Dios ¿por qué no me has bendecido? Libro # 1

Epílogo

Han pasado seis años desde mi aceptación completa a Dios. Ahora entendía por completo aquellas palabras que mamá me dijo cuando era niña y culpaba a Dios de mis "desgracias" como lo solía nombrar. Rio cada vez que recuerdo esa etapa de mi vida, no obstante, eso me ayudó a entender la vida, y no quejarme de ella, sino vivirla ¿por qué eso es lo que se hace no? Vivir la vida mientras estás físicamente en el planeta tierra.

Mamá consiguió al fin graduarse de enfermera; en aquel entonces había abandonado sus estudios para dedicarse a mí. La abuela luego se mudó con nosotros y ella pudo cuidarme para que mamá cumpliera uno de sus mayores sueños. Finalmente estabamos bien económicamente, no todo era lujos, pero lo necesario y alguna que otra cosa nos bastaba para ser felices. Aunque mamá lo niegue, se que siente algo por su compañero Edward; él siempre le regalaba cosas o de vez en cuando la recogía de casa. Me siento feliz por ella, después de tanta tristeza y sufrimiento por papá Andrew, merece amar a alguien más, no como a papá, pero si alguien que la haga feliz desde el punto de vista de una relación amorosa.

Y bueno, luego estoy yo; con mi peculiar personalidad como muchos me describen. Adina se estableció finalmente en la ciudad y aún soy amiga de ella, ya no somos solo amigas, somos mejores amigas y hermanas. Estamos por finalizar sexto grado para luego entrar a séptimo, aún somos dueñas de nuestro club junto con una socia que se unió llamada Rachel, somos un trío.

Adina y Rachel suelen molestarme con mi nuevo vecino llamado Dylan, lleva unos seis meses en el vecindario y ya es muy conocido por chiquillas de mi misma edad pero con el nivel de hormonas duplicado a lo normal. Mis amigas afirman que yo le gustó y para confirmar la hipótesis le pregunte yo misma a Dylan ¿no es nada del otro mundo preguntar algo que es totalmente falso?

•Escena retrospectiva•

Tras las acusaciones insistentes de Adina y Rachel; Galehidrelle se dirigió a la casa de los Lakers, donde provenía Dylan. Galehidrelle varías semanas atrás había notado las constantes miradas de Dylan hacia ella; sin embargo, solo pensó que el chico solo tenía cierta curiosidad hacía su persona por ser vecinos y compañeros de escuela.

Tocó la puerta tranquilamente. Unos segundos después el cotizado por las chicas abrió la puerta, un sonrojo apareció en el rostro del pelinegro. Se rascó la mejilla para ocultar su nerviosismo. De todas las chicas que tocaban la puerta para sacar platica a Dylan o para regalarle algún obsequio, jamás se imaginó que Galehidrelle Jane estaría enfrente de la puerta de su casa.

—Hola, soy Galehidrelle Jane. Vivo enfrente de ti, creo que eso ya lo sabes —Emitió una pequeña risa—En fin, ¿puedo preguntarte algo? —indagó.

—C...claro —Fingió indiferencia. Aún cuando tartamudeó en su respuesta.

—Sonará algo tonto pero mis amigas suelen molestarme diciéndome que yo te gusto ¿es totalmente falso no? —Cuestionó con curiosidad, pues aunque no le gustase por ese momento algún chico, quería saber la respuesta.

—¡No...! Digo, no lo malinterpretes, eres una niña bonita pero no eres de mi agrado en ese aspecto —Su nerviosismo aumento y se sonrojó aún más. Sus palabras sonaron duras debido a que no quería levantar sospechas.

De inmadiato cerro casi por completo la puerta para evitar que Galehidrelle lo mirase.

—Pff...¡lo sabía! Tampoco eres de mi agrado en ese aspecto Laker, en fin. Solo quería confirmar que lo que mis amigas me decían no era verdad. ¡Hasta pronto! —Miró con extrañeza hacía la puerta. No se sabía percatado que Dylan casi había cerrado la puerta por completo.

Se fue con su hipótesis confirmada, una sonrisa de victoria se formo en sus labios.

•fin de escena retrospectiva•

Después de aquel acontecimiento volví a mi vida normal, cabe destacar que las constantes miradas de Dylan crecieron y eso ya era sospechoso para mí, e incluso un tanto incómodo. Mamá me decía que tenía un gran camino por recorrer en la vida y yo también lo creía.

Y ya no me quejaba de la vida, solía aprender de mis errores y seguir adelante. Ahora estaba en busca de mi propósito de la vida y, sería una nueva aventura.

Fin.



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En el texto hay: fe, espiritual, creencia

Editado: 30.04.2018

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