Dios Es Amor

UN PROFUNDO VACIÓ

Después de conocer la opinión de su hijo, Armando no espera que llegue Cristian a su casa y prefiere ir a casa de Julia.

En ese momento, Armando saluda a Julia y de inmediato le dice a Cristian:

— ¿Cómo estás?

— Un poco mejor que antes, me ayudo el viaje a Medellín.

— Estas vivo, eso es lo importante, bueno, estoy aquí porque Enrique quiere hablar contigo.

— Pero yo no, lo trate muy mal cuando estuvo viviendo en mi casa.

— Habla con mi hijo y después sacas conclusiones.

Armando saca su teléfono y llama a su hijo, diciéndole:

— Hola hijo, ya estoy con Cristian.

— Gracias papá, ¿puedes pasármelo?

En ese instante, Armando le da el teléfono a Cristian y de inmediato Enrique le dice a su primo:

— Te necesito en Cali.

— Espera, antes tengo que explicarte algo.

— Necesito una persona de confianza acá en el negocio, lo que tengas que decir me lo dices acá.

— No tengo como moverme hasta allá.

— No te preocupes, mi padre te dará el transporte.

— Bueno, hablamos en Cali.

— Te cuidas.

En ese momento, Cristian cuelga el teléfono, y le dice a Armando:

— Enrique quiere que vaya a Cali.

Armando saca cien mil pesos y se los da a Cristian, pero le dice:

— Viaja en la mañana.

Cristian coge los cien mil pesos y le hace caso a Armando. Y viaja en la mañana.

Durante su viaje, Cristian se pone muy nervioso. Pensado en que le va a decir a su primo. Y de tanto pensar, en minutos se queda dormido.

En ese instante, Armando madruga al nuevo negocio de su hijo, y le ayuda a Jimmy y a Jonathan a lavar el andén.

Después de lavar el andén del negocio, Jonathan le dice a Armando:

— Señor, todo está en orden, no hemos vendido mucho, pero lo vamos hacer.

Armando le dice a Jonathan y a Jimmy también:

— Ustedes recién están empezando, no se preocupen muchachos, el negocio tiene que acreditarse.

Después de varias horas, Cristian llega al terminal de Cali y se ve con su primo Enrique en un restaurante del mismo terminal

Después de varias horas, Cristian llega al terminal de Cali y se ve con su primo Enrique en un restaurante del mismo terminal. Y sin pensarlo dos veces, Cristian le pide perdón a Enrique y se pone a llorar.

Enrique al verlo así, hace mucha fuerza para que no se le salga una lagrima, y con todo eso le dice:

— No tengo nada que perdonarte, ahora bien... primo, mirame, ¿por qué querías suicidarte primo?

— La soledad me atormentaba, siento un vacío profundo, ahora que te vuelvo a ver, me acuerdo lo duro que fui contigo. Poniéndome a favor de esa mala mujer.

— ¿Mala mujer?... ¿qué paso con Yessenia?

Cristian se tranquiliza un poco, y le dice a su primo:

— El día siguiente, después que te había sacado de la casa, Yessenia cambio totalmente conmigo, comenzamos a pelear por nada en cada momento. Todo lo que yo hacía en la casa a ella le parecía mal. La verdad es que, a raíz de eso, permanecía más en el trabajo, para no llegar temprano a la casa para no verla, hasta que un día llegue temprano. Y la vi en mi cama con un hombre que nunca había visto por el sector.

— ¿Qué paso?

— Sentí algo tremendo, sentí que moría en ese momento, pero saque fuerzas y le entre a golpes al tipo. Sacándolo desnudo a fuera de mi casa, de inmediato la saca a ella y le tire toda su ropa por la ventana... desde entonces mi vida no tiene sentido, yo amaba a esa mujer como no te imaginas. Ella era todo para mí, me sentí vacío en una casa fría y con muchos recuerdos que me atormentaban todo el tiempo.

Enrique no le sorprendió eso, y le dice:

— Ella tiene un mal espíritu, el cual hizo que tú te confundieras e hicieras todo lo que hiciste en ese momento, ella te controlo en ese momento, pero al lograr su objetivo, continuo contigo.

— Tenías toda la razón, lo he perdido todo a causa de esa mujer y lo peor que hice. Fue en no creer en ti...

 

 




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