En una larga conversación, la mamá de Cesar trata de convencer a Laura, para que se aleje de él. Pero en ese instante Cesar entra a la casa y muy sorprendido le dice a su madre:
— Vaya, parece que doña Marcelina es muy comunicativa, ¿qué haces hablando con mi novia?
— Ah, ¿yo creí que era tu amiga?
Laura se enoja con Cesar y le dice a su mamá:
— No señora, él está equivocado, yo soy su amiga.
En ese instante, Mirna abre la puerta de la entrada y antes de irse de la casa le dice a su hijo:
— Nosotros ya no estamos viviendo aquí, esta casa la vamos a poner en arriendo. Si de verdad has cambiado solo tienes que llamar.
Cesar no le dice nada a su mamá y cierra la puerta de la casa.
En seguida, Laura le dice:
— Fuiste muy grosero con ella.
— Mi familia no me quiere, yo ya te había contado antes, mejor agarra esto que debes de tener mucha hambre.
Laura se asombra al ver tanta grasa y le dice a Cesar:
— ¿Qué es esto?
— Pues comida, come Laura, esta buenísima.
— Pero se ve muy grasiento todo esto.
— Es una picada, ¿no me digas que nunca habías comido esto?
Laura se acuerda de las comidas tan exquisitas que le hacia su chef personal cuando estaba con Enrique. Y le dice a Cesar:
— Nunca había comido esto, pero déjalo así, tengo mucha hambre.
En Cali, Milenna mira a Enrique cabizbajo y de inmediato le pregunta:
— ¿Qué sucede?, con esa cara vas a espantar a los clientes.
— Es Laura, mi padre fue a recogerla, pero cuando llego al lugar, le dijeron que se había ido con alguien.
Milenna se preocupa un poco por la actitud de Enrique, y le dice:
— ¿Todavía sientes algo por ella?
Enrique mira fijamente a Milenna en la cara. Y le dice:
— No te preocupes, yo no siento nada por Laura, pero ella no deja de ser y seguirá siendo la madre de mi hijo. Y no quiero que le pase nada.
— Ya entiendo.
Dos días después, 7:00 am, Villa Hermosa-Medellín, Laura se despierta y de inmediato se da de cuenta que Cesar no estaba en la casa.
En ese instante, Laura recorre la casa y ve por las ventanas en busca de Cesar. Cuando ve que una persona muy extraña llega a la casa y toca fuertemente la puerta.
En ese momento, Laura se atemoriza un poco, pero con tanta insistencia de la persona, Laura saca fuerza y decide abrir la puerta, y le dice:
— ¿Quién eres tú?
— No pregunte señora y guarde esto de Cesar aquí.
Estupefacta por la situación que está viviendo, Laura recibe casi obligada el paquete y rápidamente cierra la puerta, en seguida pone el paquete en la mesa y lo queda viendo detenidamente.
Después de cinco minutos, Cesar llega a la casa en un estado muy lamentable.
De inmediato, Laura desesperada mira que Cesar está totalmente perdido nuevamente en las drogas y se decepciona de él.
Laura le dice a Cesar:
— Alguien trajo ese paquete para ti, yo me imagino que eso es droga, porque me haces esto, si sabes que hace unos días salimos de un centro de rehabilitación.
Cesar se sonríe, y le dice a Laura:
— No seas tonta, solo prevé un poco, mira tengo un poquito para ti.
— No, no quiero.
— Si de verdad me quieres Laura, prueba un poco y comparte conmigo mi felicidad...