7:05 pm, Enrique termina de hablar con su papá. Y de inmediato se sienta a comer junto con los demás en el comedor.
En ese momento, Gloria le sirve en el plato. Una torta de camarón, y le dice a Enrique:
— Espero que sea de tu agrado, a los niños les ha encantado.
— Gracias Gloria, esto se ve genial.
Milenna le dice a su mamá:
— Si sigues preparando estás comidas antes de dormir, nos vas a engordar a todos.
Enrique se come la torta de camarón y queda muy a gusto, y de inmediato le dice a Gloria:
— Vaya, no sé qué tienes en tus manos, pero esto me supo a gloria.
Todos en la mesa se han reído de Enrique, hasta Johan y Melissa que no entendieron lo que había dicho.
Luego de comer y reír un poco, Milenna coge de la mano a Enrique, y le expresa:
— Mañana comenzaremos de nuevo con el trabajo.
— Pero ya has gastado mucho, la compra de tela y todos los gastos de la casa, más el dinero que me has dado para completar con el problema que tengo, es demasiado.
— No te preocupes el dinero es una añadidura, él llega y se va, no debemos aferrarnos a lo material.
Enrique se pone contento y les dice a todos:
— Vamos a salir adelante con la empresa, y esta vez todo nos va a salir bien.
Cinco días después, Enrique, Milenna y Gloria, decidieron colgar doce camisas deportivas que ya habían terminado. Nuevamente en la puerta del garaje.
Milenna le dice a Enrique y a su mamá:
— Esta vez será diferente, vamos a orar, para que este negocio que estamos empezando, sea invisible ante los ojos del ladrón.
Efectivamente, el negocio recibe una oración de parte de los tres y desde ese momento comenzaron a vender varias camisas.
Al terminar el día, vendieron siete camisas y Enrique muy alegre y sonriente le dice a Milenna:
— Sin ti, esto no podía funcionar.
Milenna se pone seria, y le dice:
— Me estas poniendo en peligro.
— ¿Por qué?
— Me estas idolatrando, y eso a Dios no le gusta, todo esto se ha hecho porque Dios así lo quiso. Es a él, al que hay que darle las gracias.
— No me había dado de cuenta que estaba haciendo eso, discúlpame.
Milenna lo abraza, y le dice:
— Amor, todos los días es un aprendizaje, yo no soy perfecta, pero te voy a enseñar todo lo que he aprendido desde que estoy de lleno con la biblia.
Enrique queda con una inquietud con el tema, y le dice:
— Me gustaría que me explicaras bien lo de idolatrar.
— Es muy sencillo, existen imágenes de santos, estatuas, personas destacadas, etc, a mi manera de explicarte esto, es aquella persona que le rinde pleitesía a todo lo que te he nombrado:
— Ya entiendo.
— Hay que creer en Dios sobre todas las cosas. Tienes que tener fe en él. Y todo saldrá bien...