Milenna llega a su casa acompañada de su esposo, Cristian y Niji, en ese momento Lorena que había pasado toda la noche acompañando a su tía y a los niños abre la puerta. Y de inmediato le dice a su prima:
— Gracias a Dios estas bien.
Milenna abraza a su prima y entra a la casa, diciéndole:
— Gracias a Dios y las oraciones de todos.
En seguida, Lorena va hacia la habitación de Gloria y la despierta, diciéndole:
— Tía, tía, Mielenna ya regreso del hospital.
Gloria se levanta y muy abismada corre hacia la sala. Y abraza a su hija, diciéndole:
— Estaba tan preocupada por ti, que me dolía todo el pecho de lo angustiada que estaba.
— Mamá, ya estoy bien.
Enrique ve muy agitada a Gloria, y le dice:
— Tranquilícese un poco suegra, no quiero que también se vaya a enfermar.
— Sí, lo que dices es cierto, pero yo sabía, que para Dios no hay nada imposible y después de verla tan mal en esa cama del hospital, Dios me la levanto como si nada.
En ese instante, Enrique piensa:
"Dios me ha dado otra oportunidad más, debo de obedecerle en todo lo que él me muestre".
Dos horas más tarde, Enrique recibe una llamada de su padre, diciéndole:
— Hola hijo. ¿Cómo están allá en Cali?
— Hola papá, se me había olvido por completo llamarte estos días.
— ¿Qué sucede?
— Milenna estuvo muy enferma. Y realmente pensé que la iba a perder.
— ¿Qué tenía?
— Fue algo repentino, que comenzó con un fuerte refriado y una tos que no le paraba, pero gracias a Dios, mi esposa está aquí en casa descansando de esa terrible pesadilla.
— Que bueno.
— ¿Cómo te va con los muchachos y el negocio?
— Bien, ya estoy llegando al local para hacer un segundo inventario de todo, cuando termine te vuelvo a marcar.
— Bueno papá, espero tu llamada.
En ese instante, Armando llega al local y solo encuentra a Jimmy organizando toda la ropa:
En ese momento, Armando le dice a Jimmy:
— ¿Dónde está Jonathan?, ¿por qué no está aquí ayudándote?
— No lo sé señor, el viene haciendo esto casi todos los días.
Armando no puede ocultar su enojo y entra al local y le ayuda a Jimmy a organizar todo.
En Cali, Descansando en su habitación, Milenna le dice a Enrique:
— ¿Qué tanto hablabas anoche en el hospital?
— ¿Escuchaste todo lo que dije?
— Era algo confuso y no entendía, pero sabía que estabas hay hablándome y orando por mí en cada momento, eso te lo agradezco amor.
Enrique le da un beso, y le dice:
— Realmente estaba muy asustado, pero ahora estoy muy contento y no me cambio por nadie.
En ese instante, Entra Johan en la habitación con el teléfono de Enrique, diciéndole:
— Papá, es mi abuelo...