Después de que Milenna le aclarara su inconformidad a Enrique, salen del cementerio y se reúnen con los demás familiares, que estaban esperando a Enrique por mucho tiempo.
Julia le dice a Enrique:
— ¿Te encuentras bien?
— No estoy bien, pero la vida sigue.
— Necesitas quedarte unos días aquí en tu ciudad natal.
— Gracias tía, pero no puede ser.
Armando se acerca a Milenna, y le dice:
— Me ha dado mucho gusto en conocerla, mi hijo ha cambiado mucho desde que esta con usted, espero que en otro momento vengan a visitarnos.
— Gracias, pero el cambio de Enrique se debe a que él está buscando el camino de Dios. Él es está trabajando en su corazón.
Después de varias horas en casa de Armando, Enrique le dice a Milenna y a su hijo:
— Nos vamos para Cali.
Con muchas ganas de salir de Medellín, rápidamente Enrique se despide de su padre, diciéndole:
— Te llamaré cuando llegue a Cali.
En seguida, Johan abraza a su abuelo, diciéndole:
— Te cuidas abuelito.
— Lo mismo, mi pequeño.
Milenna también se despide de Armando, diciéndole:
— Cuando quiera puede ir a visitarnos a Cali.
— Gracias, lo voy a tener en cuenta, que tengan buen viaje.
Después de tres horas viajando hacia el Valle, Milenna se siente cansada y se recuesta en el hombro izquierdo de Enrique, diciéndole:
— Estaba pensando...
— Dime, ¿qué estabas pensado?, ¿no me digas que estabas pensando en la pequeña discusión que tuvimos en el cementerio?
— No, solo que me preguntaba, que pasaría si tuvieras al frente a las personas que te hicieron tanto daño. Y que también te quitaron todo lo que habías construido en tu vida.
Enrique mira hacia la carretera por unos segundos, y luego le dice a Milenna:
— Si quieres escuchar la verdad, es que, si los tuviera en estos momentos frete a mí, no sabría qué hacer. Y eso me da miedo, necesito olvidarme y sacarme de la mente a esas personas, no quiero que me recuerdes esas cosas.
— Te equivocas de principio a fin, debes afrontar la realidad, debes de perdonar, porque cuando perdonas a tu prójimo mejoras tu salud espiritual, tu vida está más tranquila.
Enrique coge de la mano a Milenna, y le expresa:
— No es fácil, pero hago el máximo esfuerzo para agradarle a Dios. Y si, Hali y Mójame, se habrán salido con la suya, pero yo he dejado eso a Dios.
— Ahora que estás leyendo la biblia, tienes lo más importante en tus manos, allí encontraras paz y podrás perdonar y aprenderás a esperar en Dios, hasta ahora no te has acostado con hambre, después de tenerlo todo, ahora tienes poco, esto paso por algo, algo no estaba bien y necesitabas aprender del valor de la vida y necesidad de buscar a Dios...