Después de escuchar que todo marchaba bien en casa, Milenna sigue en su labor de blindarle ayuda a muchas personas, quienes más lo necesitan. Siempre es necesario recordarles a las personas que Dios no los ha abandonado.
En Cali, Después de que Johan y Melissa se fueron en el bus de la escuela, Enrique entra al garaje, y le dice a Gloria:
— Comenzamos muy bien, ya se están vendiendo las camisas.
Cansada de estar sentada varias horas en el negocio, Gloria le dice a Enrique:
— Quédate en el negocio un momento, porque voy a ocuparme dentro de la casa.
— Claro que si Gloria, no había venido por los niños.
Gloria y Enrique, no se habían dado cuenta que el enemigo los tenía en la mira.
En ese momento, Gloria entra a la casa y deja a Enrique vendiendo en el negocio.
En ese instante, como León a su presa, una mujer despampanante con curvas perfectas y mirada fría y calculadora, se le arrima a Enrique con mucho coqueteo, y le dice:
— Señor ayúdeme con una dirección por favor, yo no soy de Cali y me he perdido.
Enrique trata de evadir los coqueteos de la hermosa mujer, y muy atento le dice:
— Yo tampoco soy de Cali y no sabría decirte cual es la dirección.
La mujer se desespera al verse perdida he intenta llorar frente a Enrique, pero este se distrae con ella dándole la espalda al negocio. Cuando tres sujetos entran al garaje y se llevan las dos cajas de camisetas, y para colmo. También se llevaron las que estaban colgadas.
Enrique se da vuelta y alcanza a mirar a los ladrones que ya estaban cruzando la esquina.
En ese instante, Enrique corre con todas sus fuerzas para atrapar a dichos ladrones, pero es inútil.
Toda la mercancía que habían hecho con tanto sacrificio. Fue robada sin contemplaciones.
De inmediato, Enrique mira hacia el negocio y ve que la hermosa mujer había desaparecido.
En ese momento, Gloria entra al negocio y se pone sus dos manos en la cara, diciendo:
— ¡Nos robaron!
Caminando lentamente y con una tristeza notable, Enrique le confirma a Gloria que fueron tres sujetos y una mujer. Los que cometieron todo este robo.
El día siguiente, Milenna llega a su casa, abre la puerta y ve sentado en el sofá a Enrique y a su mamá en un estado fatal.
De inmediato, Milenna se asusta, y les dice a los dos:
— ¿Qué les paso a los niños?
Enrique le dice:
— No amor, los niños están bien, estamos así un poco tristes, porque ayer nos robaron todo lo que hicimos y fue por mi culpa.
Gloria le dice a Enrique:
— No fue tu culpa, parece que ya nos tenían señalados para hacer eso, si no eras tú era yo.
Milenna no baja su ánimo. Sacando fuerzas donde no las tiene, y les dice a Enrique y a su madre:
— Eso es lo que desea y quiere el enemigo.
Enrique queda perdido, y le dice a Milenna:
— ¿El enemigo?
— Si amor, los ángeles caídos están por todas partes para atormentarnos. El enemigo quiere que estemos angustiados, tristes, enfermos, sin ganas de vivir, y todo eso es para que perdamos la fe en Dios, para luego ir en un camino que solo nos traerá perdición...