Dios ¿por qué no me has bendecido? Libro # 1

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Hoy me tocaba exponer en la escuela sobre aquel dibujo de tema libre que habíamos hecho hace unas semanas en el salón de clases, cuando Adina llegó a la escuela. La maestra Patterson nos informó a todos que lo mejoráramos para traer una excelente presentación. Mami me había ayudado un poco a perfeccionar el dibujo que había realizado.

Finalmente era mi turno, estaba ansiosa y feliz por presentarlo.

—Soy Galehidrelle y el dibujo que he realizado se trata de como ama el sol a la luna—Señale mi obra de arte. Había dibujado caricaturas del sol y la luna. El sol se escondía al anochecer y la luna iba saliendo de su escondite —El sol da su último suspiro mientras ve enamoradamente a la luna, porque el sol se oculta para que la luna pueda respirar en la noche junto a las estrellas —Explique finalmente mi presentación.

Había practicado esa presentación varias veces con mami y me dijo que era excelente, una idea muy original y única. Hasta ese momento pensé que era así.

De pronto, Brittany -la odiosa de mi salón de clases- levanto la mano y la maestra le indicó que podía dar su palabra.

—Me parece absurdo. El sol y la luna no son humanos ni tienen corazón para sentir. Mi papá me ha dicho que esos son puras historias baratas y sin sentido —Finalizó alzando una de sus cejas, creyéndose la sabelotodo.

—No estoy hablando literalmente, Brittany —Fruncí el ceño y la vi directamente a los ojos —Ten un poco de imaginación.

—Bobadas, tu exposición me ha parecido tonta y sin sentido —Emitió una pequeña risa. Los demás le siguieron.

Todos se estaban burlando de mi presentación, excepto Adina y la señorita Patterson. De un momento a otro y sin saber cómo llegue tan rápido al asiento de Brittany, la empujé y le hale el cabello con fuerza. Esta chilló y quería que me quitará de encima.

De inmediato me sujeto la maestra y me llevó a dirección, junto con Brittany.

Mami llegó luego y la directora le dijo que tenía tres días de suspensión por agreder a una compañera. ¿Y Brittany? Solo le dieron una tarjeta de advertencia, dos tarjetas más y quedaba suspendida una semana.

—Cariño ¿por qué has hecho eso? Tú no eres así —Comentó preocupada mami.

—Ella empezó mami, estaba inferiorizando mi trabajo —Aclaré y luego lágrimas salían de mis ojos.

Mami solo me abrazo y sabía que creía en mis palabras.

Y en interior me preguntaba: —Dios ¿por qué no me has bendecido? —.



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En el texto hay: fe, espiritual, creencia

Editado: 30.04.2018

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