Sophia abrió los ojos de golpe mirando el techo de su alcoba y el reloj marcando las dos de la mañana, seguida de las contracciones, respiró y se levantó para llamar a su esposo quién dormía plácidamente.
-Sebastian, Sebastián- grito su nombre mientras lo tocaba para que despertará, al ver que su esposo no abría los ojos, como pudo corrió a la regadera y trajo un poco de agua en una vacija y sin pensar siquiera en el dolor que estaba sintiendo dejó caer todo el líquido en la cara de su esposo, quién inmediatamente abrió los ojos y la miró mal, todavía sin entender que su hijo estaba a punto de nacer.
Sebastián miró el suelo donde estaba parada su mujer, vio el charco y de un salto tomó a Sophia entre sus brazos mientras gritaba el nombre de Catriona.
La mujer salió corriendo viendo a su patrón bajar las escaleras
-Ahhhhh- gritó Sophia apretando el cuello de Sebastián, su esposo sintió un fuerte dolor en el cuello y Catriona le ayudó.
-Todo esto es culpa tuya- gritaba Sophia viendo como su marido la ayudaba a entrar al auto.
Cada segundo que pasaba las contracciones aumentaban al igual que constantes gritos de Sophia.
Al llegar al hospital, los camilleros ayudaron a bajar a Sophia del auto, la sentaron en una silla de ruedas mientras seguía gritando y viendo a sus padres sostener sus manos y decirle que todo estará bien.
Sebastián se peinó el cabello estaba nervioso y su mente reproducía momentos que le generaban cierta incertidumbre.
Sara le miró con altivez mientras que Eduardo miraba constantemente la sala de emergencias.
Un doctor salió quitándose la mascarilla, los presentes se pusieron sobre sus pies hasta que el hombre decidió argumentar.
-El bebé no se encuentra en posición para salir así que le daremos un tiempo, el papá del bebé debe de entrar a la sala-
dijo el chófer Sebastián se vistio con la vestimenta adecuada y entrando vio a Sophia gritando como toda una desquiciada.
-Ahhhhhhhh- grito Sophia con el rostro rojo cubierta de sudor y con la respiración entrecortada -Por favor hijo no seas como el estúpido de tu padre, deberías de ser un bebé amable- volvió a gritar viendo a Sebastián apretando los labios para no reír
-Y tu de que te ríes?- volvió a gritar colocando sus manos en el vientre.
-Respira lentamente- dijo Sebastián tomando su mano mientras veía de cerca el sudor recorrer su frente, su cabello recogido y el azul intenso de sus ojos
-Cuando salga de aquí juró que te voy a matar, oíste Sebastián te mataré- grito mirando a su esposo con furia. -Eres el culpable de todo-
Añadio agarrando su brazos mientras veía a Sebastián hacer un quejido de dolor.
El doctor entró a la sala al igual que las demás enfermeras se colocaron en posición, una de ella intenso a ayudar a Sebastián.
-Por favor señora suelte a su esposo- dijo una enfermera al ver a Sebastián gritar de dolor e intentó ayudarle a safarse del agarre.
Sophia volvió a gritar y el médico le dijo que todo estaba listo, solo tendría que pujar fuerte.
-Empuja cariño- grito Sebastián y Sophia abrió la boca y dejó salir un fuerte grito de dolor
-Sebastian no volverás a tocarme jamás- volvió a gritar alentada por las enfermeras y doctor a cargo.
Sophia respiró lentamente, sentía el cansancio, el dolor y las contracciones, volvió a tomar impulso al escuchar a Sebastián animarla
-Largate Sebastián, eres el culpable de mi sufrimiento- volvió a gritar con más fuerza que la vez anterior, Sophia alargaba sus manos para llegar al cuello de Sebastián, esté trataba de soltarse del agarré de sus esposa.
-Empuja Sophia, Empuja- dijo el doctor -Veo la cabeza- volvió a decir en un hilo de voz
-Vete de aquí Sebastián no quiero ver al causante de mi dolor- volvió a gritar mordiendo las sábanas con los dientes - Saquenlo de aquíui por favor-
Una de las enfermeras se acercó para sacarlo
-Señor Méndez por favor salga, su esposa no lo quiere aquí- la mujer abrió la puerta mientras lo empujaba hacia afuera
-Yo quiero estar aquí para el nacimiento de mi hijo- se resistió al ser sacado de la habitación
La enfermera lo sacó y Sophia volvió a gritar
-Ahhhhhhhh- Sophia volvió a empujar -Sebastian por favor no te vayas, te necesito a mi lado- la enfermera rodó los ojos y volvió a abrir la puerta dando paso a Sebastián quién se colocó a su lado tomando su mano con fuerza .
-Empuja una vez más, esposa tu puedes- dijo Sebastián en un pequeño susurro Sophia respiró y lo volvió hacer y el grito de un bebé retumbó la habitación, el doctor dejo salir una sonrisa y llamó a Sebastián a cortar el cordón umbilical de su hijo,.
-Lo has hecho muy bien- le dijo y dejó dos besos en sus labios, una de las enfermeras se acercó con el bebé en manos, se lo estrechó a la madre quién parpadeó varias veces al ver el azul intenso de sus ojos, sus labios rosados y su hermosa y pequeña carita.
Sebastián depósito un beso en sus mejillas y el bebé se acurrucó abriendo sus ojos y viendo a sus padres.
-¿Y cómo se llamará el bebé?- pregunto la enfermera para anotar su nombre.
Sophia y Sebastián se miraron por un segundo y como si ambos leyeran sus mentes respondieron al unísono.
-Eduardo- dijeron ambos mirando el bebé.
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Editado: 04.03.2023