Luego de preguntarse una y otra vez el por qué está soñando en otro país, Enrique va a la sala y se recuesta en el sofá esperando hasta que amanezca.
6:00 am, Gloria encuentra a Enrique en el sofá, y le dice:
— ¿No me digas que mi hija te echo de la habitación?
— No, me sentía mal en la cama y quise amanecer aquí.
— Ah, pensaba que estaban peleando.
— No, como cree suegra, voy a bañarme para ir a trabajar.
— Bueno.
Enrique se baña junto a su esposa y le dice en pleno ducha:
— Amor, los sueños que estoy teniendo son muy reales, anoche volví a soñar con lo mismo, pero con un poco más de profundidad.
— Ya me estas preocupando amor, antes de acostarte a dormir, debes de orar.
— Esta noche quiero que tú también me ayudes a orar al mismo tiempo. Y que Dios me muestre con claridad lo que debo de hacer.
Una hora más tarde, Enrique, Cristian y Milenna, salen de la casa y se van a trabajar.
En la casa solo viene a trabajar Lorena, puesto que Niji amaneció indispuesta, Lorena le toca hacer todo lo que iba hacer su hermana.
7:17 pm, Enrique y los demás, llegan con bien a la casa luego de otro día de muy buenas ventas, tanto en su local de Medellín y este.
Como es de costumbre, Gloria Siempre les tiene una buena sorpresa en el comedor cuando llegan del trabajo.
Cristian mira el comedor con muchos buñuelos y chocolate, y les dice a todos:
— Por esto me encanta cuando mi primo dice que ya es hora de cerrar el local.
Milenna se sonríe, y le dice a Cristian:
— Eres un glotón, la comida de mamá te va hacer estallar.
Después de compartir en la mesa con todos, Enrique y Milenna se van a la habitación y comienzan a orar.
2:00 am, Enrique vuelve a soñar con una estatua en forma de Mójame, pero esta vez es más real que nunca.
Enrique observa que el agua de la fuente se riega por el piso y llega a donde está el. Logrando mojarlo un poco.
En ese instante, Enrique mira el agua que toca sus pies. Y ve en su rostro un antes y un después.
Enrique se asusta y retrocede. Cuando sale el líquido parecido a sangre que le muestra siempre el mismo camino.
Enrique hace el mismo proceso, pero esta vez en el sueño ve a el señor de edad que lo mira desde muy lejos y que le dice casi susurrándole al oído:
— Debes de terminar de morir a tu pasado, debes de terminar de morir a tu pasado, debes de terminar de morir a tu pasado.
Enrique sale corriendo y se encuentra de frente otra vez el hospital.
Enrique mira hacia todos lados. Cuando ve al señor de edad que había atropellado señalándole hacia el hospital. De inmediato Entra y ve la puerta siete brillar ante él.
Enrique dice entre dormido:
— ¿Pero qué clase de hospital es este?, no veo pasillo, no veo nada, solo veo las puertas flotando ante mí.
Milenna escucha todo lo que Enrique está diciendo y de inmediato lo sacudo para que se despierte.
Enrique toca la puerta número siete. Cuando bruscamente se despierta. Y es en ese momento Enrique le dice a Milenna:
— Esto no me lo aguanto más, en la mañana viajaremos a Panamá...