solo aquí en la casa?

Gloria le dice a Melissa:

— No molestes a Enrique, ven ponte hacer la tarea que te han dejado. Para que termines temprano y tengas tiempo para jugar con tus amiguitas.

Enrique le dice a Gloria:

— Déjala, es muy divertida. Melissa me recuerda a mi hijo Johan.

Melissa le dice a Enrique:

— ¿Cómo es tu hijo?, ¿tiene mí misma edad?, ¿cuándo lo traes para que juegue conmigo?

Enrique se sonríe, y le dice:

— ¿Cuantas preguntas?, pequeña... bueno, si mi memoria no me falla, mi hijo tiene cinco años, tú eres mayor que él. Y es muy imperativo como tú, pero no lo puedo traer porque esta con su mamá.

En ese momento, Gloria, la abuela de Melissa, llama a su nieta y la sienta en la mesa para terminar las tareas que le habían dejado en la escuela

En ese momento, Gloria, la abuela de Melissa, llama a su nieta y la sienta en la mesa para terminar las tareas que le habían dejado en la escuela.

Un día después, Milenna llega a la casa y les dice a todos:

— Perdonen la demora, pero estuvimos en otra parte fuera de Santa Marta.

En seguida, Milenna le dice a Enrique:

— ¿Cómo van esas piernas?, ¿ya ha visto progreso?

De inmediato, Enrique con un poco de dificulta, se logra poner en pie, y le expresa:

— Esta es mi sorpresa para ti.

En ese instante, Enrique está a punto de caerse. Cuando Milenna lo atrapa y se quedan mirándose fijamente sin decir nada.

Gloria los ve en esa situación y desde lejos se sonríe, diciendo:

— Hasta que por fin se me va a cumplir mi deseo...
 

 




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