Dios Es Amor

EN LO POCO SE VE LO BASTANTE

Después de lo sucedido en el local, Enrique y Milenna se van al parque de la ciudad, para pasar la tarde. Y así olvidar el gran susto vivido en la mañana.

En el parque, Enrique se acerca a un puesto de frutas y compra dos vasos.

En seguida, se sienta con Milenna, y le dice:

— Mira, le hice echar más piña picada a tu vaso, como te gusta amor.

— Gracias, toda la vida me ha encantado la piña, pero cuéntame amor, ¿cómo te fue en el banco?

Enrique para de comer, y le dice a Milenna:

— Bien, solicite más dinero de lo que habíamos hablado.

— ¿Cuánto?

— Cincuenta millones.

— ¿Por qué hiciste eso?, habíamos hablado de veinte millones no de cincuenta millones.

— Amor, hay que pensar en grande, necesitamos más dinero para fabricar o en ultimas, tendremos que ir a Medellín a comprar las camisas y demás cosas por mayor.

— Amor, hay que pensar en grande, necesitamos más dinero para fabricar o en ultimas, tendremos que ir a Medellín a comprar las camisas y demás cosas por mayor

Milenna queda mirando a Enrique, y le dice:

— Cometiste un error, el banco no va a prestar ese dinero, ellos necesitan ver como pagamos, pero con una cuenta menor.

En ese momento en casa de Milenna, Niji termina de coser una blusa de color azul. Y le dice a Lorena:

— ¿Cómo vas con esa camisa?

— Bien, lo que me preocupa es... que se nos está acabado los materiales.

— No te preocupes, nuestra prima y Enrique son muy emprendedores. Y traerán más tela para trabajar.

— Ojalá sea así Niji, porque a este paso que vamos, otra vez nos quedaremos sin trabajo.

En ese momento, Johan entra corriendo al garaje junto con Melissa persiguiendo a un gato. Cuando este se le tira encima a Lorena, y le ensucia la camisa que está haciendo.

Lorena se enfada diciéndole a Melissa, y a Johan:

— ¿Qué les pasa?, ¿ustedes no deberían estar en el colegio? Miren lo que hicieron, salgan de aquí.

En ese momento, Gloria escucha el fuerte regaño de su sobrina hacia los niños, y le dice:

— Lorena, nunca te había visto esa altanería para hablar, son niños.

— Perdona tía, es que estoy muy estresada.

— Tus problemas déjalos en tu casa, no vuelvas a tratar a los niños así.

— Lo siento, perdona me tía.

— Bueno, sigan en lo suyo.

Seis días después, el negocio sigue en alza, Félix regreso a Barranquilla y Enrique espera respuesta del Banco de Occidente.

Seis días después, el negocio sigue en alza, Félix regreso a Barranquilla y Enrique espera respuesta del Banco de Occidente

En ese momento, Enrique recibe un mensaje en su celular del Banco, el cual le notificaban el préstamo de quince millones.

Enrique muy decepcionado por el monto, vuelve a ver el celular para cerciorarse del crédito.

Milenna ve a Enrique con cara de preocupación, y de inmediato le dice:

— ¿Qué ocurre?, te ves pálido.

— Ya salió el crédito, pero no es lo que yo esperaba.

— Sea el dinero que sea, vamos a trabajar y a multiplicar lo que salió.

Enrique muy desanimado le dice a Milenna:

— El banco aprobó quince millones nada más.

— Yo te dije, esto es poco a poco, seguramente en la visita vieron algo que no les dio mucha confianza para soltar un poco más, pero de todas formas con ese dinero también trabajamos...

 

 




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